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Clases presenciales: la educación quedó en el medio de la grieta

Los gremios marcharon ayer y prometen un paro, mientras que el Gobierno se ampara en las estadísticas para defender su postura

20 de abril, 2021 - 07:37

Mendoza arrancó la semana con clases presenciales. Ocurre en medio de protestas y reclamos, y ante una sociedad que expone un nuevo antagonismo, entre virtual y presencial, que se suma a la consabida grieta, y donde los consensos aparecen por ahora lejanos.

Sin alcanzar la intensidad que cobró en el territorio bonaerense, donde la Ciudad Autónoma de Buenos Aires recurrió a la Justicia para no acatar la decisión de Alberto Fernández, y los cruces verbales subieron de temperatura durante todo el fin de semana, también en nuestra provincia se vive este enfrentamiento.

Por otra parte, ayer la Corte Suprema de Justicia de la Nación se declaró competente en la materia para tratar el reclamo del gobierno porteño, en un fallo que terminó 4 a 1 – con la disidencia de Helena Highton de Nolasco– y explicó que la cuestión “se sustanciará por las normas del proceso sumarísimo, por el plazo de cinco días”. Con ello, dejó sin efecto “la comunicación a la Procuración del Tesoro de la Nación ordenada el 16 de abril del corriente año”, y vuelve a ingresar en el tironeo político.

 

La postura del SUTE

El gremio, que organizó una jornada de protesta y se movilizó esta mañana en el centro de la ciudad, se opone firmemente a la presencialidad. Laura Espeche, secretaria adjunta del sindicato, señaló a CNN Radio Mendoza: “Creemos que el paro ha sido significativo, estamos todavía recolectando datos de las escuelas, pero los compañeros están con mucha bronca, por los contagios, el fallecimiento de dos profesores la semana pasada, son los primeros, pero pueden ser muchos más, esto lo tenemos que decir”.

“Estamos acongojados, y creemos que tenemos que tomar todas las medidas de fuerza para que la presencialidad se suspenda de manera transitoria y ver si de esa manera baja la curva de contagios, esperamos algún tipo de respuesta, por ahora no hemos tenido”, continuó la dirigente, para luego señalar: “Creemos también que eso responde a intereses más bien políticos, no queremos avivar ningún tipo de grieta. Hay sectores que ahora dicen preocuparse por la educación, pero son los mismos que cierran cursos, cierran escuelas, disminuyen el presupuesto educativo. Parece que el interés es de coyuntura, pero no con los intereses reales que defendemos siempre: garantizar el derecho de los y las estudiantes”.

Por el lado de los docentes privados, el SADOP no adhirió a las medidas de fuerza.

 

Posición oficial

Por el lado del Gobierno, siguen firmes en la postura de la presencialidad, aunque con la salvedad de que no deben concurrir docentes de grupos de riesgo. Desde la Dirección General de Escuelas salió una resolución que indica que aquellos docentes que se colocaron la primera dosis y pertenecen a un grupo de riesgo vuelvan a trabajar, pero el fin de semana la medida se dio de baja. No van a ser obligados a volver a sus puestos de trabajos presenciales, continuando en la virtualidad, a no ser que sea por propia voluntad.

Además, según informaron oficialmente, el paro no impactó, y ayer el presentismo de docentes y de alumnos fue similar al de un día habitual.

Graciela Orelogio, subsecretaria de Educación de la DGE, explicó la postura y las diferencias con los gremios en diálogo con CNN Radio Mendoza: “Creo que a todos nos interesa la educación de los chicos, y sobre todo este año, luego de tener un año completo en la virtualidad, hemos podido ver cómo le ha ido a cada uno de nuestros estudiantes, entonces espero que sea esto una cuestión de salud y de miedo y no una cuestión política que tenga a los chicos de rehenes”.

Graciela Orelogio

Con respecto a los contagios, aseveró: “No hay evidencia de que hayan sido en la escuela, y explico por qué. El protocolo que se armó después de que la DGE tuvo en cuenta todas las recomendaciones del Ministerio de Salud de la Nación, del Consejo Federal y del Ministerio provincial, se decidió que, si en la escuela había un caso sospechoso, todos los contactos volvieran a la virtualidad. Eso permite dos cosas: si el contagio fue dentro de la escuela que no se propague, y si fue afuera, que no entre en la escuela. La escuela se vuelve un lugar seguro porque detecta casos sospechosos y no permite la propagación, por lo tanto, no tenemos una sola evidencia de que una escuela mendocina se haya transformado en un foco de contacto”.

A la vez, Orelogio reconoció: “Vamos a mantener la presencialidad todo el tiempo que sea posible, siempre y cuando no implique riesgos reales y comprobados. En la medida que tenemos evidencias, cuando en la escuela tenemos más de tres o cuatro contactos, rápidamente Salud y Educación decidieron cerrar las escuelas, por lo tanto, es una presencialidad muy cuidada y muy alerta”.

La funcionaria concluyó señalando: “El protocolo en las escuelas se cumple y la presencialidad está funcionando muy bien. Hay contagios porque estamos en una pandemia, y la verdad que atribuirle a la escuela contagios que si estuviera cerrada no sucederían, me parece de una gran irresponsabilidad, porque cuando uno analiza las situaciones, siempre hay un nexo fuera de la escuela, entonces estamos cuidando de la mejor manera posible”.