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Griselda Gualpa, Reina de Las Heras

"No creo que haya roles femeninos y masculinos"

20 de febrero, 2019 - 10:36

A sus 22 años y luego de representar a El Plumerillo, Griselda Belén Gualpa se quedó con la corona de Las Heras en una fiesta que la emocionó pero que también sobre el final la sorprendió, ya que para ella la ganadora era su compañera de al lado, hasta que alcanzó a escuchar su apellido y las demás representantes la felicitaron en un abrazo que terminó de confirmar el resultado: la niña de un hogar humilde, que fue discriminada en varias oportunidades por sus compañeros incluso por los directivos de la escuela por ser ‘pobre’ se convertía en la nueva embajadora de la vendimia de Las Heras.  

La hoy estudiante de Enfermería tuvo su antesala educativa en la escuela Molina del barrio Espejo y cursó la secundaria en la escuela El Plumerillo, de El Zapallar. En ambos espacios cosechó pocos amigos, quizás porque se reconoce un poco “antisocial”, condición que podría discutirse si se analiza que esta joven tiene una marcada vocación de servicio orientada a lo social que descubrió mientras hacía un curso de Auxiliar de Farmacia y que afirmó con su primera práctica de la carrera de Enfermería, donde a los seis meses de cursado, Griselda y sus novatos compañeros realizaron una especie de pasantía en el Hospital Gailhac, cuidando, aseando, cambiando pañales y acompañando a los abuelos internados allí, actividad que motivó la baja de la mitad del curso. 

Fue muy fuerte conocer las historias de quienes están en el hospital, muchos totalmente abandonados o solos, pero a mí me gusta acompañarlos, estar con ellos”, asegura. 

Otra de las actividades por la que la conocen en el barrio está relacionada a los animales. “Si ustedes van al barrio y preguntan por ‘la casa de los perros’, los vecinos los van a mandar a mi casa”, expresa, y cuenta que en la vivienda que comparte con su mamá Isabel y su hermano José también es habitada por siete perros rescatados de la calle, muy conocidos en la zona porque duermen en su casa, pero en el día no pueden apartarse de su instinto de libertad. 

Este amor por los animales es una de las cosas en las que le gustaría trabajar en su reinado, en este caso creando conciencia sobre la tenencia responsable, la importancia de la castración y el trabajo de los refugios de animales.

La reina enamorada

Griselda comparte la vida desde hace más de cinco años con Facundo, su novio, a quien admira profundamente por su fortaleza y capacidad –es un corredor de maratones destacado a nivel sudamericano–, pero principalmente reconoce en él a una persona a la que le han pasado muchas cosas fuertes pero que aún así se la sigue jugando. “Es mi compañero”, dice, con todo lo que la palabra significa.

Cuenta, con una amplia sonrisa, que fue bautizada “la reina enamorada” por la cantidad de fotos, dedicatorias e historias compartidas en las redes sociales junto a Facundo. 

También asegura que el día que el libro Entre tonos de gris llegó a sus manos, despertó su curiosidad por saber más acerca de las historias en los campos de concentración, ya sea bajo el régimen estalinista como aquellas relacionadas al Holocausto. Esa pasión también influenció en el consumo de películas para saber más y más sobre prácticas antiderechos y matanzas de inocentes a escala global. 

Siendo coherente con una mirada muy humana de la realidad, la mujer que Griselda admira no es alguien cercana a ella ni en tiempo ni en espacio, sino alguien a quien le unen dos cosas, la enfermería y la lucha por los derechos: Florence Nightingale. “Se enfrentó a los hombres, incluso a su propio padre”, afirma. 

Griselda no es fanática de las redes sociales porque le aburren un poco, pero que las usa para compartir noticias y ‘memes’. 

Si de pedir deseos se trata, esta amante del vino dulce no duda en pedir que la familia esté siempre unida, amor para todos y la felicidad de todos aquellos que quiere, las cosas importantes en la vida de esta reina que gira en torno a la familia, el haber perdido a su abuelo, su ejemplo a seguir a los 12 años, incluso al hablar del significado de vendimia para ella es familia.

La Vendimia en su vida

Yo quería vivir Vendimia desde adentro y por eso me animé a participar”, cuenta, pero lo que no imaginaba era que su sueño no iba a terminar ahí y que Las Heras, corazón de historias iba a ser el marco perfecto para empezar a escribir otro capítulo sobre el significado de la Vendimia en su vida.

“Traté de no llorar porque cuando lloro se me entrecorta la voz”, asegura quien no había pensado en nada que decir porque no pensaba ganar esa corona.

Hoy con los mismos sentimientos a flor de piel habla de los atributos y esa grandiosa sensación de portarlos y del brillo en los ojos de los niños que se le acercan, reconociendo en esos ojos la misma admiración que despertaban las reinas en ella cuando era apenas una niña. 

Ahora, toda una mujer, quiere conocer a los habitantes y cada rincón de su departamento. También sus necesidades para buscar la manera de ayudarlos. Entonces se muestra feliz de poder aportar algo desde esta nueva función que también conlleva una gran responsabilidad.

“Empatía para entender a los demás”

La inseguridad y la violencia de género son unas de las preocupaciones más urgentes de la reina, que no cree en los roles femeninos y masculinos, por lo que considera anacrónico el rosa para las niñas y el celeste como sinónimo de algo varonil

Una imagen que se repetirá miles de veces en las redes: la ansiada corona que Griselda porta con orgullo.

Reconoce que las cosas han cambiado mucho desde cuando la mujer estaba relegada en cuando a derechos hasta hoy, aunque considera que muchos no reconocen la importancia que tiene en la sociedad ahora y que “un gran paso sería aplicar la empatía poniéndonos en el lugar del otro para entender qué siente o que le está pasando”, algo que podría ser una frase hecha pero que Griselda puede fundamentar desde su propia vivencia recordando momentos de la infancia en los que ser flaquita o pobre y no tener la ropa adecuada para la clase de gimnasia le valió las burlas de sus compañeros y también de adultos que la segregaron. 

Si ahora somos una familia humilde, en ese momento éramos muy humildes, por no decir pobres”, concluye la reina que se ganó el corazón de los habitantes de Las Heras, orgullosa de poder contar su historia y de portar los atributos vendimiales.

Así es Griselda

  • Edad: 22 años.
  • Color de cabellos: castaños.
  • Color de ojos: marrones.
  • Estudios: Licenciatura en Enfermería.
  • Representó a: El Plumerillo.

Dirección periodística: Lourdes Di Silvestri

Producción general: Lourdes Oliva

Fotografía: Delfo y Emmanuel Rodríguez

Edición: José Urrutia