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Las memorables tiendas de antaño

En las décadas de los 30 y 40 se instalaron en la Ciudad reconocidas firmas que durante muchos años fueron las más importantes de la provincia

26 de julio, 2021 - 10:18

A principios del siglo XX, la provincia de Mendoza transitaba por un auge económico muy importante y el negocio de la moda no fue la excepción.

Varias tiendas de ropa masculina y femenina se instalaron ofreciendo a un sector de la población lo más sofisticado en prendas de vestir de gran calidad pero con un costo elevado que pocos podían pagar. 

La moda europea se imponía en la pequeña ciudad y cientos de personas lucían orgullosos sus mejores prendas en importantes eventos de la alta sociedad.

Con el tiempo, después de la Primera Guerra Mundial y otros hechos históricos, las tiendas se hicieron más populares y ya no era una exclusividad comprarse un traje o un vestido, ya que eso estaba al alcance de todos.

Así llegaron a Mendoza, en los años 30 y 40, tiendas como Casa Arteta, El Guipur, A la Ciudad de Buenos Aires o Gath & Chaves, las que estuvieron más de 80 años funcionando ininterrumpidamente en la provincia.

 

Fiebre del sábado por la mañana

Como era costumbre a mediados del siglo XX, los días sábados por la mañana, muy tempranito, los mendocinos salían para realizar sus compras, ya que por la tarde la mayoría de los locales comerciales estaban cerrados.

La avenida San Martín era muy diferente a la actual: lucía adoquinada y por allí circulaban muchos automóviles, como los recordados Hudson, Mercury y Lincoln, infaltable este último en varias familias adineradas. 

Algo muy característico de la avenida San Martín de esos años eran las elevadas garitas de tránsito ubicadas en cada esquina, en las que un “varita” ordenaba el tráfico. Por la misma calle, lentamente circulaba el tranvía número 1, que recorría los departamentos de Godoy Cruz, Ciudad y Las Heras, pintado de amarillo y con una franja pequeña de color marrón oscuro.

En tanto, por las veredas caminaban elegantes mujeres con sus vestidos estampados, largos hasta las rodillas y ajustados al cuerpo, calzadas con zapatos de tacones altos y peinadas al estilo “bananita" o con dos grandes rulos a los costados. 

Muchas de ellas lucían delicados sombreros y, haciendo juego, una cartera tipo sobre confeccionada en fino cuero. También paseaban caballeros vestidos bien a la moda, con trajes de color gris claro, azul o marrón ajustados al cuerpo con su característicos sombreros de ala ancha.

 

Una tienda con estilo

Gaths & Chaves fue uno de los íconos entre todas las tiendas de la ciudad y, tal vez, la más selecta de Mendoza.

En sus primeros tiempos allí se vestían las personas de la alta sociedad, aunque con el tiempo fue haciéndose más accesible para el público en general.

Su historia se remonta a 1907, cuando se instaló primero en Necochea 38, en donde estuvo unos tres años, para luego trasladarse a San Martín 1.415.

En 1912 inauguró su local en Buenos Aires esquina San Martín, en un hermoso edificio construido por el estudio de arquitectos británicos Conder y Asociados, quienes dejaron plasmada una obra extraordinaria, tal vez la más bella que tenía la Ciudad en aquellos años.

En su interior se observaban grandes mostradores de madera de roble y estantes en los que se ubicaban la ropa y los zapatos ordenados a la perfección. También poseía exhibidores de fino cristal con accesorios para las damas y los caballeros, e inclusive había una sección para niños.

Gath & Chaves estuvo allí hasta mediados de la década de los 50, y luego se trasladó enfrente, en San Martín y Gutiérrez, en un edificio en el que actualmente se encuentra el Banco de la Nación Argentina.

El 14 de abril de 1956 fue inaugurada la nueva sede, cuya apertura se realizó con bombos y platillos. Y no podía ser menos, ya que era uno de los comercios más importantes de Mendoza. El edificio contaba con 5.000 metros cuadrados y muchas comodidades, como calefacción central. Tenía además una vidriera de 70 metros y amplios salones con primero y segundo piso, en donde la gente podía elegir cómodamente lo que quisiera. 

En los años 40, para que los padres pudieran comprar tranquilos, los niños contaban con un lugar aparte donde podían entretenerse con actividades, tales como funciones de títeres, y además se les obsequiaban golosinas. Por supuesto, con esa atención, los chicos también querían ir todos los sábados.

Gath & Chaves fue la primera tienda en tener una especie de autoservicio para los clientes y diferentes secciones, como una “económica” y otra “americana”.

En esta tienda se destacaban, además de vestimenta para hombres, mujeres y niños, juegos de cama y sábanas de excelente calidad.
En agosto de 1971, la legendaria Gath & Chaves cerró sus puertas para siempre.

Otra gran tienda de ropa que le hacía sombra a Gath & Chaves era la reconocida The Sportsman, que desde los años 30 se ubicaba en la calle San Martín casi esquina Entre Ríos, donde permaneció por más de seis décadas.

Esta casa vendía trajes, camisas, corbatas, zapatos y otros accesorios de gran calidad, aunque sus precios no estaban al alcance del común de la gente. Con el tiempo incorporó la venta de ropa informal pero apuntando a un sector más elegante de la sociedad.

Hoy sigue funcionando en la calle España casi esquina Montevideo y es de las pocas que todavía existen de aquellas fundadas en el siglo XX.

Casa Arteta, la más popular

Fue en el furor de los 30 cuando las grandes tiendas comenzaron a extenderse por la Ciudad. Y si bien la pionera fue Gath & Chaves, luego Casa Arteta tomó la posta.

Fue inaugurada en abril de 1931 y en un principio se instaló en San Martín 1.553, hasta que a fines de los 40 se estableció definitivamente en Las Heras y 9 de Julio –donde hoy funciona Balbi– y fue la más popular de todas. Allí se vendían prendas de variada calidad y otros tipo de artículos, entre los que se encontraba la lencería fina.

Este negocio no tenía competencia con otros en cuestión de precios, porque verdaderamente sus productos eran muy económicos en esa época. Por ejemplo, un par de zapatos costaba $6,90, un traje de hombre $36 o un pulóver de lana $0,75.

Eran tiempos de guerra, que también se hacía sentir en las publicidades de esta casa, que con consignas como “Guerra a los precios” invitaba a sus clientes a comprar.

Otras de las grandes tiendas de aquella época fue A la Ciudad de Buenos Aires, que con sus interesantes ofertas en sus variados productos era la competencia de Casa Arteta.

 

El Guipur, tienda mendocina

Su dueña era la familia Diez, y su nombre derivaba de guipures, un encaje trabajado. Luego, a principios del siglo XX, la tienda comenzó a crecer hasta que en las décadas de los 30 y los 40 tuvo su mejor momento comercial.

En 1930 el negocio estaba ubicada en la esquina de Gutiérrez y San Martín, frente a uno de sus máximos competidores, la tienda Gath & Chaves, y en él el público podía acceder a ropa de muy buena calidad y precios muy económicos.


 

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