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Godoy Cruz le puso punto final a la tracción a sangre

A través de un documental, el municipio mostró cómo fue el cambio progresivo que arrancó en el 2015, para que en la actualidad los recuperadores urbanos se desempeñen con mayor eficiencia y los equinos se "jubilen" de manera definitiva 

Por Redacción

03 de enero, 2020 - 14:52

“Los mendocinos”, así se titula el documental que relata cómo se abolió la tracción animal en Godoy Cruz. Más de setenta carros y caballos circulaban por las calles godoycruceñas en el año 2015, fue entonces cuando el Intendente Tadeo García Zalazar, puso en marcha una política que daba respuesta a la vulnerabilidad de las familias carreras y de sus equinos.

El pasado 29 de noviembre se hizo entrega de los últimos vehículos de tracción motora que sustituyen las anacrónicas carretelas. En total fueron 39 familias las que accedieron al Programa de un total de 70. Aquellas que no sustituyeron sus vehículos, por distintos motivos y limitaciones, optaron por otras alternativas socio-económicas que posibilitaron dejar de utilizar carros y equinos para el desarrollo de sus tareas diarias.

La tracción animal, finalmente quedó prohibida en su totalidad a través del Decreto reglamentario 1633/19.

En la actualidad, las y los usuarios de los vehículos motorizados son denominados recuperadores urbanos. Su tarea y compromiso para con la comunidad es la gestión del 100% de los Puntos Verdes distribuidos en Godoy Cruz. Con las nuevas tecnologías, las familias optimizan su economía, juntan más material en menos tiempo, acceden a redes de comercialización preferenciales y establecen vínculos de confianza con los vecinos. Además, a través de un crédito prendario, pagan parte del vehículo motorizado.

Algunos de los animales sustituidos fueron derivados al Santuario Equino EQUIDAD en la provincia de Córdoba, otros fueron dados en adopción responsable a personas que se registraron en el municipio para tal fin. Todos los equinos se “jubilan”, ninguno de ellos vuelve a trabajar, viviendo el resto de sus vidas en un medio natural acorde a sus necesidades biológicas.

Todo lo anterior fue posible gracias a la Ordenanza municipal Nº 6357 y su respectiva modificatoria Nº 6612. El trabajo intersectorial de más de 15 dependencias municipales, como así también de Fundación Franz Weber y Fundación A.P.C.M, propiciaron una co-gestión efectiva basada en la inclusión social y en el respecto animal.