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¿Qué encierra el desafuero del senador Marcelo Romano?

Al parecer en el oficialismo acusan a Romano de ser punta de lanza en los ruidosos acontecimientos en la defensa de la Ley 7.722 y de haber provocado la parálisis de la licitación de Portezuelo del Viento.

17 de mayo, 2020 - 18:40

Tratar de entender el paso que está por dar la Cámara de Senadores de Mendoza, se transforma en algo políticamente muy complejo. Aún para el ámbito donde desembocan los vientos huracanados de la política mendocina en su gran espectro.

Pero lo cierto es que el exhombre de las filas radicales y actual legislador del nuevo partido político provincial Protectora Fuerza Política, está ante una parada muy compleja en su corta trayectoria parlamentaria.

En agosto del año pasado un retén de la policía provincial detuvo un auto al que, según los hombres de la fuerza de seguridad, se lo venía monitoreando con exceso de velocidad y maniobras peligrosas.

Al lograr la detención el vehículo en Rawson y Acceso Sur notan que lo manejaba una joven quien resultó ser la hija de Marcelo Romano.

Según el relato de los efectivos apareció inmediatamente el legislador, “mostrando su chapa de senador y tratando muy mal a los uniformados”.

Acto seguido se retiró con su hija del lugar y los policías, lejos de dejar las cosas así, informaron a sus superiores lo acontecido. Inmediatamente se armó una causa que recayó en el despacho de la Fiscal de Delitos Correccionales Gabriela García Cobos.

La funcionaria conformó un expediente bajo la carátula de "atentado a la autoridad agravado" y solicitó inmediatamente que Romano sea despojado de sus fueros y sometido a proceso.

De confirmarse, el episodio del legislador en el Acceso Sur se podría encuadrar en lo que dice el nuevo Código de Convivencia Urbana, por lo que Romano solo debería presentarse ante la fiscal para que la cuestión que le atañe se dilucide definitivamente.

Un trámite común y corriente que hoy tiene otras aristas que no son tan comunes y que ya han desatado un tormentoso proceso político poco claro.

Para el senador Romano, su desafuero encierra la vendetta del oficialismo por todo lo que el legislador pregonó, denunció e instó a que se investigue.

Muchos puntos durante la administración de Alfredo Cornejo, a quien señala como jefe político absoluto para que el radicalismo primero, y el Frente Cambia Mendoza después, hagan lo que él y solo él ordena que hagan.

Incluso hoy, que la provincia es administrada por Rodolfo Suarez, a quien Romano excluye de su mira acusadora.

Observadores de la política mendocina señalan dos puntos por los que hicieron inflar exageradamente una contravención que podría haber cometido Romano.

Uno es ser punta de lanza en la defensa de los ruidosos acontecimientos de diciembre del año pasado en la defensa de la Ley 7.722 y otro el de haber provocado la parálisis de la licitación de la mega obra Portezuelo del Viento.

En esto último puso en tela de juicio la transparencia de ese proceso que habría desembocado en el pedido de renuncia del gobernador Suarez a Daniel Chicahuala como asesor del Ministerio de Infraestructura.

El funcionario renunciante habría tenido incompatibilidades que chocaban con su función en el Estado y el proceso de licitación de Portezuelo del Viento, que el legislador habría advertido.

Orejas pegadas a los muros del edificio del Poder Legislativo aseguran que habrían escuchado que desde el oficialismo se dijo: “Listo, esto no va más, no le dejamos pasar una más”.

La acción inmediata fue reactivar dentro de la Comisión de Legislación y Asuntos Constitucionales el tratamiento del pedido de la fiscal García Cobos, hasta ese momento "planchado", como se dice en la jerga política legislativa.

Nadie cree que el Frente Cambia Mendoza retroceda en la decisión de desaforar al senador Romano. Quizá por eso, a sabiendas de que finalmente se concretaría, éste ha iniciado una cruzada popular por todos los medios, incluidas las redes sociales, señalando que es una víctima política del actual diputado nacional y titular del Comité Nacional de la UCR Alfredo Cornejo.

Aunque desde el sur mendocino, esencialmente desde Marlargüe, se disparan misiles a la humanidad del legislador porque los habitantes de ese departamento le recriminan que no permite que se concrete la explotación minera y que se paralice la obra de Portezuelo del Viento. Dos polos muy importantes de inversión y fuentes de trabajo a los que aspiran los malargüinos.