Elecciones en Chile: cierran los comicios y se define el próximo presidente

Desde la madrugada de este domingo, los chilenos concurrieron a las urnas para decidir, entre Gabriel Boric (Apruebo Dignidad) y José Antonio Kast (Partido Republicano), quién será el presidente por los próximos cuatro años. La votación se reduce a un balotaje entre los dos candidatos que pudieron superar el 25% de los votos computados en la primera vuelta, la cual tuvo lugar en noviembre.

Las mesas abrieron a las 8 de la mañana en todo el territorio del país trasandino, que hasta las 18 tuvo tiempo para emitir su voto en una de las elecciones más polarizadas de su historia democrática.

Pasada la mitad de la jornada, dirigentes políticos y electores de la alianza política representada por Boric denunciaron irregularidades en el transporte público que impidieron, según acusaron, que varios votantes se desplazaran hacia los centros de votación. La advertencia fue compartida por el mismo candidato izquierdista, quien en declaraciones a la prensa pidió respuestas inmediatas al Gobierno.

Resultados de votos en el extranjero

Mientras los chilenos que residen en el país se acercaban a emitir sus votos, llegaron los primeros resultados de la elección de los radicados en países como Australia, Nueva Zelanda, Japón y Corea del Sur, como también en varias naciones europeas. Los informes preliminares indican una ventaja para Boric en los sufragios del exterior.

En Nueva Zelanda, por ejemplo, el líder de Apruebo Dignidad obtuvo 738 de los 865 votos emitidos, contra 118 de Kast, del Partido Republicano; en Australia los informes también revelaron ventaja para Boric, quien se impuso  por 2.009 votos contra 574 de Kast.

El candidato de 36 años triunfó también en territorio asiático. En Japón derrotó a Kast por 91 votos contra 29 en una única mesa en Tokio, y en Corea del Sur, ganó por 42 votos contra siete.

En España, tercer país del mundo con mayor número de chilenos habilitados para votar (detrás de EE.UU. y Argentina), Boric cosechó 3.002 votos, (78,06%), mientras que el líder del Partido Republicano obtuvo 844 preferencias (21,94%).

En tanto, en Suecia Boric ganó con 94%, en Francia con 89%, en Alemania con 83% y en Reino Unido con 69%.

Elección histórica

Las elecciones presidenciales de Chile en 2021 son las primeras de los últimos 16 años en que ni Michelle Bachelet ni Sebastián Piñera se presentan como candidatos. En ese escenario, los dos representantes que accedieron a la segunda vuelta presentan propuestas de país diametralmente opuestas, que polarizan aún más los proyectos políticos de ambos ex presidentes.

Jose Antonio Kast se sitúa en un conservadurismo de extrema derecha, con la idea de profundizar los aspectos de la gestión del presidente Piñera, quien cumple su segundo periodo. Algunos de los ejes de su programa son la seguridad, la economía y la migración. Su mandato se basaría en darle al mercado más libertad de acción y reducir en lo posible la participación del Estado en la economía, limitando además su incidencia en políticas sociales.

Con estas propuestas logró sacar la mayor cantidad de votos en la primera vuelta, donde superó a su rival de Apruebo Dignidad por casi tres puntos porcentuales.

Boric, por su parte, alienta a que el país adopte un modelo socialdemócrata, más a la izquierda de lo que representó Michelle Bachelet durante sus periodos presidenciales (de 2006 a 2010 y de 2014 a 2018). En este sentido, el foco de su gestión apuntaría a responder ante las exigencias sociales que se plasmaron en el estallido de 2019 y que llevaron a la realización del plebiscito nacional en que los chilenos votaron por crear una nueva Constitución Nacional. 

En líneas generales, el actual diputado promete políticas públicas orientadas a reducir la desigualdad, un sistema fiscal más progresivo y mayor presencia del Estado en salud, pensiones o educación.

Si lograra imponerse en el balotaje del 19 de diciembre, se convertiría en el presidente más joven de la historia del país con 36 años. Para eso deberá romper con una condición inédita en elecciones presidenciales de su país: remontar la desventaja de la primera vuelta y ganar la presidencia en la segunda.