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China inauguró el puente sobre el mar más largo del mundo

El país Oriental desplegó un viaducto marítimo de 55 kilómetros de longitud que vincula las regiones de Hong Kong, Macao y Zhuhai. La obra representa una hazaña de ingeniería de gran importancia económica y política

Por Redacción

23 de octubre, 2018 - 12:34

El presidente chino Xi Jinping inauguró el puente más largo del mundo sobre el mar, una obra titánica que conecta las ciudades sureñas de Hong Kong, Macao y Zhuhai. Se abrirá oficialmente al público desde este miércoles.

La magistral estructura comenzó en el 2009 y requirió casi una década para llegar a su fin. Estuvo envuelta desde un comienzo por interminables retrasos, sobrecostos, corrupción y la muerte de varios obreros. Involucró una inversión de 20 mil millones de dólares.

 

Cifras imponentes

 

55 kilómetros de longitud; más de 16.000 millones de euros de presupuesto; 400.000 toneladas de acero utilizadas (60 veces la cantidad de la torre Eiffel), nueve años de trabajo para crear un entramado de pilares y puentes, dos islas artificiales a prueba de tifones y terremotos y un tunel submarino de 6,7 kilómetros (hecho a 44 metros de profundidad para permitir el paso de grandes barcos a través del delta del río Perla, el corazón del crucial sector de manufactura chino) que hacen de este proyecto uno de los más complejos jamás ejecutados por la mano del hombre.

Su utilización reducirá el tiempo de viaje a través del delta de varias horas a sólo 30 minutos. Disminuye sustancialmente el tiempo para ir desde Hong Kong a Zhuhai y Macao, tres de los grandes núcleos urbanos. El viaje entre Zuhai y el aeropuerto de Hong Kong, que ahora lleva cuatro horas, se recortará a unos 45 minutos. Por su parte, la distancia entre Zhuhai y la terminal de contenedores de Kwai Tsing (gran centro logístico y comercial de la antigua colonia británica) se reducirá de 3,5 horas a 75 minutos.

Para las autoridades, esta construcción será de gran beneficio para China y generará interesantes intercambios comerciales entre las ciudades, que se verán netamente favorecidas.

 

 

El lado negro de la obra

 

Durante su construcción, diez obreros fallecieron y unos 600 sufrieron lesiones, por lo que el diputado hongkonés Fernando Cheung, llegó a apodarlo “el puente de sangre y lágrimas”.

Grupos ecologistas orientales y de todo el mundo han expresado su descontento, argumentando que el puente ha generado graves daños en el ecosistema y en los delfines blancos de la zona, que han reducido su población considerablemente, ya en peligro de extinción.