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Argentina Open: sin figuras relevantes, se mantiene vivo

16 de febrero, 2018 - 18:02

El ATP 250 de Buenos Aires es el único torneo argentino del ATP tour. Por ende, es el mayor atractivo tenístico del año y se lleva a cabo en los primeros días de febrero.

El calor que azota en la Ciudad de Buenos Aires en verano acompaña para ir a ver los partidos que se disputan en el Buenos Aires Lawn Tennis, complejo histórico que se ubica en pleno barrio de Palermo.

Los partidos comienzan a las 14 y el último finaliza cerca de las 23 horas. Se disputan dos en turno diurno y dos nocturnos. Cada espectador puede comprar una entrada y disfrutar de un par de encuentros.

Al transitar los alrededores del Buenos Aires Lawn Tennis, observó una fila de una cuadra para ingresar. En los últimos lugares, esperan 3 jóvenes que portan raquetas en sus manos y están vestidos como tenistas, como si los protagonistas fueran ellos.

Mas adelante, un trio compuesto por madre, padre y un chiquito de 7 años que viene a pasar una calurosa jornada debajo de un sol radiante que iluminará las gradas del Estadio Guillermo Vilas.

También, un grupo de 4 amigos que esperan su turno para entrar a ver a sus tenistas favoritos. Uno de ellos lleva puesto un gorra con las iniciales RG. No vendrá su ídolo Roger Federer, tampoco Rafael Nadal, pero hay para todos los gustos que hacen del reves y el slice un placer a los ojos de espectador.

En el Dia de los Enamorados una pareja decidió festejarlo observando el choque entre Guido Pella y Fernando Verdasco. Ella está feliz, sonriente, lleva en su mano un ramo de flores.

A metros del ingreso hay un puñado de estudiantes de 13 años de un colegio cercano que fueron invitados para presenciar los partidos. Entusiasmados, cada uno muestra su ticket y esperan del otro lado de la valla.

Una vez que el profesor de Educación Física, encargado de liderar el grupo, chequea que hayan ingresado todos, emprenden caminata hacia el Estadio número uno, donde arrancará la tercera jornada.

A 10 minutos del comienzo del primer partido, los jóvenes se ubican en sus gradas de la Tribuna Central que da a espaldas a la Estación de tren de Palermo. Una vez instalados, lo primero que hacen es sacarse fotos para llevarse imágenes de recuerdo. En otro sector del Estadio, varios chicos sin remera se exponen al sol para lograr un bronceado ideal.

Mientras tanto, en la zona vip de la cancha están sentados Daniel Orsanic, capitán del equipo argentino de Copa Davis y Martin Jaite, director del torneo. También ex jugadores como Gastón Gaudio y Agustín Calleri, con quién charlamos en la previa debido a su candidatura a la presidencia de la Asociación Argentina de Tenis (AAT).

Todo el atractivo del torneo no solo tiene que ver con lo que pasa en la cancha sino también en los alrededores. La distancia entre la entrada principal del complejo y el Estadio Vilas es de dos cuadras.

En ese trayecto, existen stand de todo tipo. Por ejemplo, el primero es el de Atención al Espectador. En diagonal a este, hay un Patio de Comidas con sillas y mesas para que uno pueda comer en el lugar. Enfrente, el de Peugeot, una de las marcas que auspicia el Torneo. Más adelante, hay Food Trucks para comprar comida preparada y puestos de helado Freddo.

Además, lindante a la Cancha Número 2, donde entrenan los protagonistas (Fabio Fogini, Dusan Lajovic, Nicolas Kicker), existen tiendas de Fila para comprar raquetas, remeras, zapatillas y productos referidos a este deporte. Mucha gente ocupa las instalaciones del predio antes y durante los partidos para comer y pasear un rato al aire libre. Hay mini canchas de tenis y ping pong y baños de lujo, en comparación a otros eventos.

La jornada del martes fue muy interesante. Pella arrancó ganando por 6-2 y 6-4 al español Verdasco. Luego, el eslovaco Aljaz Bedene superó en tres sets a Albert Ramos Vinolas. Ya en el turno noche, Diego Schwartzman superó con parciales de 3-6, 6-3 y 6-2 al brasileño Tomaz Bellucci, en una hora 49 minutos de juego. Y en el último encuentro, el austriaco Dominic Thiem eliminó al marplatense Horacio Zeballos, por 6-4 y 6-3.

El ATP 250 de Buenos Aires siempre se enfoca en traer figuras que sean Top Ten. Este año no fue la excepción, aunque sus principales cartas se bajaron a último momento.

Participan del torneo el austriaco Dominc Thiem (campeón en 2016; sexto en el Ranking ATP), el británico Kyle Edmund, el francés Gael Monfils y el brasileño Tomaz Bellucci (ya eliminado por Schwartzman).

En esta edición 2018 se cayó la presencia del defensor del título, el ucraniano Alexander Dolgopolov, por lesión y a último momento, no pudo venir el croata Marin Cilic, número 3 del mundo y reciente finalista en el Abierto de Australia.

El Argentina Open eludió épocas complicadas, la crisis de 2001 y la falta de un sponsor principal. Hace poco se bajó una empresa de telefonía y hoy es manejada por Tenniumm, una empresa belga que tiene el 80 por ciento de las acciones del torneo. Con todo, se mantuvo firme y albergó algunos de los mejores cuadros de la temporada.

A lo largo de su historia, supo tener a Gustavo Kuerten (campeón en 2001), al español Carlos Moya (se lo adjudicó en el 2003), Tomy Robredo (en el 2009), Nicolas Almagro (en el 2011), David Ferrer (2012, 2013 y 2014) y a Rafael Nadal (en 2015), y Stanislas Wawrinka, entre otros.

Buenos Aires demuestra con su longevidad y la calidad de sus cuadros que, pese a la lejanía y cierto déficit económico, se mantiene como uno de los mejores de la ATP.