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Rebrote de coronavirus en el país: ¿vuelve la cuarentena dura?

Diferentes razones impactan en un aumento de casos registrados de coronavirus a nivel nacional. El plan de vacunación, aún dista de ser masivo. ¿se puede volver a una cuarentana estricta en Argentina?  

Por Redacción

31 de diciembre, 2020 - 11:10

 

La llegada del verano y de las fiestas de fin de año fueron un combo que desde mediados de noviembre hasta ahora, provocaron que muchos argentinos y argentinas, tras más de 10 meses de cuarentena, -más o menos rígida según la zona del país en cuestión- relajaran su conducta y protocolos sanitarios, dando paso a un corte en la curva de franco descenso de contagios de COVID-19 y haciendo que esta comience a elevarse poco a poco nuevamente. ¿Estamos frente a un rebrote de casos de coronavirus en Argentina?

Las cifras que dejó el día de ayer, miércoles 30 de diciembre son algo alarmantes. Hay que tener en cuenta que el Ministerio de Salud reportaron que hubo 11.765 nuevos casos positivos de COVID-19 y 145 nuevas muertes. El dato, para que el lector lo sepa, indica que no se registraba esa cantidad de diaria de contagios, desde el pasado 13 de noviembre, lo que pinta el panorama “in crescendo”.

 

¿Cuáles son las razones que explican el aumento de casos de coronavirus en Argentina?

Las causas son de diversas índole, pero repasamos las que en resumen son las que dan cuenta los especialistas en diálogo con medios argentinos:

  • En Europa la llegada del calor, correspondió con el aumento de casos de coronavirus al igual que está ocurriendo en Argentina. Las fiestas al aire libre y un relajamiento de los protocolos sanitarios, son dos de las principales causas que generan un aumento de los contagios.
  • Los eventos masivos y los encuentros familiares, todos con difícil cumplimiento de la distancia mínima entre las personas, contribuyen a que el virus se expanda. El concepto es el mismo que en los meses de cuarentena dura, sin embargo la psiquis y la paciencia llegan mucho más exhaustas a esta altura del año, lo que dificulta y con humana razón, el acatamiento estricto que se requiere para frenar los contagios.
  • Marchas con pedidos de justicia o por causas políticas (el funeral Diego Armando Maradona fue un exponente polémico de la falta de acatamiento a la distancia mínima recomendada entre personas), contribuyen al crecimiento de contagios de COVID-19. Los efectos de las mismas, no son inmediatamente cuantificables pero estamos frente un aumento diario de casos que elevó la curva, lo que certifica que todos esos movimientos de carácter popular, impactaron en el registro de contagios.
  • Las fiestas clandestinas, esas de las que muchos de los ciudadanos nos enteremos día a día que ocurren en diversos lugares, son un nido de contagio que genera efectos a futuro y que como se llevan a cabo entre desconocidos, se complica el rastreo las personas que pudiesen estar contagiadas.
  • Viajes de fin de semana y la “apertura turística”  también tienen como eje el movimiento de personas de un sitio a otro. Si estos ciudadanos o alguno del grupo familiar involucrado se contagió de COVID-19 y aún no lo sabe o es asintomático, traslada el coronavirus a todos los lugares a los que se dirija. El efecto de esto es poco medible en el presente pero a la larga también impactaría en un “boom” de casos.

 

El rumor de la nueva cuarentena dura

Versiones que se hicieron virales en las últimas horas indican que a partir del 15 de enero podría regresar a la Argentina una cuarentena dura como la que se vivió en los meses de abril y mayo de 2020, sin embargo desde el gobierno nacional son cautos al respecto y niegan que algo así pueda ocurrir de momento.

Sin embargo, hay que tener presente que el aumento de contagios podría ir elevándose por las razones antes mencionadas. Si los sistemas de salud de cada provincia, entran en riesgo de saturación, probablemente se tenga que re evaluar el panorama y las medidas a adoptar, tanto a nivel local como nacional. Pero una cuarentena estricta parece ser ya, una herramienta que se descarta de plano por parte de las autoridades.

 

¿Y la vacuna?

El plan de vacunación contra el coronavirus en Argentina, comenzó de la mano del fármaco Sputnik V oriundo de Rusia. Sin embargo, las primeras 300 mil dosis que llegaron, solo alcanzan para cubrir una importante porción de trabajadores esenciales, como el personal sanitario; lo que deja un porcentaje muy bajo de vacunados en comparación con la cantidad de población que requiere de la vacuna prontamente (como adultos mayores) y ni hablar de la totalidad de ciudadanos que tendrá el derecho y eventualmente la voluntad de acceder a ella, ya que recordamos, no es de carácter obligatorio.

La “inmunidad por rebaño”, está lejos de ser una realidad en el país. Primero que nada la persona vacunada tiene que esperar poco más de 20 días para que la primera dosis haga efecto y con una segunda dosis, pasado el mes o los 31 días, la efectividad de la vacuna se completa de forma notable, siempre dependiendo de cada fármaco en cuestión, (la Sputnik V tiene una efectividad del 91,4%, según lo declarado por los representantes del Centro Gamaleya y el Fondo Ruso de Inversión Directa).

Hay que saber que Argentina espera adquirir en enero unas cinco millones de dosis de la Sputnik V y en febrero, unas 14 millones de dosis según los planes revelados por el ministerio de Salud a cargo de Ginés González García. También se conoció que hay una opción de compra por cinco millones de dosis más en caso de que haya que reforzar la campaña.

En caso de que el país adquiera la totalidad que se máxima de lotes de la vacuna rusa en cuanto lo que se especula, antes de que comience marzo, habría 24 millones de dosis de la Sputnik V que alcanzarían para vacunar a 12 millones de argentinos, sin contar las 300 mil dosis que se están implementando ahora en todas las provincias.