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Construirán viviendas sociales bioclimáticas y de bajo consumo energético

Está en marcha la licitación para ejecutar el proyecto que será financiado por el BID. El primer tramo son 16 casas en el departamento Junín

27 de diciembre, 2021 - 07:39

Cada vez más, la eficiencia energética y el respeto por el entorno y el medio ambiente se vuelven puntos a considerar a la hora de la construcción. Pero lejos de ser una solución buscada por algunos que tienen una alta consideración sobre estos temas, y militan por un mundo más equilibrado, el tema ya está en la agenda pública, y desde el Instituto Provincial de la Vivienda (IPV) han licitado un barrio ya que cumplirá con estas demandas de avanzada.

 

El proyecto

El IPV llamó a licitación para ejecutar un proyecto que contempla estos temas, la eficiencia energética y la energía renovable, aplicados a la vivienda social. Será financiado por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y las características de las viviendas requiere que se tengan en cuenta ciertos lineamientos arquitectónicos. Uno de ellos es orientar los espacios principales de la vivienda al Norte, girando la misma según la orientación del terreno.

Por otra parte, para la construcción de las viviendas se deberán utilizar nuevas tecnologías. Es por eso que se ha contemplado la utilización del SteellFraming como sistema constructivo, lo que representa una innovación tecnológica óptima para zona sísmica, con menor espesor de muro, reportando más espacio interior.

En cuanto a los techos, se realizarán con paneles modulados livianos de chapa con aislación térmica incorporada dándole protección a la envolvente. Esto permite, además, por su forma, la incorporación de sistemas de generación de energía solar térmica y fotovoltaica.

Otra característica requerida es la flexibilidad, es decir, que la distribución interna permite la adecuación de los ambientes a las necesidades familiares, tan solo con la remoción de tabiques internos.

Respecto de las estrategias bioclimáticas, las viviendas podrán conservar el calor en los meses de invierno, lo que se logra gracias a la orientación, a la envolvente aislada térmicamente, tanto en muros como en cubierta, y a la carpintería con doble vidriado hermético (DVH).

En verano, la protección y control solar se logra mediante envolventes aisladas térmicamente, aleros y una pérgola con vegetación de especies caducas. Y el enfriamiento se produce mediante la incorporación de aventanamiento que permite ventilación cruzada para renovación del aire.

Además, se han incorporado las siguientes tecnologías que favorecen el aprovechamiento energético: energía solar térmica, colectores de placa plana, para la producción de agua caliente sanitaria. Energía solar fotovoltaica mediante módulos fotovoltaicos con medidores bidireccionales. Sensores permanentes para medición y monitoreo, que medirán los consumos energéticos durante un año, realizando comparativos con los diferentes niveles de resolución bioclimática por cuenta del Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI).

María Marta Ontanilla, arquitecta y presidente del instituto, explicó detalles del proyecto en diálogo con Enfoques, el programa de la 91.7: “Es un producto que venimos trabajando hace un tiempo con el IPV y con el Gobierno nacional, vamos a construir 16 viviendas en el departamento de Junín, que son bioclimáticas”, lo que significa que “van a tener características de sustentabilidad, y la idea es poder medirla, ver en el tiempo como se comportan a nivel eficiencia energética”.

Este tipo de arquitectura tiene sus propias características, no son viviendas que se repiten en cualquier zona o terreno, sino que se planifican específicamente para cada espacio. “Arranca desde el lugar en donde vamos a construir la vivienda”, especificó la arquitecta, “de la planificación de la ubicación territorial teniendo en cuenta que es un lugar que esté dotado de buenos servicios, para que la infraestructura que uno necesita no sea cara. Y de ahí es escalable hasta poner paneles solares o cuestiones que tengan que ver con la tecnología, pero estas viviendas están pensadas, desde el inicio, de donde la estamos emplazando, cuál es la orientación que tiene la vivienda en el terreno”, ya que las orientaciones determinan una mejor captación del sol, y el tema de las ventilaciones en lo bioclimático es esencial. La utilización de los materiales, la forestación, el alrededor de la vivienda, se vuelven también elementos cruciales para ese equilibrio.

 

Soluciones disponibles

“Al margen de esta experiencia que vamos a llevar a cabo, desde enero en todas las licitaciones que hemos largado desde el instituto y a través del laboratorio de vivienda, ya estamos licitando varias obras con sistemas constructivos, no tradicionales”, continuó Ontanilla, agregando: “Construcción en seco o sistemas industrializados que nos permiten una mayor rapidez constructiva, y que en su composición ya tienen incorporados distintos factores que hacen que la vivienda sea más eficiente energéticamente”.

Es la decisión trabajar con estos cambios, sumados al cambio del diseño de los prototipos de viviendas, y hay muchas de esas que están hoy en curso, y la titular del instituto recalcó: “Es un proceso que tenemos que darlos también teniendo en cuenta de que hoy por hoy la mano de obra calificada en construcción, el 90%, son albañiles que están en construir con sistema tradicional, y hay que ir hacia un proceso de capacitación de ellos para poder obtener mano de obra y llegar algún momento a construir solamente con sistemas industrializados”, y agregó, “el sistema constructivo no tradicional tiene las mismas o mejores prestaciones. Lo que pasa es que la gente toca la pared y quiere sentir que es algo macizo, y no sentir hueco porque piensan que es de menor calidad, pero nosotros con nuestros técnicos lo explicamos muy bien y muchos terminan accediendo, teniendo en cuenta también que si la vivienda es eficiente a nivel energético, lo del consumo de energía va a ser menor y se va a ver reflejado en los impuestos que la familia va a pagar”.

Son muy similares los valores entre una construcción y otra, pero lo que se ahorra es tiempo, y luego energía y dinero en servicios. Y un dato no menor: se contribuye al medio ambiente, en tiempos en que esas consideraciones se vuelven cada vez más acuciantes.
 

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