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Florencia Violino, Reina de Santa Rosa

"Me preocupan el individualismo y la desunión de la sociedad" 

20 de febrero, 2019 - 10:32

Nació y creció en una finca santarrosina y afirma que vivirá hasta el último día en su tierra porque está orgullosa, porque aún espera con ansias el tiempo de cosecha para dar una ficha o levantar los granos, porque Vendimia le significa identidad… “Es la vida misma puesta en mi familia”, asegura Florencia Violino.

A los 18 años le propusieron ser candidata al cetro departamental pero “en ese momento no tenía esas aspiraciones”. Sin embargo, cuando no lo esperaba sucedió: el club Doctor Eliseo Ortiz de Las Catitas confió en ella y ella en las promesas de la institución de acompañarla y cuidarla. De esta unión de buenas intenciones devino la Reina de Santa Rosa 2019.

Florencia ya había pisado los escenarios vendimiales como bailarina y actriz, pero esta vez fue distinto. Le pasaron cosas diferentes, con sensaciones nuevas… “Un poco rara pero feliz”, cuenta, y agrega que cuando proclamaron su nombre sintió que volaba y que la emoción fue inexplicable en ese instante en el que la corona tocó su cabeza.

La fiesta Laberinto de sueños culminaba con ella como protagonista absoluta de un sueño hecho realidad.

“La familia es todo”

Y otros anhelos ya encontraron buenos puertos. Hizo su primaria en la escuela Leandro Della Santa, de Las Catitas, y el Nivel Medio en el establecimiento Ingeniero Francisco Martín Croce, en la Villa Cabecera. Pero ahora es ella quien enseña: estudió profesorado de Historia para escuelas secundarias y desde hace tiempo da clases. Confiesa que, como todo, lo fue descubriendo y que la historia es la vida, y en esa relación está el secreto de la existencia.

La de ella se modificó de manera rotunda ocho años atrás, cuando falleció su mamá. Con solo 15 años tuvo que despedir a la mujer que más admiraba, adaptarse a una nueva rutina y cumplir otros roles. 

Tras su partida, su energía los impulsa a “estar unidos, más fuertes, más perseverantes y valientes”, dice, y con orgullo agrega que la suya es una familia humilde y luchadora, cuyo papá fue toda su vida obrero de finca y es su referente porque la conmueve su esfuerzo. 

“Siempre remándola, día tras día”, cuenta, y emocionada agrega que para ella la familia es todo, es su base fundamental.

Florencia es una de cinco hermanos, tres mayores con los que tiene mucha diferencia de edad y una hermana un año menor que tiene síndrome de Down, a quien cuida como si fuese su mamá

Quizás por eso le gustaría que haya una real inclusión y entendimiento, que las personas se den la oportunidad de recibir ese amor genuino que dan sin filtros ni segundas intenciones. 

Uno de sus pasatiempos preferidos es ayudar a los animalitos que encuentra en la calle. Tanto insiste con eso que encontró una aliada de peso: una veterinaria del lugar la apoya en la tarea y le facilita atención y medicamentos gratis. 

No es un sueño

Florencia necesitó varios días para procesar que la corona estaba en casa y ver que todo era cierto, no un sueño. Sin embargo, cree en que las mujeres adquieren cada vez más derechos y se amplían dentro de una sociedad que debe estar abierta a los cambios y tener la capacidad de adaptarse a ellos. Por eso cree que “no existen roles específicos signados por el género, sino que se intercalan y multiplican, lo que es un desafío para todos”.

Le preocupa que esa sociedad en evolución esté signada por “la violencia, el individualismo y la desunión”, pero tiene nobles anhelos para ella: desea “que sus integrantes tengan mucha paz, unión y felicidad para disfrutar cada día de la vida más allá de cualquier circunstancia”. Y afirma, sin titubear, que “son las tres cosas fundamentales que necesitamos para avanzar y convivir en comunidad”.

La corona, el símbolo más preciado para una soberana vendimial.

La bella santarrosina lleva a su reinado toda esta conciencia de mundo. Porta con orgullo sus atributos y es muy gratificante para ella exhibirlos en representación del esfuerzo y el trabajo de todas las personas de Santa Rosa.

También siente la responsabilidad de merecerlos y actuar en consecuencia. Sentirse parte de su tierra y de cada uno de sus habitantes, reconocerse como persona construida por cada particularidad de su pueblo y su familia. 

Y eso es la Vendimia para ella: identidad. La reconoce como parte de su vida y la considera parte de su historia. 

También considera que la celebración de la Vendimia transmite muchas emociones y al mismo tiempo es tradición. Entiende que cada uno la transita desde una perspectiva diferente. “Un turista la vive asombrado pero un mendocino la siente y se emociona, porque es un conjunto de todo lo que sucede en la realidad… Las inclemencias del tiempo, los pedidos a la Virgen… es un recorrido que el mendocino siente parte por parte”, expresa. 

Indaga en su interior y relaciona su posición actual con las oportunidades que le gustaría tomar con ganas. Allí aparece el entusiasmo de trabajar con los niños, los abuelos y con el síndrome de Down, realizar acciones concretas para terminar con los prejuicios, y facilitar la inclusión y la equidad social de las personas con discapacidad.

Su pedido: “defiendan la fiesta”

Esta reina, que pasa muy poco por la vida virtual de las redes sociales –algo de Facebook para informarse e Instagram de vez en cuando–, prefiere el contacto real. Tal es así, que le gustaría que tanto las fiestas departamentales como la Fiesta Central tengan más vínculo con los productores. “Creo que hace falta porque les cuesta llegar, ahora vota el público y sobre todo, para que más allá del año de trabajo, lo vivan como una alegría”.

Florencia celebra con un buen bonarda de su pueblo este momento de su vida… Pretende disfrutarlo al máximo, vivir cada instante y aprender. Quiere desde el corazón “dejar contentos y bien representados a los santarrosinos”, y les pide a los mendocinos, sin distinción de edad, género ni identidad sexual, que “disfruten y defiendan esta fiesta, que es única a nivel mundial. Aprendamos a respetarnos, en la actualidad no es fácil ser reina, estar en este lugar. Necesitamos el acompañamiento de todo el pueblo de Mendoza para que esta fiesta siga siendo tradicional pero a la vez tenga la oportunidad de renovarse”.

Así es Florencia

  • Edad: 22 años.
  • Color de cabellos: castaño claro.
  • Color de ojos: marrones.
  • Estudios: profesorado de Historia.
  • Representó a: club Eliseo Ortíz, de Las Catitas.

Dirección periodística: Lourdes Di Silvestri

Producción general: Lourdes Oliva

Fotografía: Delfo y Emmanuel Rodríguez

Edición: José Urrutia