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Matías Morcos, el enólogo revelación del año que reivindica la Zona Este

Se ganó el título de Revelación 2020 en la Guía Descorchados del periodista y crítico chileno Patricio Tapia. Con tan solo 24 años, Matías se empeña en llegar a los jóvenes y apuesta a variedades como la Criolla y la Bonarda. Nos cuenta cómo viene la cosecha 2020

14 de abril, 2020 - 13:43

Oriundo de la Zona Este de Mendoza, Matías Morcos, fue elegido como Enólogo Revelación del Año en la última Guía Descorchados 2020 -importante publicación que tiene sus ediciones en Argentina, Chile y Uruguay-. Este galardón le fue otorgado por su reivindicación y apuesta por la uva Criolla, una variedad un tanto olvidada y que hoy gana terreno en el vino argentino. 

“Sus vinos escarban en un pasado familiar lleno de vinos tradicionales, basados en cepas que poco a poco se rescatan, como la Moscatel o la Criolla Chica”, destaca Patricio Tapia en su último informe.

Matías intercala el trabajo entre la bodega familiar y varios proyectos personales, entre los que se destaca con sus vinos personales, una línea que se empeña en llegar al público más joven y donde apuesta a variedades alternativas.

El interés de Morcos por rescatar variedades de la zona Este, le valió que Patricio Tapia pusiera el foco su trabajo y lo destaque como Enólogo Revelación del Año.

“Un joven enólogo cuya familia ya lleva un par de generaciones produciendo vinos en el soleado Este. Matías Morcos se llama y, desde Descorchados, nos gustaría apostar por él y por sus vinos que escarban en el pasado, un pasado familiar lleno de vinos tradicionales, basados en cepas que poco a poco se rescatan, como la Moscatel o la Criolla Chica, la Listán Prieto de Canarias”, señala Tapia.

Sobre sus vinos, Matías destaca que “tienen el valor de mostrar una zona que no está de moda y que ha sido muy golpeada”. Pero que su intención es “mostrar la verdad del terruño, que podemos hacer vinos simples y fáciles de tomar”

Su visión de la vendimia 2020

“Esta cosecha 2020 ha sido muy complicada, dentro de mi experiencia no había visto ninguna tan compleja como esta. Ya venía difícil antes del tema del coronavirus. Tuvimos mucho problema con el exceso de calor y la falta de precipitaciones, lo que hizo que la uva madurara mucho antes de lo previsto”, destaca Matías Morcos.

“A estos factores le tenemos que sumar la poca agua para riego, y que hay un montón de fincas con bajas producciones. Esto hace que rápidamente hayan madurados las uvas. La planta con poca producción tiende a madurar antes”, agrega.

“En la Zona Este podríamos haber terminado la cosecha el 1 de marzo y hoy todavía no la terminamos por una cuestión logística. Nadie está preparado para meter el 100 por ciento del volumen en una o dos semanas. Por lo que ha sido bastante complicado este último tramo”, asegura el joven enólogo.

En cuanto a la calidad, Morcos coincide con la mayoría de sus colegas en que ha sido “muy buena”, a pesar defasaje de calendario. “Esperamos que haya sido un conjunto de factores y no que como consecuencia del calentamiento global comencemos a tener todas las cosechas con estas características”.

Por otro lado, Morcos espera que el tema coronavirus “no sea tan complejo y que los mercados vitivinícolas se recuperen pronto. Es un problema que vamos a afrontar la segunda mitad del año”.