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Consejos para comprar vinos en cuarentena

Debo reconocer que este encierro obligatorio me agarró con la guardia baja, dicho en criollo y en mi idioma: “sin vinos”. ¡Sí!, imperdonable para una sommelier. A mi favor, digo que venía viviendo muy el día a día.

18 de julio, 2020 - 19:44

 

Ante este panorama y dado que quedé varada en un pueblo de tres mil habitantes, mi Santa Eufemia querido (¡y sí!, el lugar donde pasé la mayor parte de mi vida es muy pequeño), no me quedó otra que recurrir al supermercado -el único lugar donde encontré más opciones en esta localidad-.

Y para agregarle un condimento más, volví a convivir con mi familia 24 horas, los siete días de la semana. Hacía años que no pasaba esto.

Todas estas situaciones me hicieron dar cuenta que hay ciertas dudas que se les presentan al común de los compradores de vinos, por más que a los fanáticos como yo nos parezcan obvias.

Vamos a decir que con los nuevos diseños de etiquetas, la aparición de nuevas “microzonas”, la diversidad de varietales y añadas, entre otros, cada vez se complica un poco más elegir un vino casi “a ciegas” en las góndolas, o bien en todas las alternativas de compra online que surgieron en esta cuarentena.

Por lo que decidí armar una lista con algunos tips a tener en cuenta por si tienen que salir a buscar provisiones a los súper, y que no desesperen en el intento:

- VARIETAL: Si les gustan los vinos blancos con acidez marcada y bien frescos, busquen Torrontés o Sauvignon Blanc. Si les gustan con una entrada más dulce, más redondos en boca, apunten a algún Chardonnay o blend.

Y si prefieren los tintos, para vinos más suaves les recomiendo definitivamente Malbec o un Bonarda, si encuentran y se animan a salir del clásico; y si en cambio les gustan de esos que raspan un poco la lengua, con más estructura en boca, vayan por algún Cabernet Sauvignon o Syrah, quizás.

Por supuesto, hay un montón de cepas más pero estas son las que más se encuentran en supermercados, las “más comerciales digamos”. Obvio que la consigna es que se atrevan a probar otras si consiguen.

- AÑADA: Si de blancos se trata, busquen vinos del año en curso o hasta dos años anteriores. En Argentina acostumbramos a consumirlos jóvenes, bien frutales. Si lo que buscas es tintos, animate a unos años más. Los varietales rojos tienden a mejorar con el paso de los años, se vuelven más redondos, más fácil de beber.

- CORCHO O TAPÓN: ¡Aguante la tapa a rosca! De verdad que no indica calidad ni conservación del vino, al contrario, es práctica, fácil de abrir y permite guardar el sobrante, si no tomaste toda la botella (que en esta cuarentena lo dudo); se puede volver a cerrar y guardar tranquilo en la heladera. Hasta cinco días aguantan, tanto tintos como blancos.

Cientos de etiquetas nos proponen un desafío a la hora de elegir. ¡A no desesperarse y elegir con tranquilidad!

- COLOR: Un punto importante para los blancos, ya que si es una añada joven, debería tener un color claro, en los tonos amarillos pero casi transparente, brilloso. Si ven un Sauvignon Blanc 2019, por ejemplo, amarillo oscuro, luce menos brilloso (incluso a través del vidrio), en mi humilde recomendación, no lo compren ya que podría tener algún defecto.

- ZONA: Sabemos que la mayor cantidad de vinos, en el caso de Argentina, se elaboran en Mendoza, pero hay muy buenos productos provenientes de otras regiones. Incluso, con el avance de las investigaciones, cada vez se están determinando nuevas microzonas, me refiero a esos lugares dentro de cada provincia que comienzan a destacarse por la buena calidad de sus vinos.

La tendencia es que en unos años identifiquemos ciertos varietales con una zona en particular. Aunque el Malbec se desarrolle muy bien de Norte a Sur de nuestro país. Les dejo algunos ejemplos clásicos por provincia: el Torrontés si es de Salta o La Rioja, doblemente rico; el Syrah se da muy bien en San Juan; podemos encontrar Pinot Noir y Merlot de muy alta calidad de Río Negro o Neuquén; en Mendoza, además de los conocidos, hay deliciosos Sauvignon Blanc y Cabernet Franc.

Por supuesto, son recomendaciones generales, basadas en experiencias personales. La idea es que cada uno descubra qué le gusta y la única forma de descubrirlo, es atreviéndose a probar esas botellas “distintas”.

Por Mariana Boero, sommelier. Especial para El Descorche Diario.