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¿Qué son las escafandras de oxígeno que quiere Suarez para Mendoza?

El gobernador anunció que el Estado comprará una serie de dispositivos para ayudar a pacientes críticos y afectados por el coronavirus. Te contamos en detalle de que se tratan estos dispositivos 

01 de septiembre, 2020 - 15:13

 

El gobernador de Mendoza, anunció este martes desde Casa de Gobierno que la provincia comprará para el apoyo de las unidades de terapia intensiva, un elemento que aseguran que ayuda a pacientes con un cuadro sanitario crítico producto del coronavirus, específicamente para ayudarlos a respirar y se trata de cascos con oxígeno o de ventilación.

Suarez remarcó que el Gobierno buscará adquirir 500 de estas unidades y que el valor de cada una, oscila entre los 400 y 600 dólares.

Suarez dio una conferencia de prensa, acompañado entre otros por la ministra de Salud de Mendoza, Ana María Nadal

 

El Gobernador aseguró que está buscando que exista un consenso unánime para la utilización de este tratamiento que tiene algunas críticas. De hecho, "El uso de escafandras es muy controvertido. No va a cambiar el curso de la enfermedad", advirtió en diálogo con El Interactivo, Arnaldo Dubin, miembro de la Sociedad Argentina de Terapia Intensiva.

Médicos probando el modelo mencionado

"En esta etapa de crisis surgen cosas que a veces no tiene sentido", marcó el especialista poniendo en tela de juicio la funcionalidad de este elemento como arma para combatir los efectos mortales del virus SARS-CoV-2.

 

Algunas características que hay que tener en cuenta a la hora de hablar de estos dispositivos de oxigenoterapia:

  • El dispositivo a seleccionar dependerá de las características y necesidades del paciente.
  • Entre los aspectos a tener en cuenta, se encuentran el flujo o concentración de O2 requerida, grado de cumplimiento, actividad y características individuales de cada paciente que los use.
  • Los dispositivos de oxigenoterapia se clasifican en dos grupos, de alto y bajo flujo. Esto depende de la mezcla gaseosa que llega al individuo.
  • La escafandra es transparente y de plástico flexible. El visor de es plástico más rígido y la cabeza del paciente ingresa por un anillo externo con truncado de látex que se ajusta el cuello. También se debe utilizar junto a un arnés de fijación para evitar que el casco se eleve producto de la presión y se separe así del cuerpo.
  • El casco tiene una capacidad máxima de flujo de 150 litros por minuto (1/ni), pero se usan habitualmente de 20 a 601/m en un tratamiento.
  • Para que la persona inhale se le pueden conectar: una fuente de oxígeno / aire comprimido o una manguera de ventilador mecánico no invasivo.
  • Tienen una válvula PEEP que permite regular la salida de aire y por ende la regulación de la presión en el interior del casco.
  • El uso de este casco de oxígeno permite que los pacientes no tengan que forzar su musculatura para poder respirar y les permita alcanzar mayores niveles de saturación de oxígeno.
  • Médicos aseguran que el paciente no siente molestias al utilizarlo y que solo se experimenta algo parecido al zumbido como “cuando se viaja en un avión”.
  • Advierten que el mal uso de estos cascos puede generar un daño permanente en el pulmón y que los dispositivos una vez colocados en el paciente, requieren un monitorio constante de un profesional de salud.
  • Es una solución para liberar el uso de ventiladores mecánicos para pacientes que si lo necesiten o requieran ser intubados. Esto les permite a las autoridades sanitarias ganar tiempo.