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Buscan brindar apoyo psicológico a chicos afectados por el aislamiento

La iniciativa, de la diputada Claudia Bassin, apunta a acompañar a quienes presenten cambios o alteraciones de conducta, problemas de aprendizaje o situaciones que vulneren su bienestar

27 de mayo, 2021 - 07:45

Un año y medio ha comenzado a pesar en la estructura psicológica de la humanidad, que se profundiza con la agresividad de contagios y muertes que conlleva la segunda ola de la pandemia del COVID-19.

Todo un tema, que se muestra en todo sitio social, comercial, laboral, de relaciones humanas, hasta en lo político y religioso, en todo lo que hace a la vida del hombre. Es como que el coronavirus trastocó y alteró su vida, sin miramiento alguno.

Estudios recientes señalan que esta cuestión golpea el núcleo central de niños y adolescentes. Una población muy particular, que puso a prueba a la estructura familiar, pero también a la sociedad toda y sus instituciones.

De allí, que cobre relevancia un proyecto que estudia el Poder Legislativo provincial para atender ahora a ese chico que la pandemia no le permite desde hace más de un año hacer una vida normal, como la hacía antes del marzo del 2020.

Sobre todo, la actividad educativa y esa particular interrelación que mantenían los adolescentes, como paso previo a su inserción definitiva al mundo.

La iniciativa legislativa pertenece a la diputada Claudia Bassin y apunta, según expresó ella a El Ciudadano: “Dar asistencia y acompañamiento psicológico a aquellos estudiantes que presenten cambios o alteraciones de conducta, problemas de aprendizaje o que atraviesen situaciones que vulneren su bienestar psicológico y emocional”.

Claudia Bassin.

 

Para la legisladora: “Es muy importante esta asistencia desde diferentes sectores que hacen a la vida de Mendoza. Sobre todo, organismos especializados que atiendan cambios o alteraciones de conducta manifiestos a partir del aislamiento por COVID-19”.

 

“Todos hemos sido golpeados por la pandemia, muy en particular niños y adolescentes”

Profundizando el tema, la diputada le observó a nuestro diario, “la epidemia nos ha golpeado a todos. El ritmo de la rutina de la gente se ha vio alterado, mostrando escuelas cerradas, padres trabajando desde casa o de manera inesperada sin trabajo, muchos acatando las órdenes de quedarse en casa y la muerte de un ser querido”.

A medida que el coronavirus se propaga, las personas, comprensiblemente, están ansiosas. Nuestros niños, niñas y adolescentes también perciben el entorno y se ven afectados como todos nosotros. Existe gran preocupación de cómo puede afectar esta situación a la población infanto-juvenil, ya que este es considerado el grupo más vulnerable”, destacó.

Al solicitarle más detalles de su análisis, dijo: “Los niños y adolescentes en etapa escolar pueden mostrarse preocupados por su propia seguridad y la de sus cuidadores. Sufren situaciones de soledad, en algunos casos, pérdidas de rutinas y buenos hábitos, es decir, mayor sedentarismo, patrones del sueño irregulares, mayor exposición de las pantallas, depresión y ansiedad. Es necesario acompañarlos y guiarlos”.

 

La intervención directa de organismos específicos del Estado y de las obras sociales

Nuestro diario le consultó a la legisladora sobre las entidades que intervienen en el abordaje de los chicos y la cobertura de las obras sociales, como la de los empleados públicos, OSEP, respondió: “Todos sabemos que este tipo de manifestaciones se detectan en la escuela. Como que es el primer organismo donde los jóvenes o los niños presentan cambios de conductas, por lo tanto, la Dirección General de Escuelas (DGE) y la intervención de esta es fundamental, para que luego sean ellos quienes soliciten la intervención y posterior tratamiento del Ministerio de Salud. Sobre la obligatoriedad de la intervención de las obras sociales, se está determinando en la Cámara de Diputados de la provincia”.

Ampliando el detalle legislativo, especificó: “El proyecto de ley establece que la autoridad de aplicación será la Dirección de Salud Mental dependiente del Ministerio de Salud, Desarrollo Social y Deportes, en conjunto con la Dirección General de Escuelas. Estos dos organismos deberán generar un protocolo integral de funcionamiento del programa, especificando las competencias de cada órgano involucrado; gestionar una herramienta de atención y consultas para este sector etario de niñez y adolescencia, y sistematizar los datos que surjan de las consultas realizadas para la elaboración de indicadores, garantizando el secreto profesional y la confidencialidad de la información personal”.