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A diez años del día más triste en la historia de River

El 26 de junio de 2011, la historia de River sufriría el capítulo más duro. A diez años de su descenso, repasamos todo lo acontecido

Por Redacción

26 de junio, 2021 - 08:14

Lo que nunca nadie pensó, finalmente sucedió en la tarde del domingo 26 de junio. River igualaba con Belgrano (1 a 1) y, tras el 0-2 en Córdoba cuatro días antes, el conjunto de Juan José López descendía a la segunda división del fútbol argentino. ¿Cómo una institución grande y reconocida a nivel mundial, llegó a esa situación?

Como se sabe, el fútbol argentino se rige por promedios desde 1981. Un cálculo matemático de las últimas tres temporadas, que lo que hace es beneficiar a los equipos más regulares, que por lo general son los grandes. Pero esa misma decisión, terminaría perjudicando a River en el 2011, y más tarde a Independiente en 2013.

Y es importante destacarlo, porque el River del 2011 fue el plantel que menos mereció perder la categoría. Esa última temporada (2010/2011), dejó al Millonario en la sexta ubicación general con 57 puntos (31 cosechados en el Apertura 2010 y 26 en el Clausura 2011). Y si no hubiera descendido, ese mismo equipo hubiera jugado la Copa Sudamericana unos meses después. 

Sin embargo, y luego de años de malas campañas y gestiones directivas, el 26 de junio de 2011 se escribiría el capítulo más triste de la historia del club de Núñez. River perdería la categoría, luego de una serie promoción ante Belgrano que se definió en su estadio y en la cual tuvo la ventaja de deportiva en caso de empate. 

Había que levantar un 0-2 y la tarde había comenzado de la mejor manera para el local. Gol de Mariano Pavone a los 5 minutos del primer tiempo y, con un tanto más, hubiera mantenido la categoría. Esa primera mitad fue toda de River. Manejó la pelota, generó situaciones de gol pero ese segundo gol salvador, no llegaría.

En el entretiempo, se llevaría a cabo uno de los episodios más bochornosos de la historia. Barrabravas del local ingresaron al vestuario de Sergio Pezzotta y lo amenazaron para que cobrara un penal en el complemento. Los inadaptados tuvieron acceso libre para poder hablar con la terna arbitral, algo imposible de creer en el fútbol moderno y profesional. 

Al margen de esto, el partido continuó pero ya River no tenía la misma frescura que en la primera parte. Los nervios y la presión de los locales se sentía en el ambiente, mientras Belgrano estaba agazapado esperando acertar en algún contragolpe. Algo que sucedería en el minuto 16 a través de Guillermo Farré. Con ese 1-1 parcial, otra vez el equipo de J. J. López estaba obligado a anotar dos tantos para permanecer en primera.

Ocho minutos después, llegaría el penal que Pezzotta no cobró en el primer tiempo. Pavone sería el encargado de ejecutarlo, pero el mismo sería atajado por Olave, siendo éste el golpe final para el descenso Millonario. 

El partido no terminó, porque antes del pitazo final, hubo serios incidentes en las tribunas, que imposibilitaron continuar con la acción, aunque el descenso de River ya estaba consumado. Sin dudas, esto generó un antes y un después en el fútbol argentino, sobre todo para la historia de uno de las instituciones más ganadoras del mundo.