Video viral de una pareja que nadó con un cocodrilo en Tulum
Si bien las imágenes fueron registradas hace varios meses, tomaron trascendencia en las últimas horas por la peligrosidad de la situación y la actitud apacible del reptil
Por Redacción
En las últimas horas se conocieron imágenes de una pareja nadando con un cocodrilo en un cenote de Tulum, Quintana Roo en México . El momento que se volvió viral surge por lo peligroso de la situación y la actitud apacible del reptil.
El matrimonio está compuesto por el fotógrafo submarino Ken Kiefer, de 52 años, de Houston (Texas), y su pareja Kimber Kiefer, que están acostumbrados a este tipo de experiencias submarinistas, ya que son amantes de la aventura y de vivir andanzas únicas bajo el agua.
Si bien no se puede negar que la experiencia fue inconmensurable, el riesgo del momento los convirtió en tendencia mundial.
El video tiene varios meses, pero se conoció hace pocas horas, la pareja regresó a la Península de Yucatán en busca de nuevas aventuras. Los Kiefer se desplazaron hasta Tulum, México, con la idea de contratar los servicios profesionales de una empresa organizadora de aventuras para que los guiara de manera segura por las aguas submarinas para poder retratar el momento.
Y fue allí que en uno de los cenotes se encontraron con la "sorpresa" y nadaron con el cocodrilo. Kimber pudo posar como modelo submarina para el objetivo de su marido dando lugar a estas impresionantes imágenes.
"Cada vez que estás en el agua con los cocodrilos es emocionante. Modelar con los cocodrilos es un gran desafío que hemos probado varias veces antes. Nunca sabes lo que verás. Las personalidades y la agresividad de cada cocodrilo, el clima, la visibilidad, las corrientes y la luz solar disponible se combinan para presentar una gran variedad de imponderables en cada encuentro", contó Ken en su blog.
No es la primera vez que se lo puede ver al cocodrilo pasando cerca de los turistas, es más se llama Panchito hace más de cinco años que vive en ese cenote, por el que transita sin atacar a los visitantes.
Aunque es muy importante que los turistas no olviden que se trata de un animal salvaje, no de una atracción turística. Por ello, es esencial respetar su espacio y evitar siempre cualquier interacción con él.