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Crisis de Alco - Canale: se perderían 1600 puestos de trabajo

Se agrava día a día la situación de la empresa conservera radicada en el Valle de Uco y San Rafael y es incierta la situación de sus empleados y proveedores.El cierre de sus tres plantas provocaría una desocupación sin precedentes en nuestra provincia

06 de diciembre, 2018 - 16:42

Las tres plantas que la conservera nacional Alco Canale montó en el Valle de Uco y en San Rafael, hoy son un duro testimonio de parálisis. Lejos han quedado aquellas 25 millones de latas de diferentes frutos de la tierra mendocina que se producían con la labor directa de 1.600 trabajadores, que recibían los envíos de más de 300 pequeños y medianos productores locales.

Por estos tiempos ambos sectores –trabajo y producción– están inmersos en la crisis de la empresa y esto arrastra a un gran problema de desinversión y desocupación que no tiene precedentes en Mendoza.

El Ciudadano había informado en octubre pasado que el titular del Juzgado Nacional de Primera Instancia Nº 1, Alberto Alemán, busca a empresas que se hagan cargo del complejo alimenticio en todo el país, una acción que está muy focalizada en nuestra provincia por la envergadura de la cantidad de personas involucradas.

Por esto el juez entiende que antes de decretar la quiebra, es necesario que no se profundice la parálisis fabril, algo que lamentablemente, iniciándose la temporada del sector, hasta ahora no ha podido revertir.

“Un duro golpe a la industria”

Ante el delicado momento, volvimos sobre el tema y entrevistamos en forma exclusiva al presidente de la Cámara Frutícola de Mendoza, Raúl Giordano, quien  ante el complejo panorama expresó que el presente de Alco Canale “es una situación judicializada. El juez que entienda en la causa (Alemán) trata desde hace rato de encontrar un comprador o alguien que la pueda arrendar para poner a las tres plantas de Mendoza a producir en esta temporada. Para que, de alguna forma en el corto plazo sean vendidas definitivamente”.

–¿La difícil situación desemboca en un callejón sin salida?

—Es muy complicada. Porque no solamente se complica la situación de la empresa, sino la situación coyuntural que nos apremia y que hace que tanto la parte financiera como la económica hagan sean otro de los aditamentos para que la conservera muestre los graves problemas que en sí tiene la industria del sector. 

Raúl Giordano, presidente de la Cámara Frutícola de Mendoza.

“Lo que ha sucedido con la conservera Alco Canale es un golpe muy fuerte a las industrias que represento. Le confieso que no existe antecedente en la vida frutícola de Mendoza, por lo que queda claro la gravedad de lo que hablamos”, consideró Giordano.

—Entonces, ¿esta crisis incide en todo el sector frutícola local? 

—En los últimos años ha ido decayendo la producción. La última campaña solo alcanzó a un 50%, gracias a algunas empresas que apostaron hacer negocios cerrados con el grupo Alco Canale para hacer producir sus propias marcas. Eso dio cierto alivio momentáneo, fundamentalmente para que las plantas tengan cierta actividad. Esta conservera, de 25 millones de latas que supo producir, bajó a solo 10 millones. Una cuestión que repercutió con fuerza preocupante en los pequeños y medianos productores que suministraban la materia prima”. 

“Por eso en los últimos años, han tenido que ir buscando alternativas para colocar su producción en otras empresas o cambiar su matriz productiva hacia otros cultivos, porque desafortunadamente en los últimos años no han podido tomar la producción de ellos”, explicó el empresario.

Importantes empresas solo amagaron con hacerse cargo de las tres plantas

Respecto de los posibles dueños que podría tener el emprendimiento Alco Canale, Giordano detalló que “Dulcor (Angiord SACI) está entre de las empresas del ramo que estuvieron interesadas. Conservas AVA SA también lo estuvo en su momento y alguna otra firma que evalúa las posibilidades de poder tomar a esta importante empresa nacional, hoy en crisis. En una primera instancia solo se la quería alquilar, hasta que el juez Alemán tomara la decisión y las acciones para poderla vender o poderla transferir”.

“Las tres plantas de Mendoza –de durazno en Cordón del Plata, del Valle de Uco; de tomates en Vista Flores y la de pulpas y mermeladas en Real del Padre, San Rafael– podrían cerrarse definitivamente. Desafortunadamente, a la altura del año en que estamos son más las posibilidades que no trabaje, que haga lo contrario. Muchos bregamos para que no sea así y que lo puedan hacer aunque sea en partes. Algo que no será a partir del 1 de enero, sino en meses posteriores del próximo año”, explicó.

Futuro incierto de empleados y productores

Acerca de qué pasará con los 1.600 trabajadores que dependen de la empresa en crisis, Giordano indicó que “el juez ha dispuesto que cualquier empresa que tome la actividad de las tres plantas de Alco Canale tiene que tomar a sus empleados. En ese sentido estaría asegurado el puesto de trabajo en la empresa que pueda hacer trabajar a la conservera, algo que es una destacada condición que ha colocado el juez a cargo de la quiebra”.

En cuanto a la situación de los productores y de los acreedores, indicó que “indudablemente, cuando hay un proceso de quiebra las deudas se tienden a licuar, congelar o ir a un fondo de reparto de acreencias que haya generado el grupo. Esto significa que toda deuda impositiva y crediticia que tenga la conservera, al decretarse la quiebra se licua. Algo que afectaría a todos, proveedores, industriales y organismos privados y de Gobierno, porque de alguna forma no es bueno que un colega esté en una situación de este tipo. Esperemos que si es una quiebra pueda alguien comprarla y de alguna forma ponerla activa nuevamente”.

El diálogo con el presidente de la Cámara Frutícola de Mendoza culminó con la sensación que se está ante uno de los problemas más grave que ha presentado el sector desde su creación. Un hecho que hace que también la Unión Industrial de Mendoza esté buscando alternativas para salvar lo que hasta hora es insalvable y que provocaría un grave perjuicio a todos los sectores detallados por Giordano.

Pero fundamentalmente a 1.600 familias que vivían de esto y a más de 300 productores que tiempo atrás tenían salida a su sacrificada producción anual a través de su venta a Alco Canale.