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Empresarios disconformes con la próxima sanción de la ley de teletrabajo

Referentes del sector advierten que esta regulación podría perjudicar al mismo trabajador, ya que varios empleadores van a abstenerse de tomar más gente 

28 de julio, 2020 - 07:48

Nuestro diario reflejaba hace poco que la pandemia del COVID–19 en crecimiento de contagios y el acondicionamiento total de la vida del país, no ha permitido que se analizara con amplitud la nueva modalidad de trabajo que con mucha rapidez y por grandes necesidades se instaló entre los argentinos: el teletrabajo

Cuidar la salud con distanciamiento obligatorio y la necesidad de no detener mucho más de lo que se detuvo la productividad económica hizo implementar al teletrabajo, modalidad que dio resultados inmediatos a las empresas que buscaron rápido nivel de flotación. Esto obligó que la Cámara de Diputados de la Nación diera media sanción al proyecto de ley con 214 votos a favor, uno en contra y 29 abstenciones.

Antes y después de lo sucedido en el Congreso de la Nación, todos los sectores gremiales, empresarios y jurídicos analizaron con detenimiento lo que la Cámara baja de la Nación dará sanción definitiva el próximo jueves.

Uno de esos sectores que se expidió enérgicamente tras la sanción de diputados fue el Movimiento de Pequeñas y Medianas Empresas (MOPyME), que dijo: “Es incomprensible que se debata la ley de teletrabajo en este contexto. Coincidimos con la UIA, el Foro de Convergencia, IDEA, la Asociación de Bancos ABA y Argencon, que esta ley que cambia radicalmente las condiciones de contratación tiene que ser consensuada con los empresarios, tanto de los grandes holdings como de las pequeñas y medianas empresas”.

El documento al que estuvo acceso El Ciudadano sostiene: “Desde el sector que defendemos y representamos, sostenemos que la ley, de la manera en que fue aprobada en la Cámara de Diputados, los emprendedores quedamos rehenes de la decisión unilateral del trabajador. Por eso, entre los puntos cuestionados se encuentran el nuevo formato de reversibilidad, que sostiene la posibilidad del trabajador de decidir unilateralmente volver a la modalidad presencial, la desconexión digital, que impediría por caso la recepción de mails fuera del horario laboral, la compensación de gastos remunerativa y la obligación de que el empleador se adapte a las tareas de cuidado en el hogar del teletrabajador”.

 

Una ley que perjudica y aleja del país los pocos inversores

Para analizar un poco más lo que sucede entorno del polémico proyecto de ley, a punto de ser sancionado por los senadores de la Nación, nuestro diario entrevistó a un referente que se abstuvo de votar la ley en Diputados, que la considera perjudicial, no por la ley en sí, sino por quienes la pergeñaron con sectarios intereses políticos y gremiales. Se trata del diputado nacional Omar De Marchi (PRO), quien sobre la ley dijo: “Esta ley, la verdad, no es buena, es propia del Estado argentino, que cuando ve que alguna actividad empieza a moverse, automáticamente empiezan a imaginar cómo complicarla y cómo ponerle obstáculos. Que, bajo la consigna de beneficiar al trabajador, en el fondo lo único que hacen es complicarlo más. Al complicar más la actividad, esto hace que el empleador no tome empleados por ese viejo axioma argentino de que, para defenderte complico al que da trabajo y en consecuencia el resultado final es que nadie da trabajo”.

Diputado Omar De Marchi

 

–¿Es malo o es bueno el proyecto que tiene media sanción?

–Nuestro bloque trató de morigerar los efectos de lo que era el proyecto de ley original, que era diez veces peor un proyecto que surgía de la mano del sindicalismo y que prácticamente prohibía la actividad por poco. Por eso la media sanción de Diputados que se aprobó, no es menos mala del proyecto original. Por eso solo me abstuve para no votar en contra, aunque aclaro que nunca votar a favor. 

 

–El paso por el Senado fue más polémico. ¿Tendrían que haberle introducido modificaciones?

–Sí, creo que sí se le debían haber hecho modificaciones en el Senado, sobre todo para que no compliquen tanto la nueva relación de trabajo que surge producto de la tecnología y de los tiempos, porque lo único que se logra es lo que sucede con el trabajo tradicional, que haya un 40% de informalidad. Creo que la ley no debe transformarse en un obstáculo para el empleador y tampoco para el empleado.

 

–¿Cree que esto perjudicará al trabajo y la inversión?

–Sí, perjudica al trabajo y sobre todo a la inversión. Hay que observar que todos los indicadores que está dando el Gobierno, son contrarios a la inversión y por lo tanto contrarios para que haya más puestos de trabajo. Los números que vamos viendo son realmente muy negativos, por la pandemia y por la poca inversión que podría aparecer. Esta última está mirando otros países y no Argentina, ya que los mensajes que se irradian desde aquí son contrarios a las inversiones. Se tiene que entender que los inversores no van a los países donde te asfixian con impuestos, donde gran parte del sindicalismo tiene una actitud violenta, donde, lejos de defender los derechos de los trabajadores, generan cotos de caza para mejorar la situación personal de determinados referentes gremiales y no de sus trabajadores.