JJOO JUVENTUD | Sol Ordás: "remo de oro" y una tradición familiar de gloria
Buenos Aires 2018 quedará en nuestra memoria para siempre: la joven de 18 años se consagró como la primer mujer en conseguir una presea dorada en remo en la historia del olimpismo
Por Redacción
Nacida en San Nicolás de los Arroyos, el 24 de septiembre de 2000, María Sol Ordás ya quedó en la historia del deporte nacional y mundial. Pero para los que la conocen, esto no es ninguna novedad teniendo en cuenta que la juvenil ya traía el remo y amor por el olimpismo en su sangre desde que nació. Sus padres fueron grandes practicantes de ese deporte que, al parecer, se convirtió en una herencia familiar que trasladaron a su hija desde pequeña.
Su mamá, Dolores Amaya, compitió en los Juegos de Atlanta 1996, en la categoría doble scull, y no pudo presentarse en la próxima edición ya que Sol se estaba gestando en su vientre. Su papá, Damián Ordás, fue triple medallista en los Juegos Panamericanos de Winnipeg 1999 (dos medalla de oros y una de plata) y compitió en Sidney 2000.
La reciente medallista olímpica viene con un pasado cargado de logros deportivos y su familia ha sido un pilar fundamental para sembrar las bases de la constancia, esfuerzo y amor por el remo. Sin embargo, la joven declaró: "Empecé a remar a los 12 años. Al principio sentía la presión por tener padres olímpicos y por todos sus logros, pero ahora esa presión se fue. Ellos nunca me la hicieron sentir”.
La competencia
María Sol siempre ha estado acostumbrada a competir en 2000 metros. En la prueba en la que se consagró, categoría 500 metros skiff junior femenino, debió adaptar su estilo, haciéndolo menos explosivo y más resistente. Pese a la dificultad que esto le generó, logró dominar la disputa y marcó la diferencia en los últimos minutos.
Todos los presentes en el Dique 3 de Puerto Madero se mantuvieron expectantes hasta el final, ya que fue muy reñido. La sueca Elin Lindroth se mantuvo adelante durante gran parte de la competencia, sin embargo Ordás se impuso casi llegando a la meta y se alzó con el premio más soñado tras una marca de 1:43.81.
"Nunca supe que estaba adelante. Cuando llegué lo pensé, pero me dijeron que había photofinish, que era de plata. Fue un buen tiempo. Viento a favor", expresó emocionada.
Recordemos que la joven venía de ser subcampeona del mundo en el mundial junior de remo, que se celebró hace unos meses en República Checa, por lo que los Juegos Olímpicos de Buenos Aires fueron el escenario perfecto para que se sacara la espina del segundo puesto. ¡FELICITACIONES, SOL!