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Compromiso del nuevo Gobierno con la vitivinicultura en un año crítico

La titular de Bodegas de Argentina, Patricia Ortiz, asegura que el ministro Kulfas entiende perfectamente la delicada situación que vive esa industria en el país

16 de diciembre, 2019 - 18:02

En tiempos en los que queda demostrado que la inflación hizo estragos en todos los sectores industriales y productivos del país, las provincias productoras de vino miran el 2020 con cierta esperanza de comenzar a revertir el difícil cuadro.

Una de las importantes entidades que en el país aglutina emprendimientos agrarios y bodegueros ya hizo pie de negociación con las máximas autoridades de la flamante administración nacional. 

Se trata de Bodegas de Argentina, un grupo que tiene sede en Mendoza, donde al hacer el balance anual mostró el complejo panorama con el que se ha tenido que enfrentar la industria del vino.

Hoy por hoy, enfrenta el cierre de mercados externos y la considerable baja del interno, lo que tiene otra consecuencia directa con el problema del abultado stock vínico.

Si bien esa entidad, como otras del sector, trata de evitar mostrar las consecuencias directas de los inconvenientes de estos tiempos, se sabe que cerraron importantes emprendimientos vitícolas, con lo que eso implica en la baja de fuentes de trabajo

Eso, sin contar con las hectáreas que dejaron de producir uvas, con las consecuencias directas en forma negativa para pequeños y medianos productores y peones de campo. La mayoría debió migrar con sus familias a importantes centros urbanos, constituyéndose en parte de esos porcentajes de personas que viven por debajo de la línea de la pobreza.

Eslabón vulnerable de la cadena productiva

Para interiorizarnos aún más sobre el tema, El Ciudadano mantuvo un diálogo con la titular de Bodegas de Argentina, Patricia Ortiz, quien dijo: “Este año ha sido muy complicado, por eso la situación del sector es bastante crítica. El mercado interno se ha caído, las exportaciones han disminuido y todo eso implica que haya mucho excedente, lo que significa la generación de problemas en la cadena de vitivinícola”. 

“Ha sido una situación muy preocupante que se notó en todo el país. Tuvimos que entender que por más que pidiéramos una reducción impositiva y baja en las retenciones, eran cuestiones muy difíciles cuando observábamos los números de la macroeconomía. Era de esperar entonces que impactara en toda la cadena productiva, desde los productores a las bodegas y todo lo ligado a la industria del vino. Con lo sucedido quedó demostrado que de la cadena somos el eslabón más vulnerable, pero debemos seguir apostando porque las inversiones están y son muy importantes para el país”, agregó. 

Optimismo y esperanza con el nuevo Gobierno 

Al consultarle acerca de la incidencia de la cuestión cambiaria en las exportaciones, la empresaria expresó: “Con respecto al tema cambiario, arrastramos un problema al haber perdido un segmento de la caja histórica de US$ 24, que es la que ahora llega por debajo de los US$ 10 con más ventas en mercados como los Estados Unidos. Todo un tema perdido hace algunos años con el atraso cambiario, muy difícil de recuperar porque en ese segmento no está mirando el país, sino los precios. Es ahí donde Chile ocupó nuestro lugar, desplazándonos, obviamente. Solo nos queda abrir mercados nuevos, como única posibilidad que se nos presenta”. 

Ante la pregunta de si la industria del vino nacional ve predisposición de las nuevas autoridades nacionales, reflexionó: “Con toda esa pesada carga de cómo terminamos este año, aun así tenemos optimismo y esperanzas. Creemos que el nuevo Gobierno entiende lo que está ocurriendo con las economías regionales y su importancia para el país. Además que entiendan a la exportación como una salida e ingreso de dólares, con lo cual vemos por ese lado que nos van apoyar”. 

La titular de Bodegas de Argentina aseguró que lo dicho lo encontró con el compromiso que demostró Matías Kulfas antes de asumir como ministro de Desarrollo Productivo, porque entendió perfectamente la delicada situación de la producción de vino del país. 

“Ahí le mostramos los números, gráficos y los esquemas de toda la problemática. Ante eso, se mostró comprometido con todo lo planteado, analizó los números, hizo muy buenas preguntas, nos entendió y prometió una nueva reunión donde sumaría gente. Esto último porque le observamos que este negocio hoy por hoy en la Argentina, es una cuestión global que incluye el turismo, las relaciones exteriores para abrir mercados y hasta la propia cultura nacional”, finalizó Ortiz.