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Y ahora, ¿quién paga la cuenta?

25 de septiembre, 2018 - 18:19

Entre la tarde de este viernes y la noche del sábado, vecinos del pedemonte cercano al cerro Arco vivieron horas de angustia. Por un incendio que pudo ser evitado peligraban la vida y los bienes de los habitantes de esa zona ubicada al Oeste de la ciudad de Mendoza.

Las llamas, propagadas por el viento Zonda y su inclemente calor estaban muy cerca de decenas de viviendas habitadas por familias que, preventivamente, debieron ser evacuadas.

Para evitar una catástrofe, los bomberos de varios cuarteles salieron con sus elementos –¿suficientes?– para realizar su trabajo ímprobo y de esa manera extinguir las llamas que avanzaban hasta entonces sin ninguna barrera que las contuvieran.

Cientos de brigadistas provenientes de varios departamentos se sumaron al agotador esfuerzo, y en Las Heras, por caso, comenzaron a hacerse pedidos de agua para hacer llegar al foco del incendio.

Mientras, la población de un amplio sector de Mendoza vivía la incomodidad –mínima ante lo que sucedía en la zona más cercana a las llamas, pero incomodidad al fin– por la caída de cenizas y restos quemados de pasto y arbustos.

En fin, un panorama poco conocido en esta zona de la provincia que fue provocado por algún o algunos inconscientes –en mi barrio los denominábamos con una palabra un poco más dura– al "olvidarse" de apagar las brasas provenientes de algún asado. O quizás por alguien que quemó pastizales y el fuego se le fue de las manos.

Cualquiera sea el origen de las llamas, el saldo económico es totalmente negativo e insostenible. Un somero balance haría llegar a cientos de miles de pesos el costo de movilizar desde un camión de Bomberos hasta los aviones hidrantes, esto sin tener en cuenta el desplazamiento de brigadistas y los insumos necesarios para mantenerlos en condiciones de batallar contra las llamas.

Pero este resumen material no se puede comparar con la angustia de cientos de vecinos que vieron peligrar sus bienes y –por qué no– hasta sus vidas y la de su familia. De quienes fueron evacuados por temor a un final incierto provocado por la dramática situación en medio de escenas de pánico y nerviosismo.

El resultado de la estupidez

¿Quién paga esta "factura"? ¿Algún responsable de iniciar el fuego –cualquiera sea su origen– afrontará los gastos de tanto movimiento humano y de medios?

No es fácil individualizar a quien, de manera inconsciente o a propósito, inicia un incendio de esta magnitud. Los funcionarios que hablaron ayer coincidieron en que fue provocado “por el hombre”, y en ese sentido el secretario de Ambiente Humberto Mingorance denunció que lo sucedido en el cerro también se repitió en otros puntos. “En la provincia, hoy se detectaron 150 focos a partir de la información satelital. En la zona Norte es donde se concretó la mayor parte de los incendios”, señaló.

Acto seguido, el director de Defensa Civil, Daniel Burrieza, aseguró que los operativos para combatir incendios “no alcanzan si tenemos quemas descontroladas en campo. Por quemar malezas se pierden fincas y hectáreas de frutos por completo”.

“Tenemos que cambiar el paradigma del fuego. Le pedimos colaboración a la gente. Debemos entender que vivimos en una zona de sequía acentuada, las personas tienen que tomar conciencia de que no pueden prender fuego en cualquier lado”, agregó después el coordinador del Plan Provincial de Manejo del Fuego, Guillermo Ferraris.

Los otros tontos

Sin embargo, no sólo hubo un irresponsable que provocó el fuego sino también otros que usaron las redes sociales, sobre todo WhatsAapp, para pedirle ayuda a la población y "colaborar" con la extinción del siniestro mediante el aporte de diversos elementos para combatirlo, como agua, alimentos y herramientas. 

Otra vez las cadenas siendo protagonistas de una tontería mayúscula sin medir las consecuencias. Y el resultado de esto fue la solidaria movilización de muchos vecinos para reunir en un punto de Las Heras lo solicitado, transformándose sin quererlo en protagonistas de un voluntarismo inútil, ya que nada de eso era necesario, como lo aclararon los responsables de la lucha contra el fuego. "Tanto el Plan Provincial de Manejo del Fuego como los Bomberos de la Provincia o los destacamentos departamentales cuentan con los elementos necesarios para afrontar la tarea", comunicaron, y así desestimaron los pedidos que circulaban por las redes.

Y volvemos al título de esta nota. ¿Quién pagará la factura de tanto esfuerzo?

Nadie, seguramente. O todos, realmente, porque estos gastos saldrán de los impuestos que paga cada uno de los vecinos.