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Cocinando la nueva hipocresía para los tristes jubilados

En forma reiterada jubilados y pensionados en Argentina han recibido el maltrato de distintos gobiernos y ahora la historia se repetirá sin tapujos.

27 de noviembre, 2020 - 11:56

En breve los jubilados y pensionados argentinos tendrán un poco respetable aumento de un 5%, sin indexación futura. Lo cual para muchos es interpretado como una “burla”. Una liviana consideración para los más críticos que utilizan términos más duros como hipocresía.

Aunque esta vez no asombra mucho ya que nuestros queridos viejos deben experimentar algo de lo que ya estamos acostumbrados. Claro, de parte de todos los gobiernos en Argentina.

“Cuando hablamos de reforma jubilatoria pareciera que la culpa recae en el sistema”, inició su reflexión la abogada mendocina Carolina Jacky, especialista en violencia de género y de caros asuntos para los jubilados.

Todos saben que no son los jubilados quienes gobiernan a nuestro país, “salvo algunos de privilegio” y “tampoco son quienes contraen la deuda externa. Pero a la hora de pagar los platos rotos todos levantan la mirada sin vergüenza alguna hacia ellos”, espeta la profesional.

Entonces es cuando llega el momento en que “se nos dice que culpa de las moratorias jubilatorias, jubilaciones de ama de casa, entre otras, el sistema previsional argentino es deficitario y por eso es menester de ajustarlo”, dice respirando hondo y exhalando rápidamente el aire de sus pulmones.

“De ese modo es que escuchamos a políticos y muchos economistas que al calcular números para un futuro incierto fundamentan que el sistema está quebrado. Desde luego, esa legión de hipócritas rara vez admite que el Estado se financió de las cajas de jubilaciones o de la AFIP o de la ANSES”, dispara Jacky.

 

La hipocresía sin fin

La abogada alude a que citar el concepto “se financió” es otra hipocresía ya que “a eso que llaman financiación no es más que un robo, una estafa hacia los aportes de los jubilados”.

O lo que es lo mismo, que como un bucle interminable el sistema previsional argentino, en todos los gobiernos, terminó prestando dinero en condiciones desventajosas. Desfinanciando “y saqueando el ahorro de millones de personas a los que hoy se los culpa de la decadencia económica y se pretende, nuevamente que paguen”, se queja acelerando el tono de la conversación.

“Esos mismos que nos explican por qué el sistema es deficitario son los que asesoran a empresas y empresarios que tienen personal en negro. O que ellos mismos nunca se preocupan de hacer los aportes jubilatorios de sus cónyuges. Pero cuando salió la jubilación de las amas de casa y las correspondientes moratorias no dudaron en inscribirlas para que tengan el beneficio y la asistencia del PAMI”, lanza indignada.

Para Carolina Jacky “esos señores de buenos modales son los que solo miran la calculadora cuando te van a cobrar, pero nunca cuando tienen que pagar”.

Y lo asegura cuando hoy otra vez se está cocinando una nueva reforma jubilatoria, una nueva ley de movilidad, cuando todos sabemos que cada vez que se implementó alguna modificación en el cálculo del haber previsional, siempre fue en perjuicio  de los jubilados: “Siempre, siempre, nunca fue distinto…”, señala la letrada.

Ya se ha dicho que la Corte Suprema de Justicia de la Nación se ha pronunciado en distintas oportunidades a favor de la movilidad jubilatoria. También que ordena que se asegure la dignidad en la vida de los jubilados.

“La movilidad jubilatoria se encuentra entre los derechos consagrados en la Constitución Nacional, como también el hecho de que ninguna ley puede ser regresiva en estos derechos”, completa Jacky. Y añade: “Las convenciones internacionales de derechos humanos incorporados a la Constitución deben ser respetadas, algo que olvidan muchos a la hora de gobernar”.

Los jubilados, en los últimos años, han ido perdiendo en esa movilidad y en cada reforma un porcentaje es cedido por ellos a lo que la abogada mendocina define como “el Estado defraudador”.

“Los señores de la calculadora nunca se preguntan qué pasaría si todos los jubilados les pidieran al Estado depredador que devuelva todo lo que se llevó prestado de los aportes realizados al sistema de previsión social”, afirma.

 

Apuntalando al PBI

Según la profesional “ninguno queda a salvo del maltrato a los jubilados. Si no preguntemos cuántos todavía esperan esa famosa Reparación Histórica”.

Ante esta afirmación hay que tener en cuenta que cada uno de los jubilados transitó por esta vida realizando algún trabajo. O sea, que cada uno aportó al mentado Producto Bruto Interno, PBI.

“Todos los jubilados contribuyeron al PBI. Pero si su empleador o cónyuge no hizo aportes, los muchachos de la calculadora los tildan de vagos o de planeros subsidiados”, achaca.

Así es como se construyen algunas de las grietas a las que hoy asistimos sin parpadear si quiera. Así se enfrenta a la sociedad y sin asumir responsabilidades.

“Otra vez está por llegar el tiempo en que se modificará la famosa movilidad. Y otra vez no se cumplirá con lo dispuesto por la Suprema Corte de Justicia de la Nación. Y una vez más seguirán los jubilados concurriendo a la Justicia para lograr el famoso reajuste de haberes”, vaticina Jacky.

Habla de que el juicio por “reajuste de haberes” es histórico en los Tribunales Federales. Porque miles de causas se agolpan y la pila seguirá subiendo. Con demoras, tarde o temprano, quien haya realizado su reclamo judicial cobrará un retroactivo por el ajuste y mejorará su haber jubilatorio. Eso es un hecho, aunque represente un desgaste importante para el jubilado o la jubilada.

 

El único camino

“Tampoco hay que engañarse con el 82% móvil ya que ese porcentaje no está en nuestra Constitución y por ley ya fue derogado”, aclara.

“Fue cuando todavía no teníamos la Constitución del ´94 y por tanto no existía la protección de derechos humanos que afirma que nunca el derecho es regresivo. Por lo tanto, la actualización que se puede obtener por medio de un juicio puede llegar alrededor de un 70% móvil”, expresa.

Sosteniendo que los juicios contra la ANSES nunca dejaron de hacerse, “ni tampoco se dejarán de hacer ahora, seguramente alguien acusará a los profesionales que lleven esos juicios de caranchos. Pero nada dicen de cómo ellos carancharon los ahorros de los jubilados”.

“Podes quejarte. Podes protestar. Pero nada conseguirás por ese medio. El único medio, el único camino es la Justicia. Sí, la Justicia. Ese es el lugar para hacer valer los derechos y es ahí donde hay que ir siempre que quieras vivir un estado de derecho. Lo otro, es otra historia…”, sentencia.