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Santa Fe tiene su primer viñedo gracias a la “locura” de dos apasionados

Un terruño quizás impensado para el vino, hoy hace realidad el sueño de un emprendedor apasionado y un ingeniero agrónomo seducido por la innovación y los desafíos. El pequeño pueblo santanfesino espera para el 2021 su primera vendimia, sumado a un proyecto que conjuga turismo, gastronomía y mucho sabor autóctono

14 de abril, 2020 - 13:51

Detrás de cada botella de vino hay muchos sueños e historias de gente apasionada y con ganas de innovar. El vino tiene esa cosa tan particular que lo hace diferente de todo, por eso surgen proyectos que en otras épocas hubieran sido solo una utopía o casi un delirio de algunos soñadores.

De Norte a Sur de Oeste a Este, hoy la vitivinicultura argentina -que si bien se concentra en más del 75 % en Mendoza-, va sumando nuevos terruños, desde Jujuy a Chubut, pasando por San Luis, Córdoba, La Pampa, proyectos cercanos al mar, como el caso de Costa y Pampa en Chapadmalal, entre otros; e incluso en Entre Ríos. Pero si algo faltaba era Santa Fe, proyecto que El Descorche Diario tiene el privilegio de realizar la primera entrevista con sus responsables y lanzar esta primicia para toda la región.

Provincia agropecuaria si las hay, donde reina el trigo, el maíz y la soja. ¿Quién podría pensar que a alguien se le ocurriría plantar un viñedo allí?

Y sí, hoy el primer viñedo de Santa Fe es una realidad y se ubica en la localidad de Arteaga, un pueblo de algo más de 3 mil habitantes ubicado al sur de la provincia y en el límite con Córdoba.

“Todo comenzó el año pasado en la Expo Delicatessen y Vinos que se hace en Córdoba. Estábamos en la feria junto a los Productores Amigos (grupo de pequeños productores de vinos mendocino) y nos conocimos con un verdadero personaje. Un apasionado productor de chacinados oriundo de Arteaga, en Santa Fe”, recuerda en exclusivo para El Descorche Diario, el ingeniero agrónomo Matías Prieto, propietario de Entrevero Wines y hoy uno de los protagonistas del sueño arteaguense.

El personaje en cuestión se llama Luciano Palasesi, propietario de La Chacra del Alba, una fábrica de chacinados que cuenta también con un parador gastronómico, donde el lema es “comida de campo y vinos”.

En principio se generó un vínculo, que luego con el intercambio y el maridaje entre vinos y chacinados dio efecto inmediato y resultó en una amistad entrañable entre Matías y Luciano.

“Fui a visitar a Luciano y con un poco timidez me dijo: ¿Y si hacemos un viñedo acá, es una idea muy alocada? El sí de mi parte fue de inmediato y allí comenzó la aventura”, cuenta Matías Prieto.

Con una buena experiencia en su haber en cuanto a desarrollo de “terroirs” se trata, Matías Prieto fue el artífice del sueño de Luciano, de tener su propio viñedo ahí nomás, al lado de su parador ubicado en la ruta de su pueblo natal, a donde llega gente de toda la provincia para disfrutar de un sándwich de campo y buen vino.

De la misma forma, Luciano Palasesi afirma que “el viñedo comenzó como una locura que pensamos con Matías. Sinceramente no fue algo tan proyectado sino que fue algo muy espontáneo. La verdad que nosotros sentimos un orgullo bárbaro ahora después de haber plantado una hectárea de viñedo”.

Desde el sí de Matías comenzó la odisea. “La verdad no teníamos recursos para realizar una inversión como requiere plantar un viñedo, pero eso no nos amedrentó. Arteaga es un pueblo de alrededor de 3 mil habitantes, por lo que decidimos plantar 3 mil plantas en homenaje a cada uno de ellos”, destaca.

“Lo cierto es que no teníamos el dinero para comprar esa cantidad de plantas, pero si teníamos una buena producción de salamines que nos permitieron hacer un canje con un vivero que nos proveyó los 3 mil plantines de Malbec y Cabernet Sauvignon que luego sembramos en sistema Gobelet, en algo más de una hectárea”, destaca con emoción Matías.

“Como tampoco teníamos mucha mano de obra disponible, decidimos invitar a la gente del pueblo de Arteaga para que nos acompañara con este sueño. Con la promesa de compartir las primeras 12 barricas, llegaron muchísimos voluntarios para plantar el viñedo. Hasta los bomberos del pueblo estuvieron ese día inolvidable allá por agosto del año pasado”.

“Matías me dijo lo voy a plantar y se cayó con las plantas y con Pepe Reginato (enólogo mendocino y experto en espumantes) que también vino a colaborar y a tirar el riego. Fue todo una fiesta y por ahí va al espíritu del viñedo”, remarca Luciano.

“Esto significa mucho para la provincia de Santa Fe. En plena llanura pampeana tener un viñedo nos da un marco muy lindo. Fue tanta la emoción que vivimos cuando plantamos el viñedo que vino toda la familia, los suegros, los amigos, hasta el intendente de Arteaga que se sumó a la idea. Todos nos han enviado muy buenos augurios”, reafirma Palasesi.

Sin perder tiempo ya para el 2021 esperan realizar la primera vendimia y realizar allí mismo las microvinificaciones que darán por resultado esas 12 barricas de vino que luego se podrán disfrutar en la Chacra del Alba.

El proyecto de Luciano Palasesi tiene un enfoque turístico y aspira a tener un restaurante con un “patio vinero” contiguo a la fábrica de chacinados y al lado del viñedo. “La idea es que la gente pueda venir a comer, disfrutar una picada con pan casero y el vino del lugar. Más autóctono que esto imposible”, asegura.

El terruño

Matías Prieto es un ingeniero agrónomo que se caracteriza por haber desarrollado muchos proyectos nuevos en diferentes zonas del país. “He tenido la suerte de plantar en nuevos lugares y las cosas nos sorprenden. Por eso, trabajar con emprendedores que desafían lo normal es interesante para poder conocer”.

Lo interesante de Arteaga es que si bien es una zona de muchas precipitaciones es una zona alta y eso hace que no tenga inundaciones. Por otro lado, esa misma altura que tiene la zona hace que sea muy ventoso. “Si bien hay muchas precipitaciones, donde los suelos son fértiles con mucho desarrollo vegetativo, tenemos muchísima sanidad a causa del viento”, indica Matías.

Por otro lado, las noches en Arteaga son muy frías, por lo cual se espera que la uva tenga muy buena acidez. “Creemos que van a ser vinos muy particulares, con muy buena estructura, ya que el viento nos va aportar ollejos gruesos de donde vamos a tener muchos antocianos para extraer a la hora de la fermentación”, asegura Prieto.

“Esas noches frías nos van a mantener la acidez y las temperaturas diarias nos van a ayudar a madurar la uva. Creo que va a salir algo muy interesante. Estamos expectantes a ver que pasa en la primera cosecha del 2021 donde ya vamos a tener vinos como para empezar evaluar”.

Lo cierto es que hoy Matías Prieto camina por Arteaga y es una especie de Mick Jagger, o si se les suena un poco exagerado podemos compararlo con el ex central de la selección argentina Fernando Gamboa, una de las personalidades famosas que surgieron del pueblo.

“Es muy loco todo esto, pero lo más importante es encontrarme con gente tan linda”, asegura Matías con cierto pudor, pero es verdad que ahora lo saluda todo el pueblo, lo recibe el intendente y lo reconocen como el artífice de ese viñedo hecho realidad y que hoy suma otra provincia a los Caminos del Vino de la Argentina.