Elegido por su madre, Ludmila lleva el nombre de una modelo y por su belleza podría haber emprendido ese camino. En cambio, eligió rendir culto a su pueblo querido y presentarse para ser su soberana.
Hoy, con la banda ‘Junín 2019’ en su pecho, se siente orgullosa y sabe de la responsabilidad de su nueva tarea, la que lleva adelante con orgullo y pasión.
Desde que fue coronada como reina departamental en la fiesta Jardín de sueños, con 47 votos, Ludmi, como la llama su familia, no ha parado un segundo, según sus propias palabras.
Esta hermosa y simpática rubia de 22 años pasó de los nervios previos a la elección a la felicidad absoluta de representar a todos los juninenses.
Ludmila Dacrema cursó la primaria en la escuela Rodríguez Peña, nombre del distrito al que representó el pasado 20 de enero, y la secundaria en el colegio Constantino Spagnolo.
Ya desde chica probaba diferentes peinados, trenzas y recogidos en su cabello como una manera “de dominar sus rulos”, sin darse cuenta, quizás, que en su interior comenzaba a nacer una de sus pasiones.
Al salir del colegio realizó cursos de estilista, maquillaje y peluquería. Así, poco a poco se convirtió en una mujer emprendedora, con objetivos claros y contó con lo que ella dice fue lo más importante para poder realizar su sueño: el apoyo de su familia.
Desde hace dos años tiene su local propio en Junín, donde ahora las clientas tendrán el honor de decir que una reina cuida de sus cabellos y su belleza, algo que no todos pueden expresar.
En la vida de Ludmi la familia es uno de sus pilares fundamentales. Se nota en sus ojos y su voz cada vez que habla de ellos: su mamá Marcela, su papá Alfredo, su hermano Maximiliano y su abuela Ema. Para ellos, salud y felicidad es todo lo que pide. “Mientras estemos bien y seamos felices, yo estoy satisfecha”, comenta con una risa cómplice.
Si bien uno de los sucesos que ha marcado su vida fue el divorcio de sus padres, ella nunca sintió esa distancia por parte de alguno de los dos. Al contrario, no lo tomó como un hecho malo, sino como un momento para fortalecerse y salir adelante. Por eso es entendible que elija a su mamá como la mujer que más admira, ya que demostró ser una “leona” en los últimos años para proteger a los suyos.
El sueño cumplido
El romance con la Vendimia tuvo su comienzo de chica, cuando veía a las reinas y pensaba todo lo que significaba representar a su gente, a su pueblo.
Luego, ya más grande y de la mano de la danza contemporánea, probó suerte para participar como artista en la fiesta, pero no pudo ser. Hoy porta con respeto sus atributos de reina, sintiéndose orgullosa de representar el esfuerzo del departamento en la Fiesta máxima de los mendocinos.
El sostén y la fuerza para seguir adelante no solo proviene de la familia, sino también de su novio, Pablo, con quien ya lleva cinco años y ocho meses. Él, que la apoyó en la idea de postularse y seguir su sueño, se preocupa por sus sentimientos y está siempre presente.
Valores y familia van de la mano en la vida de Ludmila, quien entiende que en una pareja el respeto es esencial, y tanto el hombre como la mujer deben respetarse a sí mismos y al otro, valorándose cada persona por igual.
Tras la lucha, la recompensa
Piensa que el rol de la mujer en estos días es de libertad y fuerza. Le preocupa la violencia que están viviendo día a día, pero a la vez sabe que todo lleva su tiempo, que la lucha va encaminada y que todo tendrá su recompensa.
Por eso les pide a todas las mendocinas que se cuiden unas a otras y que sepan que pueden contar con todos para salir de una situación de violencia. Que pidan ayuda y que se dirijan a las organizaciones destinadas a brindarla, para que todos en conjunto puedan salir de esta situación.
En cuanto a las redes sociales, Ludmila se maneja con su cuenta personal de Instagram y Facebook, aunque no está pendiente de ellas todo el tiempo, sino que sube fotos muy puntales, como puede ser alguna producción que le haya gustado.
No es de aquellas que plasman todo lo que hacen en las redes, sino que prefiere estar atenta a lo que sucede a su alrededor y vivir a pleno esta experiencia única e irrepetible.
Desde el Jardín de Mendoza llega esta joven reina amante del bonarda, con el deseo de representar de la mejor manera a Junín, un departamento muy pujante donde se ve el crecimiento constantemente.
Por eso quiere cumplir su sueño de resaltar la labor del viñatero, la cosecha, el sacrificio y el esfuerzo que demandan su trabajo. Para ella, eso es Vendimia: “cosecha y viñatero”.
Su tono de voz refleja el agradecimiento y el amor hacia el pueblo juninense, quien la acompaña y apoya en este hermoso camino.
Ludmila, un pedacito del corazón de Junín, ya pertenece a todos los mendocinos.
Así es Ludmila
- Edad: 22 años.
- Color de cabellos: rubios.
- Color de ojos: marrones.
- Estudios: Estilista profesional.
- Representó a: Rodríguez Peña.
Dirección periodística: Lourdes Di Silvestri
Producción general: Lourdes Oliva
Fotografía: Delfo y Emmanuel Rodríguez
Edición: José Urrutia