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¿Cómo viven las víctimas luego del fallo del Próvolo?

Natalia, madre de una víctima, explicó cuáles son las sensaciones post sentencia contra dos curas y un exempleado del instituto religioso de Luján de Cuyo. "En pocas palabras, a él le cagaron la vida", expresó

28 de noviembre, 2019 - 21:49

El lunes se vivió un día histórico en Mendoza luego de que el Tribunal Penal Colegiado Nº 2 dictara sentencia contra los curas Horacio Corbacho y Nicola Corradi, más el exjardinero Armando Gómez, condenados por abuso sexual a chicos sordomudos que asistían al Instituto Próvolo.

La mezcla de sensaciones fue casi inevitable, ya que luego de tres años se logró llegar a un veredicto justo y esperado por familiares, abogados y fiscales.

A tres días de este fallo que marcara la historia de Mendoza, el país y el mundo (Corradi llegó desde Verona, Italia), El Ciudadano dialogó con Natalia, madre de un chico que fue víctima del abuso por parte de los sacerdotes y empleados de la institución ubicada en Luján de Cuyo.

Todavía conmocionada por la sentencia, la mujer explica que la felicidad se mezcla con otras emociones.

“Estamos más tranquilos y respirando porque la vida continúa pero esto no termina porque quedan dos causas más (Kumiko y la directora del Próvolo)”, afirmó Natalia quien expresó que su hijo, que ingresó al instituto con 10 meses y ahora tiene 18 años, piensa en seguir estudiando.

“Él quiere seguir estudiando, quiere terminar la escuela y trabajar”, reconoce su madre.

Sobre los abusos cometidos, Natalia sabe que el daño que le hicieron a su hijo es irreparable. “En pocas palabras, a él le cagaron la vida”, dijo sin tapujos.

Conforme con los abogados

“Mi causa la llevaba Sergio Salinas y la verdad que se han comprometido realmente con la causa, han aprendido el lenguaje de señas y ahí te das cuenta todo lo que hicieron para hablar con los chicos”, explicó Natalia sobre el rol del abogado querellante, integrante de la organización Xumex.

Pide por el lenguaje de señas

En la nota, Natalia solicita que el lenguaje de señas sea estudiado en todas las escuelas, tanto públicas como privadas. “Es un lenguaje más y debería ser aprendido por toda la sociedad, considero que el curso debería ser gratuito porque actualmente es pago y no todos tenemos los recursos para costearlo”, afirmó.