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Denuncian a un vecino por tener la música a todo volumen las 24 horas

Un grupo de familias de un barrio en Vistalba, cansados de estas faltas al Código de Convivencia, y los tiempos lentos de la Justicia, decidieron hacer pública la situación

21 de abril, 2021 - 20:55

Vecinos del barrio Don Carlos en Vistalba, Luján de Cuyo, denunciaron a uno de los inquilinos por reiteradas faltas al Código de Convivencia, ya que desde hace meses pone música con exceso de volumen las 24 horas del día.

“Nuestra vida es un verdadero infierno desde hace más de cuatro meses”, indicó a El Ciudadano Pablo Pérez Dellepiane, y contó que “el lote de al lado fue vendido en diciembre y la persona que lo compró, comenzó a realizar fiestas y ruidos molestos, se alquilaba esa vivienda todos los días, las 24 horas”.

Cuando se vive en comunidad hay que cumplir normas, por existir intereses comunes, lo que se anhela que sean respetadas en la propiedad privada. Al propietario u ocupante no le está permitido desarrollar actividades que sean prohibidas o que alteren la tranquilidad de los vecinos o que resulten molestas, insalubres, nocivas, peligrosas o ilícitas, tanto en barrios semiprivados, como sucede en este caso, como en aglomerados sin privatizar.

Lo mismo sucede cuando las celebraciones en casas de familia se salen de control o causan molestias a terceros, naturalmente se recurre a la Policía. Este órgano es el encargado de garantizar la tranquilidad a los vecinos que, en caso de ruidos molestos, llaman al 911 denunciando estas situaciones irregulares.

“Hicimos una presentación en el Municipio para que se evitaran esas reuniones y el sujeto, a modo de represalia, trajo a una mujer con tres niñas menores de edad, con la orden expresa de colocar música alta todo el tiempo”, manifestó el vecino de Don Carlos.

Y continuó relatando que “el dueño anterior del terreno, (como es quien continúa pagando la luz), hizo que les retiraran el medidor, por lo que el hombre trajo un grupo electrógeno para que se siguiera cumpliendo con su cometido, el de perturbar nuestra tranquilidad”.

Además, Pérez Dellepiane expresó que esta situación “llegó a complicar mi psiquis, hubo un momento que no podía ni comer de los nervios. Son 24 horas de música continúa, no por fiesta, sino para castigar a los vecinos”.

“Hemos llamado durante la madrugada a la Policía y al Municipio para denunciarlo y en muchas oportunidades directamente no vienen, yo no entiendo los tiempos legales, pero parece que tenés que ser amigo del comisario para que te deje pasar la luz verde del semáforo”, se quejó el hombre.

Entre otros puntos, el vecino de Vistalba agregó que “la situación entre los vecinos nos ha llevado a pensar en tomar medidas violentas, nadie se hace cargo, tiene cientos de denuncias, la salud mental de los que pagamos los impuestos es fundamental, pero en una escalada de violencia siempre gana el peor, por lo que buscamos la vía legal”.

“Ya no damos más. Llevamos más de cuatro meses sin poder dormir, no podemos descansar. Nuestro cuerpo y oídos nos piden respiro. Llegué al extremo de considerar vender mi casa” cerró Pérez Dellepiane.

 

Presunta usurpación

El Ciudadano habló con Ariel, hijo de propietario anterior del terreno (donde hoy está montada la estructura desde donde sale la música a elevado volumen) quien indicó: “En diciembre, mi papá vendió los lotes financiados a una persona que sólo pagó la primera cuota. Dentro de su buena voluntad y creyendo en el comprador, le firmó un poder de administración y posesión general del inmueble. Para completarse la venta se debían realizar los pagos de enero, febrero y marzo, algo que no sucedió. Allí realizamos la denuncia correspondiente y se decidió revocar los poderes correspondientes”.

Quien aún sería el titular de las tierras coincidió con el vecino denunciante en que “esta situación no le gustó al comprador por lo que llevó una mujer con menores de edad a vivir para que mi papá no pueda hacer nuevamente uso de la propiedad. Tenemos entendido, que este hombre tiene entre 9 y 11 denuncias sobre este tipo de acciones fraudulentas, ya que se gana la confianza de las personas para despojarlas de su inmueble”.

"Mis padres son jubilados y tienen problemas de salud, ellos querían el dinero de la venta para poder tratarse en una clínica especializada en Buenos Aires. Con todo esto la salud de mi mamá se vio perjudicada" cerró Arie.

Desde la parte legal, el abogado consultado por este medio indicó: “Hay un incumplimiento de pago de contrato, desde ese lugar se debe proceder ya que es una causa civil”.

Teniendo en cuenta los tiempos lentos de la Justicia y el malestar en amento de los vecinos, éstos decidieron hacer pública la situación en los medios, para ver si de esta manera, tienen alguna solución.