¿De qué se trata el "Impuesto Rosa" que pagan las mujeres?
Por Redacción
Artículos de higiene personal como desodorantes, colonias, máquinas de afeitar, entre otros, son productos donde las mujeres tienen que pagar un sobreprecio, conocido como "impuesto rosa", que en algunos casos llega hasta un 30 por ciento más que el abonado por los hombres.
Así lo reveló un estudio realizado por la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME), en el marco del Día Internacional de la Mujer.
Con más de 500 puntos de ventas relevados en todo el país, se trata de la primera vez que en la Argentina se lleva a cabo una investigación sobre el "impuesto rosa".
Según el informe, un desodorante a bolilla de 50 ml. cuesta en su versión masculina 49 pesos y en su versión femenina, 51,70 pesos, habiendo una diferencia de 5,5 por ciento entre ambos.
Lo mismo sucede con el desodorante en aerosol: por un envase de 150 ml. ellos pagan 53,30 pesos, mientras que ellas abonan 58 pesos, donde la brecha, en este caso, asciende al 8,8 por ciento.
Un envase de colonia de 80 ml. sale para las mujeres 96,60 pesos y 81,50 pesos para los varones (la diferencia es de 18,5 por ciento).
En el caso de las maquinitas de afeitar, las distancias entre los precios dependen de su calidad, pero siempre será más cara la que está orientada al público femenino.
Una afeitadora de tres hojas dos en una se consigue a 69,60 pesos, en su versión femenina, y a 60,90 pesos en su versión masculina, donde la diferencia es de 14,3 por ciento.
La misma asciende al 29,6 por ciento cuando se trata de afeitadoras de tres hojas para pieles sensibles: 33,30 pesos cuesta la de ellas, mientras que la de hombres está en 25,70 pesos.
Incluso en algo tan delicado como los medicamentos existe esta discriminación de género.
Una caja de ibuprofeno de 10 unidades cuesta 35,40 pesos, sin embargo ese precio sube a 37,28 pesos cuando la misma apunta al consumo de ellas, muy requerido durante el período menstrual, diferencia que equivale a un 5,3 por ciento más.
Por otra parte, los productos de higiene femenina como tampones o compresas menstruales no están exentos de impuestos en la Argentina como sí lo están en Canadá, Irlanda y Kenia.
Pagan el 21 por ciento del IVA como cualquier otra mercancía, aunque resulta de primera necesidad, convirtiendo al país en uno donde estos elementos son más caros.