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El futuro del seleccionado: es hora de parar la pelota

Por Redacción

23 de julio, 2018 - 12:25

Desde el martes pasado el cargo de director técnico de la Selección Argentina está vacante. Jorge Sampaoli firmó la recisión de su contrato con la Asociación del Futbol Argentino (AFA) a cambio de dos millones de dólares.

El entrenador de “Casilda” cobrará un millón 600 mil dólares en seis cuotas, mientras que sus colaboradores, el preparador físico Jorge Desio y el analista de video, Matías Manna, se repartirán 400 mil de la misma moneda. La rescisión del contrato de Sampaoli (le quedaba 4 años de vínculo) fue de común acuerdo entre él y el presidente de la AFA, Claudio Tapia.

¿Cómo será el futuro de la Selección Argentina?

A partir de ahora es un buen momento para que los principales dirigentes de la AFA analicen ¿cuál es el proyecto que desean para el seleccionado? Primero, deberán tomarse el plazo necesario para pensar hacia donde quieren llevar el barco. Que es lo que quieren y cuánto tiempo están dispuestos a esperar para que el nuevo cuerpo técnico arme un proyecto que superé las expectativas de propios y extraños.

Es el momento de no tomar decisiones apresuradas. De evitar designar a uno de los entrenadores de “moda” que hoy están en carpeta (Diego Simeone, Mauricio Pochettino, Marcelo Gallardo, Matías Almeyda, Jorge Almirón y Ricardo Gareca) por el sólo hecho de que no quede vació el puesto por mucho tiempo. Hablar con cada uno de ellos y analizar el proyecto que presenten a largo plazo sería lo más correcto. Y después, recién decidir.

En términos futbolísticos, es hora de parar la pelota y no revolearla hacia adelante ante la desesperación. Sino mirar hacia los costados y analizar quién sería la mejor opción para que se ponga el buzo de entrenador de una selección que viene siendo vapuleada hace años por golpes recibidos, ya sea en el campo de juego como también por las malas decisiones de sus dirigentes.

Debemos terminar con la improvisación y todo debe encaminarse hacia un proyecto que abarque un cambio generacional de jugadores. También, comenzar a trabajar fuertemente en las selecciones paralelamente al de la Mayor. Un trabajo integral de captación y formación de juveniles que serán a futuro la representación de la selección mayor.

Para llevar a cabo este proyecto integral suenan hombres serios para ocupar el cargo de director de Selecciones. El elegido será el encargado de coordinar todas las juveniles e integrar el grupo reducido que designará al nuevo entrenador.

Pero el designado coordinador deberá tener muy en claro que su función será trabajar con las juveniles y no dirigir la Selección Nacional, ya que deberá correrse de ese rol que tanto anhela y por el cual podría tener cortocircuitos con el nuevo técnico.

Los candidatos son José Néstor Pekerman, actual técnico de la Selección de Colombia; Alejandro Sabella, ex técnico de Argentina y Hugo Tocalli, actualmente en la función de Co-coordinador de divisiones juveniles de San Lorenzo. Cualquiera de los tres no sería descabellado para cumplir dicha función, ya que tienen fuerte vinculo con futbolistas de selecciones y experiencia en el manejo de ellos.

Pekerman, por su función actual en Colombia, preferiría seguir dirigiendo en lugar de coordinador. Sus ganas de seguir como cabeza de un cuerpo técnico pueden más que su afán de llevar adelante un plan integrador. En cuanto a Sabella y Tocalli, no tendrían problemas de ejercer el cargo de director de Selecciones.

En cuanto al nuevo director técnico de la Mayor, deberá demostrar que se puede recuperar lo que se ha perdido, por lo menos desde la salida de

Sabella en ese cargo. Que pueda aplicar su metodología de juego. La selección no estará en manos de los futbolistas. Él deberá tener la libertad para poner y sacar jugadores cuando crea necesario. Tener personalidad para no dejarse avallasar por referentes dentro y fuera del vestuario. Un técnico que mande. Que sepa manejar al mejor jugador del mundo, Lionel Messi. Ni ser enemigo, ni amigo. Escucharlo. Intercambiar puntos de vista. Pero el entrenador tendrá que tener la última palabra a la hora de decidir como jugar y qué once parará.

El objetivo principal del elegido será armar una estructura seria, bien sólida y sin límites de tiempo. Tendrá que ser un “arquitecto” que en base a una estructura firme sostenga el proyecto de construir un “edificio” desde los cimientos hasta que llegue a la cumbre máxima que es cuando rompe la cinta de estreno. Pero para eso se necesita un proyecto a largo plazo. Un Trabajo en conjunto. Y respaldado por el tiempo, antes de que todo se vuelva a derrumbar.

 

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