El delicado oficio de asistir y contener a las víctimas de abuso del instituto Próvolo

En un caso de abusos múltiples y reiterados tan grave como es el del instituto Próvolo, se debe realizar un trabajo de asistencia a las víctimas primero para reparar el trauma, después para restablecer el lazo con la comunidad y luego establecer si la víctima está en condiciones de declarar, asistirlo si lo ha hecho ya y en ese caso si es posible que amplíe las declaraciones.

En contacto con CNN Radio Mendoza, el psicólogo Francisco Izura, a cargo del Equipo de Abordaje Sexual (EDA), creado en 2017 relató : “Es un equipo que se armó en el 2017 y comprende el abordaje de niños y adultos. Este equipo consta de 12 profesionales: 11 psicólogos y un psiquiatra, además de cinco administrativos a cargo de los turnos y el formato que tenemos para funcionar”.

Con referencia a las características del trabajo, Izura explicó: “Nuestra tarea es pericial, dentro de esto tenemos un proceso que consta de tres instancias: una de entrevista preliminar, luego se pasa a cámara Gesell si el chico o chica está en condiciones de ser abordado. Después tenemos instancia pericial propiamente dicha donde la entrevista es  más amplia, para conocer la cotidianeidad del chico y aspectos de la personalidad. En el caso de adultos no hay cámara Gesell y directamente se avanza con instancia pericial".

“La cámara Gesell es un dispositivo compuesto de dos espacios separados por un vidrio espejado, donde desde un lugar se puede observar al otro lugar sin ser visto. En la retrocámara está el instrumental de grabación, es el lugar que ocupa el fiscal, asesor de menores y peritos de control como para observar la entrevista que se realiza en la otra habitación. En otro lado habitualmente hay dos profesionales con el niño donde se consulta sobre los hechos”, señaló el entrevistado.

Lo más importante es la prevención

Con una perspectiva de futuro, Izura manifestó: “La prevención es sobre algo que hay que trabajar, porque prevenir en abuso sexual es prevenir de acá a 15 o 20 años nuevas situaciones de abuso y maltrato infantil o violencia de género. Todos los hechos se los puede vincular. El abuso sexual tiene un papel fundamental como precedente de todo esto. Esto se puede prevenir con la educación sexual integral, yo creo que en edad de jardín de infantes se puede trabajar en esto con el respeto por el conocimiento del cuerpo, la diferencia y el respeto del cuerpo del otro".

Y destacó, por último, que "lo importante es que el chico tenga referentes dentro o fuera de la familia para hablar en un supuesto caso de tocamiento o algo intimidante para el chico. Hay síntomas que no tiene que ver con el abuso sexual, pero pueden estar presentes. Los chicos entran en estado de retraimiento, con cierto temor al contacto con personas adultas, aparecen síntomas vinculados a la angustia, trastornos del sueño, enuresis, copresis, estado de hipersexualización y otros”.