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Franco Caimi: "Enfrento día a día el riesgo"

El deportista cree que el destino está marcado, aunque reconoce que trabaja todo el tiempo para disminuir los riesgos, en un deporte peligroso como es el motociclismo

04 de mayo, 2019 - 18:33

Es tres veces campeón argentino de enduro, la misma cantidad de títulos que obtuvo en Chile. Además fue dos veces monarca Latinoamericano, que se suman a las seis medallas de oro en los distintos mundiales que participó. Y sus tres Dakar (con un octavo puesto como mejor resultado) lo transforman en uno de los más importantes pilotos de enduro y rally de Argentina en toda su historia.

Y a sus 31 años recién cumplidos, Franco Caimi se permite analizar su incursión en el deporte profesional con una cabeza muy amplia.

“Los amigos de mi viejo me querían hacer jugar al rugby, pero más allá que fui a la cancha un par de veces, el amor por la moto siempre pudo más. Yo me despertaba por las mañanas y salía corriendo a abrazar la moto de mi papá. Siempre practiqué deportes individuales, porque además de ser lo que soy deportivamente, de chico jugué al tenis y llegué a cinturón negro de taekwondo”, rememora Franco.

Franco junto al español Marc Coma, uno de los ganadores del Dakar.

“Para mí el deporte fue una verdadera escuela de vida. Me plantó los valores que con el paso de los años me sirvieron para ser lo que soy, como el respeto y el compromiso. Y más allá que admiro o me gustan muchos deportes colectivos, practicar el motociclismo que es muy individual me ayudó a conocerme a mi mismo”, agregó.

“Yo siempre digo que en competencias tan extremas como el Dakar, existen las ganas de ganarle al rival, pero también a la propia carrera y las dificultades que plantea, pero fundamentalmente vencerte a vos mismo, a tus temores, a tus debilidades y una vez que lo hacés salís mucho más fuerte no solo como deportista, sino también como persona”, reflexionó.

Consultado sobre los riesgos constantes que plantea un deporte como el motociclismo, Caimi puntualizó: “Me enfrento día a día con el riesgo, no solo cuando disputo una carrera, que al fin y al cabo es lo único que la gente ve. Entrenando incluso tenés muchas posibilidades de golpearte feo y en ese momento no existen las medidas de seguridad adecuadas. Yo no tengo miedo, nunca lo tuve, pero si soy consciente y responsable por lo que hago. Entonces con una buena preparación trato de achicar ese margen negativo y disminuir los riesgos que en algunos casos hasta pueden ser fatales. Creo mucho en que el destino está marcado, y que las cosas pasan porque tienen que pasar y contra eso no hay mucho por hacer”.

Franquito se encuentra conviviendo con su novia y proyecta formar una familia en tiempos venideros, pero además asume con altura que esta etapa como piloto en algún momento se terminará: “Sé perfectamente que esto no es para siempre, pero más allá de eso me veo relacionado con el mundo del motociclismo en una nueva etapa. En algún momento quiero devolverle a este deporte tan maravilloso todo lo que me dio”.