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La construcción busca respuestas urgentes

Hay preocupación en sectores obreros y empresarios por los efectos de la pandemia y las posibilidades de seguir trabajando

27 de marzo, 2020 - 08:27

Se sabe que el sector de la construcción mueve en altos porcentajes la economía y las finanzas de un Estado, por eso en los últimos años fue la indicadora que el país en general y Mendoza en particular, atravesaba difíciles tiempos por inflación, devaluación, recesión, desinversión y desocupación.

La pandemia del coronavirus la ha colocado en otro traumático momento. Lo preocupante es que esto podría tener graves consecuencias, no solo porque muchas empresas se sentirían en la obligación de cerrar sus portones, también implicaría romper con la cadena de pagos y dejar en la calle a muchos obreros. De estos últimos implicaría en Mendoza aproximadamente 7.000 puestos de trabajo.

Desde el sector indican “estar desconcertados por lo que está ocurriendo, ya que las medidas de excepción que dispuso el Gobierno nacional, al declarar la cuarentena por el coronavirus, fue la construcción. Esencialmente, manifiestan, que la obra pública, por todo lo que ella implica es la generadora de recursos y fuentes de trabajo. Sin embargo, en Mendoza les solicitan paralizar las obras y enviar a los obreros a sus casas”, confiaron algunos empresarios.

Ante esto, la Unión Obrera de la Construcción (UOCRA) Mendoza y la Cámara de Empresas Constructoras Independientes de Mendoza (CECIM) emitieron un amplio detallado informe de situación local, documento que acompaña una nota de urgente intervención al gobernador Rodolfo Suarez

Por eso El Ciudadano entrevistó al presidente de la CECIM, Gerardo Fernández, quien ante la pregunta de cómo es la situación de su sector con la pandemia del coronavirus, respondió que “es de incertidumbre, desorden y angustia. La primera porque las diferentes acciones en la provincia y el país no están coordinadas, porque mientras un decreto presidencial coloca como excepción de parálisis a la obra pública, que permite salir a trabajar, en la provincia su policía y otros funcionarios públicos se acercan a las obras y les solicitan a los obreros que se vuelvan a su casa y que no trabajen”. 

Gerardo Fernández, titular de la Cámara de Empresas Constructoras Independientesde Mendoza (CECIM).

—¿Qué consecuencias inmediatas tiene esto?

—Esto está generando mucho desorden, porque las empresas en un intento de darle continuidad al trabajo, lo deben paralizar, por lo tanto los trabajadores no pueden cobrar sus salarios normalmente. Sin lugar a dudas este desorden se transforma en angustia generalizada por no saber qué hacer y sobre todo esa gravedad que trae lo ocurrido con muchas empresas de la Cámara, que ante esta parálisis han comenzado a llegar cheques devueltos oportunamente emitidos en cuentas corrientes.

Advierten que puede caer la cadena de pagos

–¿Cuántas empresas están comprometidas y cuántos empleados dependen de ellas?

–Son el 100% de la industria, donde se calcula que hay 250 empresas, entre pequeñas, medianas y grandes en toda la provincia. Allí hay registrados aproximadamente 11.000 obreros, de los cuales al pasado mes de diciembre se habían perdido 4.000 puestos de trabajo. Lo grave es que esperamos, que en las próximas semanas, quede el resto en la calle (7.000) porque las empresas no los pueden sostener ante la parálisis de la obra pública y privada.

—Ante este panorama que describe, ¿qué piden UOCRA y CECIM?

Hemos solicitado a la provincia el pago inmediato del 100% de las facturas emitidas y pendientes de pago en las distintas reparticiones. También el aceleramiento de los procesos administrativos para aquellos expedientes que tienen medición, pero que no han llegado factura y orden de pago. Del mismo modo prórroga en el vencimientos de diferentes impuestos, en especial del impuesto inmobiliario, que vence el 31 de marzo. Esto último es porque los proveedores del Estado, para cobrar, tienen que tener el pago de impuestos al día y también un sistema de compensación de créditos y deudas.

—¿Y a la Nación?

—Sobre la Nación, desde la Cámara se ha hecho una serie de pedidos. En especial la intervención del Estado provincial, ante el Estado nacional y el Banco Central de la República Argentina, para la apertura de la Cámara en la Compensación de Valores, porque entendemos que al no poder estar cobrando, porque no se está generando ingresos, los cheques emitidos que entran en las cuentas corrientes serán rebotados en su totalidad. 

Todo esto solo llevará a un desprestigio innecesario a las empresas emisoras de esos cheques y ruptura en la cadena de pagos, todo un agravamiento de la situación de la macroeconomía del país, que bien se puede evitar”, aseguró el empresario.