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El ex futbolista mendocino que convivió con el plantel de Boca en Miami

19 de julio, 2018 - 00:48

Se llama Mario Gómez, es mendocino, ex futbolista de Atlético Argentino y Godoy Cruz Antonio Tomba, hincha de Boca y reside en Miami desde hace 18 años.

Gómez, se inició en las inferiores de la Academia de San José, debutó en Primera en 1996 (fue parte del equipo que se consagró campeón del torneo de la Liga Mendocina) y de allí saltó a Godoy Cruz para actuar en el equipo liguero y ser parte del equipo de la B Nacional. Llegó a EE.UU, como tantos otros argentinos, tras las crisis del 2001. Primero con la expectativa de jugar en la incipiente Major Soccer y luego de buscar una mejor perspectiva laboral.

En Miami jugó en las ligas locales, y ahora ya retirado; lo hace en una suerte de torneo de aficionados. Entremezclados con compatriotas suyos, uruguayos y colombianos, Mario se prende en esos torneos de fines de semana, con las mismas ganas de cuando en Mendoza marcaba a delanteros como Bramucci, Javier Sánchez y el Galo Angelelli.

“A los 40 me cuesta más”, dice y suelta una carcajada, el mendocino que echó raíces en el Norte junto a su mujer y sus hijos. Allí tiene una pequeña empresa de mármol y granito.

Por estas horas, Mario Gómez cumplió el sueño del pibe. Nada menos que darse el gusto de conocer a sus ídolos xeneizes, que se encuentran en la ciudad costera de EE.UU realizando la pretemporada futbolística con vistas al torneo de Superliga y la Copa Libertadores de América.

El mendocino fue testigo de la goleada de Boca por 7 a 1 al equipo local, en el que la rompieron Benedetto y Mauro Zárate.

“Tiene una jerarquía de no creer. Benedetto está mejor que nunca, aunque el que más me impresionó fue Pablo Pérez, un tipo que mete y tiene voz de mando, sin importar si es amistoso o partido oficial”, cuenta Gómez.

En compañía de su hijito Fran, el mendocino luego de gozar con las conquistas de sus ídolos, como si estuviera en la Bombonera, se sacó fotos con varios miembros del plantel boquense, caso Tevez, Gago y el propio Pérez. Era como tenerlos en el patio de su casa y darle rienda suelta a la pasión del hincha, que no la mata ni el tiempo ni la distancia.

Lo mismo que cada tanto, cuando viene de visita a Mendoza y pasa a saludar a viejos amigos del club como Morichetti, Sedano y Tolo Funes, entre tantos otros. Porque si bien es cierto que su lugar en el mundo es Miami, buena parte de sus afectos quedaron en la provincia.