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Empresarios piden acelerar el plan de vacunación en Argentina

A pesar de que fue reforzado el plan de vacunación nacional alertaron por el nivel de letalidad de la pandemia en el país.

14 de junio, 2021 - 08:24

El plan de vacunación en Argentina, que indudablemente se reforzó en los últimos meses, no es visto como suficiente para luchar contra la segunda ola de la pandemia por el coronavirus. Esto, según empresarios y comerciantes mendocinos, es sostenido el actual número de fallecidos en lo que va del mes de junio de 2021.

La preocupación fue manifestada el domingo desde la Unión Comercial e Industrial de Mendoza, UCIM, advirtiendo que los números en Argentina colocan al país en desventaja si se comparan los planes de vacunación, por ejemplo, de Chile y de Uruguay.

 

 

La mirada fina en la que basó sus reflexiones la entidad que preside Daniel Ariosto, marcó que en el país han recibido la primera dosis de la vacuna con la enfermedad COVID-19 unos 13 millones de argentinos y las dos dosis necesarias un poco más de 3 millones de personas.

Con ese total, de unos 16 millones de vacunados, es que la comparación que realizó UCIM es preocupante cuando se observa que en Chile la vacunación ya alcanzó un 56% en su población y en un 53,7%, en el mismo sentido de análisis, en Uruguay. Haciendo hincapié en que “Argentina ya superó los 80 mil fallecidos por COVID-19”, marcaron.

 

 

“Más de 4 millones de personas han pasado por la enfermedad con un sinnúmero de secuelas y con el riesgo de volver a contraer el virus. Van a pasar muchos años para poder analizar las verdaderas consecuencias que está dejando esta pandemia mundial, en nuestro país”, manifestaron con preocupación.

Y agregaron: “La salud de todos se ha visto afectada no solo en cuanto a las consecuencias sanitarias y económicas sino en ámbitos de la educación y la seguridad, por ejemplo. La dimensión sanitaria no solo incluye las afecciones provocadas por el virus estrictamente sino además sus secuelas, que abarcan prácticamente tantas como personas la sufrieron”.

 


Respecto a las consecuencias de la pandemia señalaron que “muchos han fallecido o visto agravada su salud debido a la falta de controles de otras patologías y seguimiento de un sistema totalmente volcado al tratamiento de las urgencias por COVID. A esto, debemos sumar las consecuencias anímicas del encierro y el aislamiento, la soledad, el miedo por el riesgo de vida de seres queridos y el aislamiento de jóvenes y niños que tanto necesitan de la interacción para su crecimiento y conformación de su personalidad. Sin contar las consecuencias económicas y por qué no también, psicológicas que provocó y provoca la pérdida de puestos de trabajo, la imposibilidad de generar ingresos y la caída en la pobreza de cientos de miles de hogares”.

“Hoy podemos comprobar, en carne propia, que el encierro no sirvió. Tanto deterioro de la salud y de la economía podría haberse evitado asumiendo una postura distinta a acentuar el miedo y a cambio, promocionar y controlar los cuidados, que son la principal barrera ante el COVID”, reclamaron.

 


Ante el avance de la considerada segunda ola observaron que “en 2021 nos encontramos con un país devastado tanto por la enfermedad, como por la falta de una conducción adecuada y un programa de tratamiento integral de la Salud, entendida en toda su dimensión y comprendiendo a todos los argentinos, independientemente del estrato social en el que se encuentren”.

“Cientos de miles de personas han sufrido la pérdida de un ser querido. El costo económico es ínfimo ante el dolor que padecen quienes se quedaron sin padres, madres, hijos, amigos”, reflexionaron.

 


Criticaron además desde UCIM que “la primera ola debió enfrentarse con más conocimiento dado que vino desde el Este que ya lo estaba enfrentando, aplicando medidas que tenían relativo éxito. Ni hablar de la segunda ola, que ya enfrentamos con más herramientas. Aún advertidos de la gravedad de la segunda ola, en el país no se agotaron los esfuerzos para reforzar el sistema sanitario y más de un año después de recorrida la pandemia, el sistema de salud continúa estresado y muchas provincias tienen las unidades UTI al borde del colapso”. 

“Y es ahí donde sentimos con mayor impacto la falta de un plan serio e integral. Argentina se demoró en implementar su plan de vacunas. Por distintos motivos y ante diferentes organismos, nuestro país se confió o negoció mal y no previó que la demora de vacunas significaría más argentinos muertos”, achacaron.

 


 

En tanto recordaron la promesa de “millones de vacunas que no llegaron. Dosis que se fabricaron en Argentina fueron enviadas a México para no volver en la medida que se esperaba (entre 150 y 250 millones de AstraZeneca), se vacunó a personas fuera del esquema planteado (vacunatorios VIP) y demoramos mucho tiempo en poner en marcha, en forma masiva, el plan de vacunación. Como frutilla del postre nos enteramos que Argentina queda fuera de una donación de vacunas que EEUU va a hacer al mundo”.

“Cada día que pasamos sin vacunas, se traduce en mucho dolor y sufrimiento para los argentinos. No se trata de un trámite burocrático, el reloj marca a cada minuto menos protección y menos armas para un combate que es día a día, en el que nos va la vida. Se perdió tiempo en muchas idas y vueltas y esto solo se tradujo en más argentinos muertos”, apuntaron.

 


“Mientras la clase política no pierde tiempo en subir impuestos o aumentar sus dietas, sí lo hace con la vida de sus gobernados. Hoy lentamente, el plan de vacunación va avanzando y cada día mueren en el país casi 600 personas (promedio de junio 2021). ¿Quién se hará responsable finalmente de todo esto? ¿Quien se hace cargo de todas las personas que mueren en nuestro país?”, cuestionaron con firmeza.

Y cerraron: “Nuestras autoridades deben acelerar el proceso de vacunación. No podemos continuar con este ritmo de muerte que nos reduce a números. Quienes asumieron la conducción del país y de la provincia, asumieron también la enorme responsabilidad de cuidar también de nuestra salud”.