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Piden vacunar a niños de 5 a 11 años con patologías de riesgo

La red de padres 'Mini vacuname' insisten en la necesidad de que la inoculación se realice con fármacos de ARN mensajero, como la de Pfizer

Por Redacción

23 de septiembre, 2021 - 13:05

Piden extender la vacunación contra el COVID-19 para niños de 5 a 11 años que tengan alguna discapacidad o patología de riesgo.

La red de padres 'Mini vacuname' exigen a las autoridades nacionales que dispongan todas las herramientas necesarias para contar con vacunas de ARN mensajero, en cuanto ocurra la aprobación de las mismas.

 
 

"Que los derechos de los niños no sean vulnerados como ocurrió con los adolescentes de entre 12 y 17 años, quienes debieron esperar meses para ser inoculados mientras ya existía una vacuna pediátrica para ellos, probada y aprobada", reclaman.

Marcela Montanet, mamá de una nena de 8 años que tiene fibrosis quística, expresó en FM 91.7: “Mi hija, como muchos chicos entre 5 y 11 años, hace un año y medio se encuentran encerrados en sus casas, no pueden ir al colegio y están perdiendo terapias, esto implica pérdida de calidad de vida y de muchas capacidades que fueron adquiriendo durante sus tratamientos".

 

 

"El lunes Pfizer culminó la fase 3 de investigación y concluyó que su vacuna pediátrica para este rango etario es eficaz y segura. Presentó los estudios a la FDA (Administración de Medicamentos y Alimentos), por lo cual la aprobación es inminente", agregó la mujer.

Y aseveró: "Pedimos que no intenten instalar el tema de otra vacuna para menores como lo están haciendo. La vacuna que intentan instalar no ha terminado la fase 2 de investigación, es una vacuna que tiene otra plataforma diferente, que tiene virus inactivados". 

 

¿Cómo funcionan las vacunas de ARN mensajero?

Según consignó un especialista en enfermedades infecciosas, en las vacunas tradicionales se introduce un germen debilitado o inactivado en nuestros organismos.

Las vacunas de ARN mensajero (ARNm), como las de Pfizer y Moderna contra la COVID-19, enseñan a las células a producir una proteína que desencadena una respuesta inmunitaria si la persona se infecta.

Cuando la vacuna se inyecta en la parte superior del brazo, el ARNm ingresa en las células que hay cerca del sitio de la inyección y les dice que empiecen a producir la misma proteína que se encuentra en el virus de la COVID-19.

El sistema inmunitario reconoce esta proteína y comienza a elaborar anticuerpos que pueden combatir el virus si la persona vacunada se infecta posteriormente.

Ninguna de las vacunas interactúa o modifica el ADN de ninguna manera, por lo que no pueden provocar cáncer.

El ARNm es frágil, por lo que luego de darle las instrucciones a las células, este se descompone y desaparece del cuerpo (en alrededor de 72 horas). Ni siquiera va al núcleo de la célula, la parte que contiene el ADN. Por lo tanto, no es cierto el mito que dice que de alguna manera la vacuna de ARNm podría inactivar los genes supresores de tumores.

La vacuna contra la COVID-19 no expone a la persona al virus que causa la COVID-19.