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Aprovecha cada momento para llegar óptima a la cita olímpica

La windsurfista mendocina  Celia Tejerina buscará en Tokio ubicarse entre los primeros 15 lugares y por eso intensifica su preparación

Por Redacción

01 de septiembre, 2020 - 18:01

La atleta Celia Tejerina ganó la clasificación para los Juegos Olímpicos de Tokio 2021, que se realizarán del  23 de julio al 8 de agosto, tras coronarse campeona en el Sudamericano de Clase RSX femenina, disputado en febrero pasado en la ciudad de Mar del Plata. Allí superó en la tabla final a la brasileña Bruna Martinelli y a la venezolana Dismary Bonillo.

Además de duro entrenamiento casi todos los días, María Celia comparte su tiempo con sus estudios, ya que cursa el cuarto año en la Facultad de  Ciencias Económicas de la UNCuyo.

Integra la Selección Argentina de Windsurf, que tiene un solo representante argentino en hombres y una sola también en mujeres y además es miembro de Asociación Mendocina de Windsurf. Está bajo las órdenes de Raúl Saubidet, entrenador olímpico argentino de windsurf, en tanto que en el aspecto mental trabaja con Mercedes Apugliese, licenciada en psicología especializada en el deporte.

Tejerina explicó que comenzó a navegar “cuando tenía 14 años en el dique Potrerillos, en 2009, en la asociación a la que pertenezco. Ese año había un programa de desarrollo nacional, de cara a los Juegos Olímpicos de la Juventud en Singapur 2010. Me hicieron parte de esto y poco después estuve en el seleccionado juvenil y seguí compitiendo”.

Más adelante, indicó: “Cuando ingresé a la facultad, dejé un poco de competir, pero cuando tenía 19 años me propuse ir a un  juego olímpico, Río de Janeiro 2016, y a un torneo Panamericano, Toronto 2015. Puse mucho esfuerzo y dedicación y pude lograr esos dos objetivos, que fueron clasificar a ambos juegos y, desde allí, continué dedicándome a este deporte ya profesionalmente”.

“Para mi -dijo-, los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro 2016 como primera experiencia olímpica fue muy buena. También fue con mucho trabajo previo, muchas horas de entrenamiento y dedicación, lo cual es muy valioso”, añadió.

Agregó que “tenía como objetivo estar entre las 20 mejores y quedé número 21. La verdad es que estuvo bien y por un puesto casi lo logro, pero fue un campeonato muy duro. Tuvimos condiciones muy adversas y muy distintas a las que veníamos trabajando allí en Río de Janeiro, no eran mis mejores condiciones, pero igualmente creo que pude hacer una muy buena actuación, teniendo buenos puestos y casi ganándoles a todas las rivales que tenía en la mira”.

“El objetivo en Tokio es quedar entre las 15 mejores”, explicó la deportista y además adelantó: “Con todo esto de la pandemia, se nos ha complicado un poco la planificación del trabajo. Es muy importante trabajar en la parte técnica específica, ya que el lugar donde competimos, en Hiroshima, el mar es muy técnico y muy complicado, por lo que estamos viendo cómo seguir para llegar de la mejor manera y poder cumplir este objetivo”.

Respecto del ritmo de entrenamiento durante la pandemia, la deportista reconoció que “la verdad que estos meses han sido muy cambiantes. Al principio, cuando se cerró todo, igualmente estaba muy motivada, trabajé mucho en casa, hacía doble turno de entrenamiento, uno por la mañana, donde generalmente era yoga, y otro por la tarde, que era más funcional, más de potencia aeróbica”.

“Cuando nos habilitaron a salir –agregó– para realizar actividades al aire libre, me dediqué más a la parte aeróbica, resistencia más de fondo. También aproveché a salir porque tenía muchas ganas. Andar en bicicleta y correr para nosotros es muy importante porque son actividades que requieren mucho de la actividad aeróbica”.

Sostuvo luego: “Cuando pudimos salir a navegar a Potrerillos, la verdad que fue muy lindo, ya estaba en un momento donde necesita un empujón más y esas ganas de volver al agua. Esa oportunidad vino en el momento justo, ya estaba un poco preocupada y nerviosa, porque ya llegaba acá el invierno y no iba a poder navegar. Por suerte nos habilitaron y eso hizo que bajara un poco la ansiedad y me enfoqué nuevamente en el entrenamiento, que es importante”.

“Me encanta hacer las dos cosas que me gustan”, manifestó también Tejerina respecto de compartir el tiempo entre el estudio y el windsurf: “Me encanta poder hacer las dos cosas que me gustan y poder desarrollar distintos aspectos de mi vida. No es fácil llevar las dos cosas a la vez, porque me implican muchas horas de trabajo, nervios y estrés, pero realmente me gusta hacer las dos actividades. Esta cuarentena me dio un empujón importante y más tiempo para poder estudiar, que antes por los viajes y torneos se me complicaba un poco”.

Consideró también: “Como estuve tanto tiempo sin navegar, en la actualidad estoy priorizando ir a Potrerillos. Cuando los días están lindos y no hace frio, voy a navegar. Siempre es importante y más ahora priorizar la salud y no enfermarnos. Cuatro veces por semana intento ir a navegar y luego, dependiendo de cómo estuvo el día de trabajo en el lago… me implica mucho tiempo, son dos horas de viaje entre ida y vuelta, más las dos horas de entrenamiento y más el tiempo que me demanda preparar el equipo, cuando llego acá y el físico me responde, hago un turno más de entrenamiento físico, pero no puedo hacerlo siempre”.

En ese sentido, comentó también que “dos días más a la semana, dependiendo si puedo ir cuatro veces al dique o no, llevo adelante la parte física. Siempre intento entrenar cinco días a la semana y descansar dos, o bien trabajar seis y descansar uno, dependiendo de cómo estuvieron la intensidad y el descanso”.

Finalmente, la atleta indicó que “por ahora no he viajado a Buenos Aires, solo estuve navegando acá en Potrerillos. Estoy planificando con mi entrenador cuándo viajar para continuar allá otra etapa de mi preparación”.