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¡Felices cien años, querido Godoy Cruz Antonio Tomba!

Hoy 1 de junio, el legendario Expreso celebra su centenario como institución. Vaya como homenaje a su historia e hinchas este texto poético

01 de junio, 2021 - 10:47

No me dejará mentir un viejo amigo querido, cuando se dice que el Tomba es como una gran familia. Y claro que sí, si en eso de los mandatos familiares, varios cracks de antaño tienen sentimentalmente ligados a sus pibes y pibas en las inferiores del club o con esos colores azules y blancos en sus mochilitas del cole, en algún pantaloncito o con la infaltable remerita.

Esa nave madre de tantísimos sentimientos deportivos y de vida, el Tomba, el Expreso, el Bodeguero, dígase el Club Deportivo Godoy Cruz Antonio Tomba hoy está de celebración. Nada más y nada menos que sus cien años de vida institucional.

Nacido el 1 de junio de 1921, los y las hinchas del club de calle Balcarce celebran el Centenario de una causa que tuvo a la largo de la historia del deporte mendocino y nacional episodios gloriosos.

Como en aquellas gestas provinciales, cuando alguien iba en un auto que quemaba platinos y recalentaba más de la cuenta con sed de triunfos a todas las canchas de Mendoza, en tiempos de su más tierna edad. Despreocupados por el mal tiempo o el excesivo calor, allí iban en bandada a seguir al Tomba.

O últimamente en un vuelo hacia Perú o Ecuador para ver al Tomba en la Libertadores o una Sudamericana. Todos hijos e hijas del Loco Julio y su leyenda cierta.

Y así entre viajes interprovinciales e internacionales, celebraciones locales y de ascenso, con alegrías únicas en la máxima categoría, el blanco y azul departamental fue construyendo su rica historia.

Y sabe bien aquel amigo Tombino, que son cien años de orgullosa historia del club de barrio, de los grandes barrios godoicruceños. ¿Y cómo no sentir orgullo si saben bien que batallas del Pilar de la defensa eran las del Rafael Iglesias, o del Gato Oldrá?. Y ni hablar del Hacha Almeida y Carlitos Montagnoli.

Y si alguien reposaba en La Estanzuela del ataque mejor que nadie, era Juan Alejando Abaurre. Y que el Tanque detrás del arco Oeste tenía la estatura del amado e inolvidable Morro García.

Y que una camiseta a rayas le quedaba calcada al cogote Paiva. Y a Marcucci. Y al Negro Pereyra y al Buby Manchado. Y a Grugnaletti.

Y que los domingos eran más lindos con el goleador Godoy, con Frigolé y el Negro Camargo.

Y que con ese peinado a la gomina, Miguel Pascualetto parecía un gardelito…

Y Chalo, qué Chalo, no entra ni una al arco... ¡Achís salud, que viva Godoy Cruz!

Y que si una Bodega no se emborracha de Copas, no es Bodega. Y que Divina Gloria es con los eternos de los 40, del 68, los noventa y los 2000 también...

Y que El Trapiche no es nada más ni nada menos que un trapo con la cara del Che en forma más sintética.

Y que a Tiburcio Benegas, con ese nombre de goleador de los años 40 lo pongo de punta…

Y Colón y Decurgez parecen buenos para relevos.

Y Perito Moreno es un experto en peritaje de pasiones de hinchas.

Y Figueroa Alcorta, nombre de recio jugador uruguayo antecesor de Curbelo.

Y Brasil del 70, San Martín al Sur, bien al Sur.

Y claro, Villa Hipódromo en litigio azul y blanco. ¿Qué esperan digo yo para hacerlo un San Siro o Giuseppe Meazza en componenda con los amigos del Parque?

Vamos al grano, por la Belgrano doblando hasta Balcarce. El barrio ancho y largo desde Lavalle hasta Rivadavia.

Puente Olive y Olivo a los rivales, Alsina te quería ver por acá, en el barrio, Tomba, Parrala y Sportsman. Y te gano, aunque el Loco quisiera hacer justicia propia contra Coerezza, con las plantas de Aloé Vera que reposaban sobre al arco que daba al zanjón y daban magnetismo para los segundos tiempos… Y Puente de Hierro, puente roto para el ataque rival.

Aconcagua Films para una historia en technicolor con un siglo de Tomba.

Y por muchos más años de historia.