Mendoza produce el 65% de los vinos del país, de la mano de casi 11 mil productores
El último informe del Observatorio Vitivinícola Argentino analiza todos los números del sector con una precisión que demuestra el papel excluyente de la provincia y la potencia de sus números discriminados región por región
El apelativo ‘tierra del sol y del buen vino’ de la provincia de Mendoza, sobre todo en el segundo aspecto, se ve plenamente ratificado analizando la publicación del Observatorio Vitivinícola Argentino, que analiza la cantidad de productores, sus extensiones, la distribución geográfica, y el peso específico de cada lugar en el mundo de la producción de vinos.
En la Argentina hay 17.011 productores, que cultivan una superficie de 223.384 hectáreas. Pero es interesante resaltar que el 54% de esos productores poseen explotaciones que van de cero a cinco hectáreas, resaltando la importancia del minifundio y el pequeño productor en este universo, aunque significan solo el 9% de la superficie total.
Con un 18% del total, quienes explotan entre cinco y diez hectáreas son la segunda magnitud en importancia. En la otra punta, en la cúspide de la pirámide, se ubican los que tienen más de 50 hectáreas, que son 825 productores, pero a la vez poseen el 44% de las tierras en explotación.
Obviamente, nuestra provincia ocupa el primer lugar, con 10.975 productores, seguido muy de lejos por San Juan con 3.377. Catamarca tiene 1.022 productores, y es llamativo el 5º lugar de Salta en este ranking con solo 230.
Mendoza representa el 65% del total de la producción de vinos, seguida por San Juan con el 20%, Catamarca con el 6% y La Rioja en el cuarto lugar con el 5%, mientras que las demás tienen participaciones muy minoritarias. Es llamativo también lo bajo del número de productores que tienen propiedades en más de una provincia, siendo solo 23, lo que indica el carácter fuertemente local de la propiedad de la tierra, salvo entre las grandes superficies, que precisamente representan 17 de esas 23 empresas.
El lugar de Mendoza
Si analizamos puntualmente cómo se produce en la provincia, encontramos una preeminencia del Este, con el 39% de la producción. En esa región encontramos 4.407 productores, de los cuales el 42% tienen entre cero y cinco hectáreas, concentrados en el 7% de la superficie de la región.
El segundo lugar en producción es el Sur, con el 26% distribuido en 2.942 productores. En el Sur los minifundios tienen mucha más presencia: alcanzan el 69% del total, ocupando el 4% de la superficie.
Luego viene un núcleo apretado de tres regiones con muy poca diferencia de participación. La denominada Alta Río Mendoza, que concentra el 13% de la producción entre 1442 empresas. La incidencia del minifundio en esta región es del 41% con el 5% de la superficie.
Empatan luego con un 11% el Valle de Uco y el Norte. El primero con 1259 producciones, donde las parcelas de 0 a 5 hectáreas son el 36%, y el segundo con 1204 explotaciones, de las cuales el 42% son las de pequeña extensión.
La zona con mayor injerencia de extensiones grandes es el este. El 39% de las propiedades de más de 50 hectáreas está en la región, y el 40% de las que tienen entre 40 y 50 también.
En el valle de Uco esos rangos alcanzan al 21% en ambas categorías.
Si analizamos la zona Este, principal productora de la provincia y en consecuencia de la Nación, también encontramos disparidades. San Martín concentra el 48% de la producción, con 2059 productores cuyo 38% son pequeñas superficies.
Su número duplica a Rivadavia, que justamente tiene el 24% de la mano de 1.209 establecimientos con un 39% de minifundios, y se da el caso del que el 49% de la superficie en producción está en manos de las extensiones de más de 50 hectáreas.
Junín aparece apenas por encima de Rivadavia, con el 27% de la producción del Este, con 1.135 productores, el 42% de ellos con menos de cinco hectáreas. Santa Rosa tiene el 12% del total, con 525 productores, y La Paz llega apenas al 1% con 27 plantaciones.
Los números permiten trazar un perfil de la dimensión real del mercado. Por ejemplo, que la zona de tierras más valiosas y de vinos de más alta cotización no coincide con aquellas áreas más productivas y de mayor extensión.
Hay dos mercados para Mendoza en el mundo. Uno es la alta gama dirigida a mercados sofisticados que significa mucho a nivel imagen y a cimentar el prestigio del vino mendocino.
Hay otro mercado, que es el de los genéricos, las ventas a granel a mercados menos exigentes y de precios menos elevados. Pero este sector sigue siendo el más importante en su escala productiva, en su ocupación de la tierra y en la cantidad de empresas trabajando.