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Una semifinal con sabor a final anticipada, Brasil decime que se siente

10 de diciembre, 2019 - 11:19

“Tener en casa a tu papa” … canta el público argentino con más de 20 mil hinchas en el mítico estadio Maracaná, cuando faltan 10 minutos para el final del partido ante Venezuela y el triunfo se va confirmando en un 2 a 0 con goles de Lautaro Martínez y Giovanni Lo Celso.

Finalmente, el colombiano Wilmar Roldan pita el final del encuentro y la Selección Argentina es semifinalista de la Copa América. En esa instancia lo espera Brasil en lo que será el clásico sudamericano más importante, con característica de final.

No será una mera semifinal de copa, sino tendrá un sabor especial a final anticipada. Porque para este cronista el vencedor de este partido será el gran candidato para llevarse título.

Hay muy buen clima en el plantel argentino. En los últimos entrenamientos hubo rostros sonrientes, sin tensiones. El pase a las semifinales trajo calma y dejó de lado los nervios. El grupo está unido. Confiado. Y con mucha fe de seguir avanzando. Entrena relajado, pensando en Brasil.

En las calles de Rio de Janeiro se observan grupos de argentinos contentos y felices. La mayoría disfrutan de las playas de Copacabana e Ipanema con una temperatura que alcanza los 30°. Muchos de ellos tienen programado viajar a Belo Horizonte. Y hasta se quedarían hasta el último partido que podría ser la final en el Maracana el domingo 7 de julio frente al ganador de Chile contra Perú o un día antes en el Arena Corinthians de Sao Paulo por el tercer o cuarto puesto.

De cara al choque del martes, Brasil es el favorito por ser local pero Argentina tiene historia, viene mejor sí nos basamos en como pasaron ambos los cuartos de final, el local por penales y el seleccionado nacional ganando en los 90´; y tiene al Messias, al mejor de todos, como muy bien remarcó el defensor Thiago Silva.

Todavía Messi no apareció en su esplendor. No desplegó todo su buen fútbol, su desparpajo. Entró poco en juego, pero le queda el partido de la consagración. Y tal vez en Belo Horizonte, donde estuvo presente en el empate 1 a 1 con Paraguay en la segunda fecha de la fase de grupos, le sienta bien.

El pasado no beneficia a ninguno de los dos en el “Mineirao”. Será el mismo escenario donde Argentina perdió 3 a 0 el 10 de noviembre de 2016 ante el local por las eliminatorias para el Mundial 2018. Y Brasil sufrió la peor derrota de su historia en la Copa del Mundo 2014, tras caer ante Alemania por 7 a 1.

El local tendrá la presión de jugar en su casa frente su gente. Habrá un ambiente caldeado porque se harán oír los hinchas locales más que los argentinos. En la previa, el dueño de casa tendrá más público que la visita. Pero con el correr de los minutos la presión le jugará en contra en caso de que se mantenga la igualdad. Y ahí Argentina deberá sacar provecho de esa situación.

Siempre un enfrentamiento de tamaña importancia se juega diferente, con el cuchillo entre los dientes. Tal vez, sea un juego más trabado y con poco fútbol porque las circunstancias así lo ameritan. Pero también será fundamental la estrategia futbolística que planea cada entrenador.

En el local, “Tite” contará con la vuelta de Casemiro por Alan. En teoría, sería el único cambio manteniendo el esquema 4-2-3-1 que se observó en lo que va de la copa. Podría ser con Alisson, Dani Alves, Thiago Silva, Marquinhos, Filipe Luis; Arthur, Casemiro, Philippe Coutinho; Firminho, Everton, Gabriel Jesus

Brasil es un equipo serio. Difiere mucho de lo que fue Qatar y Venezuela. Es un conjunyo más resolutivo en ataque y con delanteros que marcan diferencia. A comparación de la Vinotinto y del campeón de Asia, el local crea muchas mas situaciones de peligro y es ahí donde el seleccionado de Scaloni deberá estar preparado para contrarrestar ese poderío local.

Argentina estará obligada a esta firme en defensa, en la salida por abajo porque la Verdeamarela presiona bien arriba y cualquier error podría ser beneficioso para el ataque rival.

El equipo de “Tite” no tiene a Neymar pero sí a Gabriel Jesús que es un hábil delantero, que se mueve bien en el área y cuenta con dos extremos bien punzantes como Coutinho y Firminho, de buena pegada de afuera del área. Aún no recibió goles en los 90’, porque tiene a un gran arquero (Alisson) y una defensa solida que hace tiempo es la misma, con centrales que resuelven bien en el mano a mano.

En Argentina, Lionel Scaloni todavía no dio indicios de una posible formación. Sabe que tiene que cuidarse un poco más y tomar recaudos. Eso no significa que haga muchos cambios, pero sí entiende que tendrá más trabajo en defensa y en la mitad de cancha y tal vez resigne un delantero por un volante de ida y vuelta.

El técnico analiza el cambio de Ángel Di María por Sergio Agüero, con el doble trabajo de “Fideo” de atacar por la izquierda, pero también retroceder para la recuperación de la pelota. También, maneja en su cabeza la idea de repetir el mismo 11 que viene de ganarle a Venezuela y no sería para nada descabellado. Es más, rompería con una racha de 12 partidos sin repetir equipo. Hasta ahora, nunca lo hizo como entrenador de la Mayor. Esto se debe a que quedo muy conforme con el rendimiento en el partido de cuartos de final.

Será fundamental para Scaloni definir bien quién será su defensor por derecha. Ante la Vinotinto apostó a Juan Foyth por su altura en las pelotas paradas pero esta vez tendrá enfrente a un extremo rápido que puede sacarle ventaja en el uno contra uno. Tal vez, resigna altura por un lateral con quite y proyección como podría ser Saravia.

Lo cierto a esta altura, es que la Selección nacional tendrá que mejorar su rendimiento para ganarle a Brasil. Para eso, necesitará del factor Messi en su máxima expresión. El capitán precisa tener ese partido que lo consolide, que sea el despegue ideal para llevar al equipo a su tercera final consecutiva de Copa América y soñar nuevamente con cortar una racha de 26 años sin títulos.

Lucas Gatti - enviado especial a la Copa América Brasil 2019