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Inmobiliarios observan señales de mejoría en el sector

La venta de propiedades atraviesa una etapa adversa, pero algunas medidas podrían traer algo de alivio

22 de julio, 2019 - 15:04

Con los desequilibrios económicos que ya llevan un año largo, uno de los sectores más perjudicados ha sido el inmobiliario. Atravesando un parate que, para los memoriosos, resulta de una magnitud casi sin parangón, la cantidad de operaciones se ha restringido al máximo, y la macroeconomía ha conspirado de manera decisiva, con tasas por las nubes, alta inflación, y una devaluación brutal.

Luego del furor de los créditos UVA, un sistema que en otros países da un resultado notable, pero que aquí fue seriamente perjudicado por la devaluación e inflación, se buscan soluciones de diversa índole, como la compensación a los tomadores de esos créditos, para rehabilitar en parte el acceso a la vivienda propia.

Estanislao Puelles, presidente del Colegio de Corredores Inmobiliarios de Mendoza, brindó un acabado panorama de la situación. En diálogo con CNN Radio Mendoza, el directivo explicó: “Hacía muchos años, diría décadas, que el mercado no estaba tan deprimido. Las altas tasas de interés y las fluctuaciones del mercado cambiario, hacen que se paralice”.

Estanislao Puelles, titular del Colegio de Corredores Inmobiliarios.

No obstante, en referencia a los últimos días, destacó: Hemos empezado a ver algunos brotes que no sabemos si son efecto de las próximas elecciones o brotes genuinos de ciertas señales de mejoría. Vemos un aumento de consultas desde hace un par de semanas, pero todavía no se traduce en una mejoría concreta”.

Uno de los factores que habían marcado una reactivación importante fue la implementación de los créditos UVA, un coeficiente de ajuste que permitía acceder a la vivienda propia por un valor, en algunos casos, menor a un alquiler. El sistema se está tratando de corregir en sus variables, con compensación a los tomadores, para volver a hacerlo competitivo.

Al respecto, para Puelles “la herramienta UVA es sumamente interesante, de hecho, en 2018 el mercado inmobiliario se motorizó gracias a los créditos UVA, pero este tipo de herramientas necesita una situación macroeconómica estable, funcionan con baja inflación, y en el marco de una semejante devaluación como la que vivimos en el 2018 causa los efectos contrarios. Pero si la situación mejora, que entiendo es a lo que se aspira, creo que vamos a encontrar una herramienta fundamental para el acceso a la vivienda propia y para motorizar el mercado que se encuentra paralizado”.

Sobre la devaluación, el directivo del Colegio indicó que aquella “lo primero que hizo fue paralizar el mercado, y las propiedades que se ofertan en dólares tienen que acomodarse a la baja. Se han hecho operaciones un 15% o 20% del valor previo en dólares, pero en pesos han aumentado, y esto ha hecho difícil el acceso al crédito hipotecario”.

Faltan soluciones de fondo

La situación determinó que hoy prácticamente no haya operaciones inmobiliarias por crédito, se han caído casi todas, “y las que se hacen son con plata de ahorro o plata del colchón”, explicó. 

Pero además del reclamo por lo inmediato, por volver a hacer rentable el negocio, lo ideal sería soluciones estables y de fondo. “Lamentablemente en Argentina no ha habido una política del estado de acceso a la vivienda, y debería serlo, ha habido intentos como el Procrear, como el UVA, pero sin una economía sana las herramientas terminan distorsionadas y para las familias se transforman en un problema”, reflexionó Puelles.

El Gobierno ha salido a compensar a los que, por el tema de la inflación, están a 10 puntos de diferencia entre inflación y coeficiente salarial, en sus créditos UVA. Se presume que hay 45 mil familias en condiciones de acceder a este fondo. Cuando se tomaron los créditos, la cuota por ese inmueble era inferior al alquiler que se pagaría, es decir, se iba a pagar un 25% o 30% de lo que ese inmueble valía en alquiler, ahora está a ese valor de alquiler o por encima.

Otro de los problemas del mercado inmobiliario es, por supuesto, la alta presión tributaria y los gastos asociados. Puelles explicó que “cuando una persona evalúa si comprar o no un inmueble, el tema impositivo es hoy clave, incluso los costos impositivos que tienen los desarrollistas, aquellos que se dedican a construir soluciones habitacionales, se ven impedidos de encarar nuevos desarrollos justamente por la carga impositiva. El ITI es el 1,5%, pero en los inmuebles adquiridos a partir de 2018 se va a pagar el 21% sobre la ganancia, sobre la diferencia entre lo que compraste y lo que vendiste, y ni te cuento los costos impositivos que tiene hoy un fideicomiso para construir, y en definitiva todos esos costos hoy se trasladan al precio de la propiedad”.

Finalmente, y tal vez remedando un viejo concepto muy acendrado en la sociedad, ese que dice que no hay ningún refugio de valor como el de los ladrillos, el presidente del Colegio resalta que, pese a todo, “el mercado inmobiliario, si uno hace una curva histórica, siempre le ha ganado al plazo fijo y también a la inflación. No va a ser la excepción ahora”.