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Piden al Gobierno nacional un plan económico

Una charla en profundidad con Eduardo Fracchia, director del Área Economía del IAE Business School

13 de agosto, 2020 - 07:13

Tras el acuerdo alcanzado por la administración de Alberto Fernández con la deuda externa y los tenedores de bonos, diferentes sectores de la economía nacional solicitan enfocarse en la profunda crisis económica que hoy tiene la Argentina.

La buena noticia de no haber caído en default es apenas una brisa con la delicada situación interna que tiene nuestro país, se hace imperioso entonces, que el Gobierno nacional estructure un esperado plan económico y que el mismo se ponga en marcha para que no caiga mucho más de lo que ya ha caído el aparato productivo de la Nación. Todo un tema que, en honor a la verdad, es de arrastre, solo que la pandemia lo agravó notablemente.

El Ciudadano tuvo acceso a un importante documento emitido por la Universidad Austral, bajo el título “Un alivio en la exigencia fiscal en un contexto de gran crisis macroeconómica”. Dicho trabajo contiene el análisis de Eduardo Fracchia, director del Área Economía del IAE Business School, la escuela de negocios de la Universidad Austral, en donde plantea algunos factores clave a los cuales atender el día después del anuncio del Gobierno del acuerdo alcanzado con los bonistas.

Eduardo Fracchia.

El documento contiene cifras precisas de lo que se pactó y lo que falta arreglar en esta compleja situación económica y financiera: “La deuda incluida en la reestructuración es poco más de los US$ 65.000 millones de los que se habían anunciado. El alivio financiero (debt relief) logrado a partir de este canje es de US$ 25.700 millones debido a que nuestro país enfrentará vencimientos de títulos externos solo por US$ 4.500 millones en los próximos 5 años, en lugar de los US$ 30.200 si no se hubiese acordado. Los pagos correspondientes al período 2025– 2028 pasaron de US$ 33.000 millones a US$ 24.00 millones. Si la situación con los tenedores locales de deuda también se resuelve, el alivio financiero (debt relief) para los próximos cinco años ascendería a US$ 42.500 millones. El próximo desafío financiero inmediato es negociar deuda con el FMI de US$ 44.000 millones, la cual comienza a amortizar a partir del año 2021. Esto representa erogaciones cercanas a los US$ 18.000 millones para el período 2022–2023”.

 

Ahora el país espera un plan económico que atienda su economía

También El Ciudadano tuvo la posibilidad de dialogar con el economista para profundizar el análisis que encierra la inquietud de todos los sectores de la economía nacional. Por eso, en primera instancia se le preguntó, ¿por qué habla de alivio tras el acuerdo de la deuda?

“Nosotros consideramos que el alivio llega, cuando se desplaza una cantidad importante de dinero que después se va a complementar con el Fondo Monetario Internacional. Eso, obviamente despeja el horizonte de pagos, que él no podría afrontar, como siempre planteó el ministro Martín Guzmán. Por lo tanto, esto le daría más colchón y espalda al oficialismo, para replantear los objetivos económicos. Después se analizará como se van cumpliendo con las exigencias de pago con una reducción de intereses en la que se ha reperfilado más la deuda. Ahora queda la montaña de 2022 y 2023 con el fondo, que es muy importante, porque parecería que se va a lograr también un acuerdo, con el FMI y con los que llaman adquiridos locales”.

 

–¿Qué indica eso?

–Tras el acuerdo, al Gobierno se le abre un espacio muy interesante para el programa económico. Si bien el arreglo de deuda es una condición necesaria, pero no suficiente, sí permite plantear mejor los objetivos que tanto se le está pidiendo al Gobierno con un programa consistente.

 

–¿Qué características debería tener el plan económico?

–Es deseable que ese programa incluya un ajuste fiscal, porque el déficit quedará muy elevado este año y sería muy interesante bajarlo a la mitad, es decir, de un 8% del PBI al 4% del PBI, para que cierre en el año 2021. Entonces, el arreglo del canje de deuda alivia el Gobierno, para que ahora el ministro Martín Guzmán no esté centrado en el mismo y se dedique tiempo completo junto al ministro Matías Kulfas a los aspectos relativos al crecimiento y la estabilización.

 

–¿Qué debería pasar con las inversiones y las fuentes de trabajo?

–Es la pregunta del millón. Solo esperamos que se cumplan. No ocurrió en la gestión de Mauricio Macri que no trabajo inversión, ni doméstica, ni extranjera, porque si hay inversión hay fuentes de trabajo, están muy relacionadas estas dos variables, que si se mueve más la inversión bruta eso implica más empleo, por lo que decimos que es muy importante, que va más allá de arreglar la deuda. Hace falta crear confianza, mejorar las instituciones y dar señales claras.

 

–En una palabra, ¿un país serio?

–No deben generarse situaciones de perplejidad estilo Vicentín, Edesur, Ley de Teletrabajo y todas aquellas confusas señales que le caen mal al sector privado. Es importante por lo tanto se exige mucha coherencia después de esta enorme situación de dificultad recesiva, para salir del pozo primero y después para encaminar a la Argentina a una autopista macroeconómica de crecimiento y estabilidad.