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Con la mira puesta solo en la gestión

A un año y medio de las próximas elecciones, el Gobierno aprieta el acelerador para conseguir sus metas. En tanto, trata de consolidar el frente que lo llevó a la victoria para conseguir una sucesión que continúe con el plan de mejorar la provincia

26 de junio, 2018 - 17:17

Contrariamente a como veníamos acostumbrados, en base a experiencias de gobiernos pasados que van diluyendo sus fuerzas y poder a medida que se acerca el fin de su mandato, el gobierno de Alfredo Cornejo parece querer terminar con la misma fuerza que le ha impreso en los primeros dos años y medio.

Por eso últimamente se ha visto una gran cantidad de cambios en el Gabinete para aggiornarlo y evitar el adormecimiento propio del aburguesamiento a medida que pasa el tiempo.
Por eso apuestan a no dormirse en los laureles, ya que evitar el letargo es fundamental para no transformarse en un Gobernador sin poder, como lo fueron varios de sus antecesores.

En busca del consenso

El Gobierno quiere cumplir varias de las metas que se fijó a partir de su asunción. Por eso se puede asegurar que en este año y medio que resta de gestión no sacará el pie del acelerador e insistirá con la ampliación de la Corte Suprema de Justicia de cinco a siete miembros, entre otros temas.

Claro que para lograrlo necesitará de consensos necesarios que por ahora no tiene, y para eso trabajan tratando de seducir a legisladores de Protectora, afianzar el frente Cambiemos y más adelante sumar algunas voluntades de un debilitado Partido Justicialista que día a día se fracciona más.

Trabajar con el mismo ímpetu, como si recién llegaran al gobierno es una estrategia que los lleva a seguir siendo protagonistas de la agenda de los mendocinos. Uno de los objetivos obtenidos hace poco fue la fácil designación de Dalmiro Garay como flamante miembro de la Corte Suprema de Justicia en reemplazo del renunciante Alejandro Pérez Hualde.

Seguramente desde ese lugar, el exministro de Gobierno tratará de apuntalar las reformas propuestas por el Poder ejecutivo y la Legislatura, necesarias para modernizar un Poder Judicial que todavía sigue defendiendo privilegios de antaño y que lo ponen en la consideración pública como uno de los poderes más desprestigiados de nuestra provincia.

“A no dormirse", es la orden, para seguir gestionando como hasta ahora, lo que hace que Mendoza sea un ejemplo para todo el país. Continuar con la austeridad que permitió equilibrar las cuentas producto de la reducción del gasto público, uno de los mayores logros de Cornejo y que varias provincias quieren imitar.

Para mantener ese orden será necesario gestionar sin endeudamientos, más en un año en que se deberán aplicar las “cláusulas gatillo” acordadas en las partidarias con los diferentes gremios, producto de que la inflación superó el aumento del 15% otorgado por el Gobierno y que demandará una gran erogación de dinero.

Buena onda con el PRO

Pero, por sobre todo, se apuesta a seguir manteniendo la fortaleza política, justamente ese poder que lo diferencia ostensiblemente de una oposición debilitada y sin rumbo, por lo que mantener el frente electoral Cambiemos será fundamental.

Por eso se pudo ver la buena onda entre Alfredo Cornejo y Omar De Marchi en el acto de reasunción como presidente del PRO del intendente de Luján. 

Allí el Gobernador no se cansó de agradecer el acompañamiento de los legisladores del PRO, quienes siguieron las iniciativas del Gobierno en la Legislatura provincial, un elogio que lleva a la lógica comparación con la actitud diametralmente opuesta del único legislador del PD que ha venido actuando como un libre pensador y no acompañó al Gobierno en decisiones más que importantes.

Con los ojos bien abiertos

En la Casa de Gobierno apuestan a mantener la buena imagen producto de la gestión, y no hablar de internas partidarias. Por eso dejan que el tiempo corra y que la gente decida qué tipo de gobernador desean para suceder a Cornejo.

No hay tiempo para pequeñeces electorales anticipadas, y el Gobernador, aparte de su función como tal, es el máximo conductor de la UCR nacional y participa activamente en la ‘mesa chica’ de Mauricio Macri, empecinado en volver a conquistar la confianza de la gente para con la Administración nacional, confianza que se fue perdiendo producto del difícil momento económico.

Muchos de los objetivos que le restan al Gobierno serán monitoreados por el flamante coordinador de Gabinetes, Andrés Peti Lombardi, un funcionario que camina la calle y que sabe que para mantenerse fuertes y vigentes deberán estar con los ojos bien abiertos en varios frentes.

Por ahora lo más importante es la gestión y trabajar para los mendocinos y luego, seguramente el año que viene, empezar a ver quién puede ser el delfín de Cornejo para sucederlo en la gobernación.

Tienen bien en claro que establecer otras prioridades es de una irresponsabilidad que no se condice con los tiempos que vivimos.