"Fue un año mágico y de cambios personales”

El año de reinado, en una sola palabra: “¡Que difícil! Para mí fue un año mágico, siempre lo digo. Un año de muchos cambios, sobre todo personales, de atreverme a vivir todo esto, porque era como difícil al principio. No estaba convencida y me atreví a vivir esta experiencia de Vendimia y creo que lo definiría así: mágico y de muchos cambios”.

Expectativas cumplidas: “Apenas me presenté dije que quería disfrutar cada paso, cada momento. Que si tenía que salir, iba a salir e iba a disfrutar cada momento, vivirlo a pleno, y la verdad es que superó mis expectativas. Sabía por otras reinas que era un año muy movido, de muchas actividades, de muchos viajes...

Viajé un montón y eso superó mis expectativas porque pensé que no iba a hacerlo tanto, pero se dio. Visité Perú, que era un viaje que no estaba en agenda pero la gente de Turismo nos quiso llevar a promocionar Mendoza, ya que se abría el vuelo de Perú a Mendoza directo. Nos llevaron a Romina (Méndez Pattaro, Virreina nacional) y a mí en un viaje que ‘cayó del cielo’ y lo disfrutamos un montón. También viajé a Brasil, y dentro del país a Buenos Aires, Jujuy, Bariloche, Córdoba, y cada viaje lo disfruté como si hubiese ido a la China. Teníamos tiempo de pasear pero también cumplir con las responsabilidades y la agenda.

He disfrutado al máximo el año, obviamente que no hubiese sido posible sin un montón de personas que están alrededor cumpliendo caprichos o acompañándome en cada momento que vivo”.

Aprendizaje: “Aprendí un montón de cosas, pero principalmente soy una persona muy tímida. Lo de la exposición pública me daba miedo y creo lo fui llevando. Aprendí a soltarme, a charlar con las personas, y todo eso me lo dio la Vendimia, al estar tanto tiempo con gente o con los medios en eventos y demás. Creo que eso es lo que más aprendí en todo el año. Al principio estaba como que no quería presentarme por eso, pero me animé y me salió bien”.

Sorpresas: “Si bien sé cómo es la gente con la reina, me sorprendió mucho el cariño. Fue como demasiado, no solo de la gente de mi departamento (Maipú), sino también de otros lugares, porque es común que la gente que te conoce te apoye, pero recibí mucho de personas de otros departamentos que me sorprendió muchísimo. Me acuerdo siempre de la Vía Blanca y el Carrusel, porque ahí fue donde se transmitió todo ese cariño. Muchas personas se acercaban y me decían que querían que saliera reina yo y no eran de Maipú, sino de otros lugares. Y yo pensaba: ‘si la gente lo quiere, por algo será’. Me sorprendió bastante eso”.

Mirada diferente ante la corona: “Puede ser que nos miren diferente, hasta me pasa con mi familia (risas). Mis primitos, estando en mi casa, me miran y no pasa nada, paso desapercibida. Pero me pongo la corona y se vuelven locos y me miran como si fuera otra persona. Es verdad, te miran de otra manera, pero yo sigo siendo la misma; quizás cambió un poco cuando me pongo los atributos porque los más chicos te miran y sos como un súper héroe para ellos”.

Directo al corazón: “Hubo bastantes actividades. Por ejemplo, tuve la posibilidad de ayudar a un merendero a través de una cruzada solidaria. Llevamos mucha ropa y alimentos, y hasta el día de hoy seguimos colaborando para que puedan tener el espacio físico que necesitan. También cuando hicimos el Día del Niño en ese mismo lugar y armé bolsitas con golosinas para los chicos. Les llevé payasos y estuvimos todo el día compartiendo y la verdad es que son esas pequeñas cosas que te marcan porque es lindo ayudar. Más cuando sos reina, porque tenés mucha llegada a la gente y a los chicos les impacta mucho. Son esas cosas que te quedan de recuerdo a vos... Otra cosa fue la visita al Hospital Fleming: llevaba poquitos días como reina, me invitaron y fui a visitar a una nena que nos quería conocer a Romina y a mí. Romi no pudo ir pero yo sí; estaba muy contenta y de paso visitamos a los chicos internados, que también se pusieron muy contentos”.

Críticas: “La gente siempre va a opinar, no a todos le vas a gustar. A algunos le va a gustar otra reina, por una o por otra cosa, y si había comentarios malos trataba de no meterme en las redes sociales porque en la semana de Vendimia una está como sensible y el mínimo comentario malo ya te afecta. Entonces no veía mucho las redes, aunque sí miraba los comentarios lindos y los saludos de los familiares o de los amigos, pero nada más, porque esas cosas te arruinan la experiencia y no vale la pena tampoco. Lo de la supuesta ‘foto hot’ traté de tomarlo con humor, porque cuando apenas salió, yo estaba en otra. Recién salía Reina Nacional y estaba con los medios de arriba para abajo cuando una chica me preguntó si era yo la de la foto. No la había visto, me la mostraron, me empecé a reír y dije: ‘de lejos se nota que no era yo’. Y me lo tomé con humor”.

Mensaje a las candidatas: “Siempre digo que traten de disfrutar y que no dejen que nadie opaque toda esta experiencia, por ejemplo, con los cometarios. Trato de decirles que no vean redes sociales y que se enfoquen en lo que están viviendo, porque es una sola vez en la vida y después se arrepienten de no haber disfrutado. Que sean siempre ellas, que disfruten paso a paso y que sean felices. Obviamente, una trata de transmitir la propia experiencia, pero no siempre va a ser la misma de otra chica. A alguna puede no gustarle y otras pueden salir maravilladas de la experiencia, pero cada una tiene que ser auténtica y disfrutar en todo momento”.