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“Queremos cobrar como Adorni”, la frase que encolumnó a los senadores de todos los bloques

El aumento de las dietas que los legisladores votaron este jueves, tiene un trasfondo político muy claro: las recategorizaciones de las principales figuras del Ejecutivo desataron la furia en el Congreso

19 de abril, 2024 - 11:14

En el Boletín Oficial de este viernes, se anunció el ascenso del secretario de Medios de la Presidencia de la Nación, que pasará a tener rasgo de ministro con un sueldo de unos 4,8 millones de pesos.

Se trata del periodista Eduardo Serenellini, quien así fue equiparado con el vocero presidencial, Manuel Adorni, y la secretaria general de la Presidencia, Karina de Milei, hermana menor del mandatario. Misma decisión se tomó con el secretario de Legal y Técnica, Dante Javier Herrara Bravo.

Serenellini se suma ahora a la lista de funcionarios que ven una mejora sustancial de sus salarios en medio del proceso de recorte de ingresos que sufre gran parte de la población, principalmente trabajadores y jubilados, en un contexto de muy alta inflación.

La decisión sobre el periodista fue publicada este viernes en el Boletín Oficial a través del Decreto 337/2024 que establece una nueva modificación de la Ley de Ministerios porque “resulta necesario adecuar el rango y la jerarquía de la Secretaría de Prensa de la Presidencia de la Nación”, según los argumentos. “La medida propuesta resulta impostergable para la gestión del gobierno”, señala la norma que lleva la firma del presidente Javier Milei y de todo el Gabinete de Ministros.

La modificación a la Ley N° 22.520 contempla que su artículo 10° quede redactado de la siguiente manera: “El Presidente de la Nación determinará las funciones específicas de cada Secretaría y organismo presidencial. Las personas a cargo de las Secretarías General, Legal y Técnica y de Prensa, dependientes de la Presidencia de la Nación, tendrán rango y jerarquía de Ministro”.

La novedad se conoce un día después de que los senadores nacionales aprobaran un incremento en sus dietas de casi 170%. La decisión había sido tomada la noche del miércoles por todos los bloques legislativos, que firmaron la resolución correspondiente que luego se votó a mano alzada en el recinto.

Así, los senadores, de bolsillo, pasaron a cobrar 4,5 millones de pesos aproximadamente, más del doble de lo que cobran hasta ahora: 1,7 millones.

Según trascendió este jueves, cuando se planteó la necesidad de mejorar las dietas de los miembros del Senado, uno de los argumentos principales, además del relativamente bajo salario actual, fue que en el Poder Ejecutivo los sueldos de los ministros y secretarios de Estado estaban muy por encima de quienes conforman la Cámara Alta.

“Queremos cobrar como Adorni”, fue la frase que terminó repitiéndose en los distintos bloques, opositores más o menos duros, e incluso en el bloque oficialista, cuyo titular, Ezequiel Atauche, dijo que Milei estaba al tanto de la decisión. Igual, el Presidente no iba a dejar pasar la oportunidad de criticar a "la casta".

Pero el nombre de Adorni fue la excusa, ya que los asensos (y consiguientes aumentos) de los colaboradores más cercanos del mandatario, generó un malestar creciente en la Cámara Alta. De hecho, la vicepresidenta, Victoria Villarruel, si bien se despegó de la decisión, aclaró que fue un proceso "legal" y del que participaron "todos los bloques".

Por otro lado, la crisis de ingresos que vive Argentina, agravada por el plan “motosierra” y “licuadora”, dejó en claro que los sueldos de los senadores (y también de los diputados) quedó muy desfasado: hoy es de 1.700 dólares de bolsillo, cuando en los países de la región los parlamentarios arrancan cobrando unos 3.500 dólares (Bolivia), hasta unos 9.000 dólares (Uruguay). En Brasil y Chile, los salarios rondan los 6.500 pesos.

Qué hará la Cámara de Diputados, es una pregunta más que válida ahora que sus dietas han quedado lejísimo de los senadores y también de los ministros del Ejecutivo nacional.

Está claro que el aumento en el Senado estuvo viciado por el cómo y el discurso hipócrita de algunos dirigentes. Pero no escapa a la crisis de ingresos que Argentina vive desde el 2016 y que el gobierno actual agravó fuertemente.

Está claro que se trata de una competencia entre sectores de “la casta”, de la cual Milei comenzó a ser parte, como sus funcionarios y sus propios legisladores. Otra interpretación es sesgada.