Acuerdo comercial con Chile aporta oportunidades para la economía de Mendoza

A mediados de 2017, los presidentes de Chile, Michelle Bachelet, y de Argentina, Mauricio Macri, dieron el primer paso de un acuerdo que bien podría interpretarse como superador a muchos logros de la Argentina en el bloque Mercosur. Era un ambicioso acuerdo comercial en el que se ensamblaban en complementación absoluta las economías de ambos países.

Quizá por eso es que tardó en entrar en vigencia: equipos económicos tardaron casi dos años en cada detalle que luego debían girar a sus respectivas legislaturas para que sancionaran leyes supranacionales. Instrumentos legislativos que no solo autorizaban a cada nación al acuerdo en sí, sino que le daban la mayor cuota legal por todo lo que implica el acuerdo y las garantías jurídicas para todos quienes participan de ambos lados de la cordillera.

El acuerdo, que rige desde hace algunos meses, muestra ya la complementación de chilenos y argentinos. Los primeros tienen tratados de libre comercio con todo el mundo, pero les falta producción. Todo lo contrario de la Argentina, que tiene una vasta y rica producción, pero mínimos acuerdos de libre comercio a nivel internacional. Otro punto importante es el arancel cero en exportaciones mutuas.

Uno de los datos sobresalientes de lo firmado por ambos países es que el acuerdo no solo incluye sectores comerciales, industriales y productivos de Chile y Argentina, sino también a lo estatal y a profesionales de diferentes ámbitos, como salud, educación, legales entre otros rubros, que podrán desempeñarse en los dos países siguiendo simples pasos que los habilitan automáticamente.

Una cuestión similar sucede con las inversiones que se pudieran concretar entre las dos naciones. Por supuesto siguiendo puntualmente el protocolo del acuerdo firmado que da muchas ventajas a los inversores, seguridad jurídica e igualdad en la participación de licitaciones.

El acuerdo incluye una tajante solución a algo que representa un añejo reclamo en ambos lados de la cordillera, y es lo relativo a la agilización de trámites. A partir de la entrada en vigencia del acuerdo, se implementará la denominada ventanilla única de comercio exterior y se agregarán la firma y documentaciones digitales. En una palabra, echa por tierra nociva burocracia en aduanas y con lógica aumentará el intercambio comercial que hoy no supera los US$ 100.000 por año.

Mendoza, proveedora de Chile

También está previsto en trascendental acuerdo que el vecino país abra a la Argentina la posibilidad de participar en el sistema estatal de compras públicas. Esto implica que nuestras empresas proveerán a Chile en todo su territorio, y así la provincia de Mendoza jugará un papel vital abasteciendo, entre otros, muebles de oficina, escuelas y construcción.

Los observadores de este trascendente paso comercial entre las dos naciones coinciden en que esto implica que Mendoza se prepare para aprovechar mejor la salida de toda su producción agroindustrial y también para jugar un rol fundamental como proveedora de servicios, que para este acuerdo será estratégica por la ubicación privilegiada de la provincia.

Sobre el tema habló con El Ciudadano el director gerente de ProMendoza, Mario Lázzaro, quien explicó que “el acuerdo económico con Chile entró en vigencia el primero de mayo de este año y tiene mucha importancia por su misma amplitud, que abarca no solo el comercio, sino también las inversiones y las contrataciones públicas. Además regula sobre los servicios, el e-commerce e incluye temas como género e emprendedurismo”.

Acerca de lo que implica el acuerdo para nuestra provincia, respondió: “Por supuesto que para Mendoza es muy importante. Por eso desde nuestra entidad hemos querido hacer conocer para el sector empresario, para los emprendedores y población en general todas las posibilidades y las oportunidades que este acuerdo brinda para desarrollarse tanto en el comercio con Chile como en la proyección de la provincia en el comercio mundial a través del Pacífico”.

Y agregó que “es un excelente paso que dan ambas naciones. El vecino país tiene tratados de libre comercio con el 86% del Producto Bruto Interno del mundo, mientras que la Argentina solo lo hace con el 11% del PBI del planeta. Es decir que el ingreso de Chile con prácticamente todo el orden internacional con tratados de libre comercio constituye una ventaja importante”. 

Lázzaro destacó especialmente que “el tema es que Chile tiene los mercados, pero no la producción. Entonces se complementa con nuestro país, que no tiene esa amplitud de mercados internacionales pero sí producción”.

El acuerdo y su contenido se viene tratando desde hace mucho tiempo, como lo resalta el ejecutivo de ProMendoza. “Nosotros venimos trabajando con los chilenos en encadenamientos productivos bajo el lema de que la cordillera nos une. Nos encadenamos con empresas de nuestro país –esencialmente de Mendoza– y chilenas para aprovechar esos tratados alcanzados por la vecina nación. Eso implica mucho, diría todo, porque es entrar al mundo con arancel 0, que da grandes ventajas en costos de traslado y valores de las operaciones que se llevan a cabo”, aseguró Lázzaro.