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Cómo distinguir dengue de COVID-19 y atender el cuadro a tiempo

Hasta el momento, Mendoza sólo ha tenido casos importados de arbovirosis. Sin embargo, el turismo interno e internacional enciende las alertas. Cómo prevenirlo

13 de octubre, 2021 - 13:57

Ante la inminente apertura plena de fronteras, crecen los riesgos de dengue, una enfermedad que afecta personas de todas las edades. La sintomatología es similar a la que presenta el COVID-19, por lo que es importante resaltar diferencias para acudir a una consulta médica temprana.

Es una enfermedad viral transmitida por la picadura del mosquito Aedes aegypti. Cuando este insecto se alimenta con sangre de una persona enferma de dengue y luego pica a otras personas, les transmite la enfermedad.

Según indicó a El Ciudadano el doctor Gonzalo Vera Bello, del Departamento de Epidemiología, este año Mendoza registró un solo caso de dengue, "que venía de Salta".

"Históricamente, Mendoza nunca ha tenido un caso autóctono, todos han sido importados. Todos con muy buena evolución", agregó.

 

Signos de alarma

El dengue, al igual que el chikungunya, zika y la fiebre amarilla, son enfermedades víricas denominadas arbovirosis

El Aedes aegypti tiene un comportamiento estacionario, esto quiere decir que las infecciones ocurren mayormente en meses cálidos y lluviosos, o bien, en zonas donde prevalece este clima.

Es por esto que si la persona que presenta síntomas proviene del norte argentino, Paraguay, Brasil, Bolivia, por ejemplo, se debe contemplar un posible caso de arbovirosis. 

El contagio solo se produce por la picadura de los mosquitos infectados, nunca de una persona a otra, ni a través de objetos o de la leche materna. Sin embargo, aunque es poco común, las mujeres embarazadas pueden contagiar a sus bebés durante el embarazo.

Los síntomas son:

  • Fiebre acompañada de dolor detrás de los ojos, de cabeza, muscular y de articulaciones.
  • Nauseas y vómitos.
  • Cansancio intenso.
  • Aparición de manchas en la piel.
  • Picazón y/o sangrado de nariz y encías.

Si bien algunas de estas presentaciones también suelen darse en quienes transitan el COVID-19, la principal diferencia es que "los arbovirus no presentan afectación respiratoria. Las personas no tienen tos, ni falta de aire, de gusto u olfato. No tienen moco por nariz, no les duele la garganta", detalló el doctor.

La detección de estas afecciones puede realizarse en el laboratorio de Salud Pública de la provincia.

 

Aseguran que la mayoría de los criaderos de mosquitos están dentro de las viviendas.

 

¿Cómo se puede prevenir?

Debido a que no existen vacunas o medicamentos contra el dengue, Vera Bello indicó que la medida preventiva por excelencia, es "evitar que proliferen los mosquitos. Hay que eliminar todos los criaderos, que son los recipientes de agua con capacidad de reproducción o multiplicación de mosquitos".

Sugerencias de los especialistas: 

  • Eliminar todos los recipientes en desuso que puedan acumular agua (como latas, botellas, neumáticos).
  • Dar vuelta los objetos que se encuentran en el exterior y pueden acumular agua cuando llueve.
  • Cambiar el agua de bebederos de animales, colectores de desagües de aire acondicionado o lluvia, dentro y fuera de la casa, cada 3 días. Es importante frotar las paredes de los mismos con una esponja, a fin de desprender los huevos de mosquito que puedan estar adheridos.
  • Rellenar los floreros y portamacetas con arena húmeda.
  • Mantener los patios limpios y ordenados y los jardines desmalezados.
  • Limpiar canaletas y desagües de lluvia de los techos.
  • Tapar los tanques y recipientes que se usan para recolectar agua.

En cuanto al cuidado personal, se recomienda utilizar repelentes, tabletas o espirales, como así también colocar mosquiteros en puertas y ventanas.